Las nuevas restricciones en Santiago de Compostela han dejado muy poca alternativa a la hostelería a la hora de abrir: tan solo los restaurantes pueden servir en el interior, mientras que bares y cafeterías únicamente disponen de la terraza, que ha de contar con un aforo máximo del 50 %, todo ello siempre limitado a personas convivientes.
Ante este escenario, las terrazas pasan a ser la única alternativa para salir a tomar algo, siempre atendiendo a la normativa. A pesar de que el otoño no es la mejor época del año para disfrutar de las terrazas en Santiago, la capital gallega cuenta con algunas dignas de visitar.
Algunos de estos establecimientos han decidido cerrar sus puertas temporalmente sus puertas o reducir sus servicios, pero no está de más recordar sus terrazas para, cuando vuelvan el sol y la normalidad, volver a vivirlas y contemplarlas.
A Moa
En la Rúa de San Pedro se encuentra A Moa, un restaurante que, además de ofrecer unas generosas tapas, dispone de una bellísima terraza. Lamentablemente, el local ha anunciado una "hibernación" de quince días, con la esperanza de que las restricciones se relajen pasado ese periodo.
Abastos 2.0
Hablar de gastronomía y de Santiago hace que sea indispensable hablar también de la Praza de Abastos, el mejor lugar para adquirir productos frescos y, desde hace unos años, uno de los lugares de referencia para comer, tomar un vermú o ir de copas. Buena parte de culpa de ello la tiene Abastos 2.0, con una amplia terraza en la que se puede tanto comer como tomar algo en estos tiempos tan convulsos, en los que continúa abierto.
Mercado Boanerges
La pandemia sorprendió al Mercado Boanerges justo cuando había cumplido un año de andadura. Tras unos meses de parón, este establecimiento situado en el Restollal, junto al Corte Inglés, ha vuelto con fuerza y mantiene su amplia oferta: un mercado gastronómico con varios puestos reunidos en una sola carta y una terraza en la que también se puede disfrutar de la experiencia.
Casa Felisa
En la Rúa da Porta da Pena se encuentra Casa Felisa, un restaurante clásico que entre sus atractivos cuenta con una bellísima terraza en la que disfrutar de sus platos si la climatología lo permite.
Hotel Costa Vella
Justo al lado de Casa Felisa se encuentra el local con la que probablemente sea la terraza más bonita de Santiago: el Hotel Costa Vella. A pesar de que ha estado operativa toda el verano, la climatología adversa y las restricciones han llevado a cerrarla a partir de esta semana. El hotel, mientras tanto, seguirá funcionando a pleno rendimiento.
Ferradura
La Alameda de Santiago no podía faltar en esta lista. Aunque cuenta con muchas terrazas frente a ella, en Porta Faxeira, tan solo hay una dentro del propio parque: la Cafetería Ferradura, justo en la entrada del paseo del mismo nombre. La estructura metálica de este local de amplia terraza contrasta con la frondosa Carballeira de Santa Susana. Permanece cerrado desde la entrada en vigor de las últimas restricciones.
A Horta do Obradoiro
A Horta do Obradoiro también cuenta con uno de los espacios exteriores más cuidados: un invernadero que hace a las veces de sala da paso a un precioso jardín de grandes dimensiones desde el que se puede apreciar la Catedral de Santiago, situada a menos de 200 metros. Aunque había renovado su apuesta por la terraza, las circunstancias también han llevado a cerrar temporalmente.
Café Literarios
Aunque es injusto decantarse por una de las muchas terrazas que pueblan las plazas del Casco Histórico -Mazarelos, Pescadería Vella, Porta Faxeira…-, la Praza da Quintana, a los pies de la catedral y ante la Porta Santa, tiene uno de los entornos más bellos. El Café Literarios, situado en la parte superior -Quintana de Vivos- ofrece una de las mejores perspectivas de la plaza y, además, es un lugar perfecto para disfrutar de los múltiples conciertos de las Festas do Apóstolo o la Ascensión.
Momo
Uno de los grandes clásicos de Santiago es la terraza del Momo, un pub situado en la calle da Virxe da Cerca. Aunque el interior del local también es digno de ver, su estrella es su terraza, que merece la pena disfrutar tanto de día, con sus vistas a Belvís y el Seminario Menor, como al atardecer o incluso de noche, cuando las luces crean un ambiente digno de ver.
O Sendeiro
En la Rúa do Olvido se encuentra O Sendeiro, un restaurante ubicado en un edificio de tres siglos de historia que aprovecha su antiguo patio como terraza. Es un establecimiento dog friendly, así que es el lugar indicado para aquellos que quieran disfrutar con su mascota.