Hoy regresa un restaurante diferente. Hoy regresa Pracer. Este establecimiento de Zalaeta retoma su servicio de mesa tras un exitoso paso por el delivery, que se mantendrá. Moncho Bargo y Javi Freijeiro volverán a situarse tras una barra totalmente vacía debido a las restricciones.

Pracer retoma su actividad con un aforo de 18 personas, la mitad de lo que tienen habitualmente. "Los locales pequeños tenemos nuestro encanto, pero con esta situación nos hemos encontrado con un handicap importante", señala Moncho. Una de las novedades que incorpora Pracer son dos turnos de servicio, tanto en la comida como en la cena. Serán a las 13.30 y 15.00 horas al mediodía, y a las 21.00 y 22.30 horas por la noche.

Por el momento, tampoco hay fecha para que los clientes puedan volverse a situar en primera fila de este concierto gastronómico: en su barra. "Dicen que en la fase 3 se podrá usar la barra, pero no para servir comida. Estamos pendientes de lo que anuncien para poder aumentar nuestro número de comensales", señala Moncho.

Los nervios del primer día

Tanto Moncho como Javi han acusado en los últimos días esos nervios propios de quien abre un local. "Lo hablamos estos días entre nosotros. Javi estaba nervioso la semana pasada porque decía que era como la apertura, como empezar de cero. A mí me ha entrado esa sensación estos días", admite Moncho.

En Pracer, los comensales se sienten siempre arropados por camareros y cocineros. "Ahora tendremos que estar mucho más encima de la gente. Mimaremos al 200 % a nuestros clientes", dice Moncho.

Además de los dos turnos, Pracer vuelve con la novedad de una carta adaptada a esta situación. "Nos hemos decantado por nuestra carta más street food, con muchas opciones para comer con las manos y que los servicios sean más rápidos", señala Moncho.

Incertidumbre y reservas

Si quieres asistir estos días a Pracer puede que ya vayas algo tarde. "Tenemos casi todo lleno para este fin de semana. Hay reservas también para más adelante. La gran mayoría de los clientes de la casa tenían muchas ganas de volver", destaca Moncho.

Tanto él como Javi tenían la incertidumbre de cómo se comportaría el público ante el cierre y la reapertura de un restaurante con solo un año de existencia. "Teníamos dudas, pero hemos recibido muy buenas respuestas, tanto en el servicio a domicilio como cuando abrimos las reservas. Llevamos solo un año, pero ha sido maravilloso. Estamos encantados con la respuesta de la gente", dice Moncho.