En el año 1976 muy pocas personas habían probado una hamburguesa en A Coruña. Probablemente las primeras fueron preparadas por Julio Ansede en el desaparecido Hut de San Nicolás. Con esa receta llegada de América bajo el brazo y junto a su hermano, Julio abrió en un pequeño bajo en obras que hace esquina frente a los juzgados la hamburguesería Jumbo, la más antigua de la ciudad.
Al principio un perrito costaba 15 céntimos y muchos vecinos de Os Mallos miraban reacios a estos platos de comida rápida. Con el tiempo, Jumbo se ganó el cariño de todo el barrio y sus clientes llegaban de todos los rincones de la ciudad. Puri Vidal, mujer de Julio, comenzó a ayudar también en la hamburguesería. Por allí andaba también un joven llamado también Julio, hijo del matrimonio, que es ahora quien maneja junto a su primo Fernando la plancha tras la jubilación de su padre.
Estas últimas semanas han estado en boca de todos por su donación a los Servicios Sociales de A Coruña. Pese a la incertidumbre con la que viven los bares y locales de menos dimensiones, Puri tenía claro que era momento de arrimar el hombro.
Con casi 44 años a sus espaldas, todavía queda Jumbo para rato. Así nos lo cuenta en esta entrevista la propia Puri, que sigue al pie del cañón. Si existiese una lista de cosas que todo buen coruñés que se precie debe hacer al menos una vez en la vida, entre ellas estaría comer una hamburguesa o un perrito del Jumbo.
Local de barrio, hamburguesas de calidad
¿Cómo surgió la idea de abrir la primera hamburguesería de A Coruña?
Puri: Mi marido y su hermano, ya fallecido, habían estado trabajando en Hut, uno de los primeros restaurantes que trajeron las hamburguesas a A Coruña. Después, encontraron este bajo y se les ocurrió la idea. Así fue como nació Jumbo.
¿Qué había en el menú en aquella época?
Solo había hamburguesas, perritos y sánwiches. El resto se fue incorporando con el tiempo. Se fue metiendo el lomo, el bacon o el pollo.
Imagino que sería la novedad en aquella época.
Mucha gente no sabía ni lo que era.
¿Había locales de estas características de aquella? En los que coges la comida y te la llevas.
No muchos, la verdad. De aquellos primeros años no te puedo hablar mucho, pues mi marido aún estaba soltero.
¿Cuándo se alcanzó esa fama que mantiene hoy en día Jumbo?
Yo creo que siempre gustó mucho a la gente. Con el tiempo fue a más. Creo que tuvo mucho que ver el boca a boca. Jamás hemos hecho publicidad ni nada. Y eso que nos han ofrecido muchas veces anunciarnos.
¿Cuál es el secreto entonces?
Que lo que hacemos, lo hacemos bien. Utilizamos todo productos de calidad. El mejor tomate, el mejor queso o el mejor bacon. No escatimamos en gastos y somos generosos.
¿Cuánto valía una hamburguesa o un perrito en aquellos primeros años?
Recuerdo que un perrito costaba 15 pesetas, pero yo creo que empezó costando menos. De hecho, hay una anécdota curiosa sobre esto. En la pared estuvo durante un tiempo escrito: "Un perrito, 15 pesetas. Careiros" (risas). La hamburguesa ya no me acuerdo, igual estaba a 30 pesetas.
Supongo que Julio se crió en este local. Quién mejor para continuar con el negocio.
Siempre estaba por aquí, dando vueltas o jugando en la acera.
Es prácticamente encontrar una mala crítica de Jumbo. ¿Por qué creeis que pasa esto?
Yo creo que la calidad del producto es básico. Luego, hay que tener mano en la plancha, cariño y un buen trato con la gente.
Entre esos productos destaca el pan, muy diferente al de otras hamburguesas.
Es que no es pan bombón. Es pan. Pan. Tiene consistencia. Mucha gente nos dice que lo mejor es el pan, que coges la hamburguesa y no se te deshace.
¿Cómo fue el momento en el que se pusieron de moda las hamburgueserías?
Nunca lo llegamos a notar. Creo que hasta nos vino bien. La gente pudo ir a otros sitios y darse cuenta que como las hamburguesas de Jumbo no hay ningunas.
¿Sigue viniendo a Jumbo ese cliente de toda la vida que ya estaba cuando se abrió?
Tenemos ya nietos de la primera generación que vino. Tengo una anécdota muy reciente. Ayer vino una clienta de toda la vida y me dijo: "Durante el confinamiento le dije a mi hijo que, cuando nos dejasen salir lo llevaba a donde quisiera. Y él dijo que quería venir al Jumbo a comer un perrito". Es lo mejor que me pueden decir.
¿Qué días de la semana hay más clientes?
Los viernes, sin duda. En general, el fin de semana, pero los viernes lo petamos.
¿Vendéis más perritos o hamburguesas?
No sabría decirte. Creo que hamburguesas, pero por poca diferencia. También tiene mucho éxito el pollo y el bocata de bacon. Los pepitos también tienen su fama.
¿Nunca surgió la idea de buscar un local más grande y moderno?
No, la verdad. Nunca nos lo planteamos. Esto está bien y continúa funcionando. Igual te vas a otro lugar y es un fracaso. Este local nos permite trabajar rápido y atender a mucha gente. Siempre lo digo, lo nuestro no es comida basura, es comida rápida.
Esa ventaja de tener un local pequeño, en estos momentos se ha convertido en una desventaja por las restricciones sanitarias.
Sí, pero no hemos tenido ningún problema desde que volvimos a abrir. La gente ha sido siempre muy respetuosa. Además, tenemos la ventanilla también para pedir, y dentro hemos señalizado las zonas para consumir y pedir.
Estos últimos meses fuisteis noticia por la donación que hicisteis a los servicios sociales del Concello.
Puri: Sí. No recuerdo ni las cantidades exactas. En cuanto vimos que esto que estaba pasando era muy fuerte y que estaban acogiendo a las personas sin hogar en el pabellón de Riazor, llamé y les ofrecimos lo que pudimos.
Julio: Yo estoy llevando las redes sociales y cuando salió la noticia lo notamos un montón. La gente nos lo agradeció mucho.
¿Hay Jumbo para rato?
Puri: Yo creo que sí (mirando hacia Julio). Tengo esperanza.
Como hijo del fundador, ¿qué te dicen de las hamburguesas que preparas?
Julio: Hay de todo. Para bien y para mal. Lo mejor que me pueden decir no es que hago mejores hamburguesas que mi padre, sino que son iguales a las suyas.
Puri: Aquí no vinimos a inventar nada. Cuando una cosa funciona, mejor no cambiarla. Hacemos todo como se hacía antes y como mi marido lo hizo desde siempre.
Como buenos hosteleros
Si te tuvieses que quedar con un plato de la carta, ¿cuál sería?
Puri: La hamburguesa completa.
Julio: Yo también, pero le añadiría bacon.
¿Algo que cambiaríais?
Puri: Yo creo que nada, todo ha funcionado siempre y por eso se mantiene.
¿Algún bar o lugar al que ir al salir del Jumbo?
Puri: Yo iría a mi casa, a descansar, que ya tengo una edad (risas).
Julio: Me iría al Temple a tomar una.
¿Una hamburguesa que no sea la del Jumbo?
Puri: Ninguna.