Una galleta cookie dentro de un cruasán, el llamado ‘crookie‘, es una de las últimas propuestas en el mercado del dulce que está arrasando en redes sociales. En poco tiempo esta exquisita combinación se ha hecho viral y desde hace algo más de un mes se puede probar también en Ferrol, recién salidos del obrador de la acogedora pastelería creativa Biquiños Doces, en la plaza de las Angustias.
Lorena Ameneiros, de 46 años, abrió hace tres un bonito local junto a su compañera de trabajo Christelle Vilariño. Desde entonces ellas no dejan de formarse y la clientela aumenta año tras año. "Siempre me gustó el dulce y hace tiempo que quería ofrecer un producto distinto a lo que solía encontrar", explica Lorena. Y así lo hizo, en poco tiempo se ha convertido en un lugar de referencia al que acudir si lo que se quiere es probar lo último en pastelería.
Hasta llegar aquí, recuerda con cariño, aprendió de los mejores y se rodeó de personas a las que observaba con atención, como es el caso de Pedro García, de la pastelería Gascón del número 12 de la carretera de Castilla, en Ferrol, una marca que llegó a Ferrol hace ahora 120 años.
Una de las tendencias a las que se acaba de sumar Lorena es esta receta que fusiona la textura hojaldrada del cruasán con la irresistible y popular galleta. "Es una locura, empezamos hace algo más de un mes y ahora mismo entre el sábado y domingo vendemos unas 500 crookies". Muchas acaban en las mesas de eventos que confían en este establecimiento del barrio de A Magdalena el reto de ganarse a los invitados también con el dulce. "Ahora mismo trabajamos para bodas, comuniones, cumpleaños… y también nos solicitan muchos organizadores de eventos".
Al margen de esta última tendencia, la especialidad de Biquiños Doces son las tartas, que al igual que el resto de dulces preparan con sumo cuidado en el obradoiro que tiene a la vista en el local. "Las que más nos encargan son las de chocolate, pero también salen mucho de kinder y fresas con nata". Las elaboran personalizadas, tanto para eventos como para llevar a casa, y ahora están en racha, en plena época de comuniones y bodas.
Sobre el mostrador también tienen hechos allí mismo dulces de varios países y pequeños cruasáns de mantequilla adornados con chocolate con sabor: blanco, negro, de fresa o sabor naranja. "Estos dulces gustan muchísimo, son un picoteo excelente".
En breve Lorena tiene pensado ampliar la plantilla, lo que le permitirá ser más activa en redes sociales y poner en marcha una serie de vídeos cortos para mostrar el proceso de elaboración de sus productos estrella.
El ferrolano, a por las últimas novedades
Lorena está "encantada" con la clientela. Desde su aterrizaje en pleno barrio de A Magdalena "la acogida no ha podido ser mejor". En este tiempo se ha dado cuenta de que lo que busca el cliente ferrolano es la novedad. "Muchos llegan y me piden directamente que les ofrezca algo distinto a lo que ve habitualmente. Se dejan asesorar por nosotras y valoran mucho las novedades y los productos originales".
Entre ellos también están los donuts variados, magdalenas con sabores —manzana, pera, limón, naranja, oreo e incluso kinder— y los vasitos de postre, que los hay de tarta de queso, de la abuela, de limón o de tiramisú. Pronto, con la llegada del verano, a estos sabores se sumarán otros más singulares, como de mango o maracuyá.