Víctor Santalla, vecino de Ferrol y nacido en Valdoviño (A Coruña), optó en su juventud por estudiar Ingeniería Industrial, pero su compromiso con el cuidado del medio ambiente y de la propia salud le ha llevado, con 42 años, a dirigir Mercado da Terra, el pequeño refugio ecológico de la esquina de las calles Nicaragua y Venezuela, en el barrio de Ultramar de Ferrol.
Desde este atractivo paraíso de la protección de la salud —por dentro y por fuera— Víctor atiende a todo aquel que quiere descubrir la cantidad de productos naturales por los que apuestan en este establecimiento.
Mercado da Terra surgió hace cinco años del grupo de consumo ferrolano Fonte da Uz, explica. En aquel momento, Víctor, Marisé y Vidal —personas a las que quiere recordar en este artículo— abrieron las puertas de esta tienda para ofrecer los mejores productos a sus vecinos. "Sin los compañeros con los que inicié el proyecto ahora todo esto no sería posible".
Su intuición les llevó a creer que los clientes con necesidades alimenticias específicas y los más concienciados con el medio ambiente serían los más demandantes de sus singulares productos, pero comprobaron que un tercer grupo, el de los consumidores que entran a comprar por la cercanía del local, serían los que capitalizarían las ventas. "Cada vez hay más interés por este tipo de alimentos y productos", apunta. "Normalmente la primera vez entran a por fruta y después repiten y se animan a probar el resto de productos".
Allí se pueden encontrar alimentos, cosmética, productos de limpieza del hogar y de higiene ecológicos, como es el caso de los cepillos de dientes de bambú. Hay mercancía a granel, como las harinas de algarroba, espelta, centeno, garbanzo, integral de trigo sarraceno, trigo o avena, arroces, legumbres y semillas de todo tipo.
También tiene cuscús, patés, galletas sin gluten, quesos, chocolates, diferentes tipos de tés e infusiones y variedades de pasta, como espaguetis de trigo sarraceno, espirales de lenteja roja o con remolacha y albahaca.
"La clientela del barrio es muy fiel", apunta. "Entra mucha gente joven que apuesta por productos ecológicos y de calidad a pesar de contar con un presupuesto más ajustado y también personas más mayores que quieren cuidarse y recuperar sabores de la aldea".
Su mercancía procede de toda la peninsula: coliflores de Andalucía; tomates, pimientos y fresas de As Pontes ; miel de Moeche y Lugo; Requeixo de Monfero; conservas de Vilanova de Arousa; cosméticos de Ribadavia; patés de Vilanova de Arousa; aceitunas de Aragón y Alicante; crema de cacahuete de Ourense o aguacates de Neda. Sobre el entorno más cercano, apunta, "es complicado encontrar productores ecológicos certificados por esta zona", apunta.
En cualquier caso, asegura que su competencia no está en las tiendas de la ciudad similares a la suya, "está en las grandes superficies". "Ojalá hubiera una tienda como esta en cada barrio de Ferrol", afirma, por lo que supondría para el fomento del "comercio de proximidad" y por el énfasis que ponen estos establecimientos "en el respeto y cuidado del planeta".