Paul Jeffrey e Inés Beceiro abrieron Pio Pio Café Bar hace un año en la calle San José (A Coruña), poco antes de que el coronavirus irrumpiese en nuestras vidas y los obligase a cerrar las puertas. Estos jóvenes emprendedores no cedieron ante las circunstancias y decidieron adaptar su negocio creando un espacio coworking abierto hasta las 16.00 horas, además de ofrecer su establecimiento para las reuniones de aquellos que quieren mejorar el inglés o aprender más sobre setas.
"Pío Pío es una combinación de culturas. Yo soy británico, mi madre es irlandesa, Inés es gallega y ambos vivimos varios años en Australia", explica Jeffrey, que añade que intentaron hacer una mezcla entre lo internacional y la tradición que se mantiene viva en Galicia. Esta amplitud de culturas está reflejada incluso en el nombre del local: las onomatopeyas varían según el país en el que se pronuncien y cuando Beceiro les dijo a sus compañeros de oficina en Australia que el pájaro hacía "pío pío" en castellano, este se convirtió en el mote con el que empezaron a conocerla. Esta anécdota es el origen de la denominación de esta propuesta hostelera que desde hace un año pelea por convertirse en una referencia para los coruñeses.
Un largo viaje hasta A Coruña
Jeffrey vivió en Reino Unido hasta hace diez años, cuando decidió hacer las maletas en búsqueda de nuevas oportunidades. En Australia tuvo la ocasión de trabajar como topógrafo en la industria de la construcción y de viajar a numerosos lugares alrededor del mundo. Precisamente, fue en este país donde conoció a Inés.
Galicia, sin embargo, los llamó, y ambos decidieron regresar a la tierra de la que es originaria Beceiro. Esto supuso un cambio total en la vida de los dos, pero para Paul Jeffrey significó también aprender un nuevo idioma, meterse de pleno en una nueva cultura y cambiar de profesión. Buscaron durante un tiempo un establecimiento en el que comenzar con su negocio, pero fue la casualidad la que los llevó un domingo hasta el local que ahora ocupa Pío Pío Café Bar.
"Le preguntamos al dueño y nos dijo que estaba a la venta. Nos tomamos algo y en dos días habíamos comprado el negocio. Lo transformamos completamente, lo pintamos para darle más color", explica el británico. Pío Pío Café Bar abrió justo antes de que el coronavirus irrumpiese en las vidas de los ciudadanos, tras lo que el proyecto tuvo que cesar temporalmente su actividad y adaptar a las restricciones todas las innovadoras propuestas que tenía para los coruñeses.
Pinchos y productos de calidad
Pío Pío Café Bar ofrece desayunos, almuerzo y cenas, pero también un menú de brunch (comida que se realiza entre el desayuno y el almuerzo) tan típico en Inglaterra y que Inés apostó por incorporar. Jeffrey y Beceiro sirven, además, un pincho con cada consumición: fish and chips, marrajo, mejillones, raxo con queso azul, calamares, los típicos callos de los domingos… "Siempre nos aseguramos de que tenemos dos o tres pinchos diferentes", indica el responsable de este establecimiento, donde también es posible comer o cenar con un "menú picoteo".
Inés es de Cedeira, donde su hermana Antía regenta A Taberna do Puntal. Los productos del mar que usan en Pío Pío proceden, en muchos casos, del puerto de este municipio coruñés, mientras que estos emprendedores intentan utilizar alimentos y bebidas de primera calidad y origen gallego: el vermú de La Fabulosa, la cerveza Estrella Galicia, el café Siboney y la carne de porco celta de Patacelta. El brunch, por otro lado, incluye propuestas como huevos benedictinos, sándwiches mixtos o tostadas con aguacate y tomate.
Pío Pío Café Bar apuesta por la comida saludable, orgánica y natural, y dispone de una oferta de productos variados y aptos para diferentes tipos de públicos. "Los calamares son gluten free, usamos harina de maíz en vez de de trigo, y en los desayunos también tenemos pan sin gluten. Hay comida vegana, como nuestros callos veganos, y opciones vegetarianas", explica Beceiro.
El coworking, la nueva propuesta
Varias guitarras adornan las paredes de este establecimiento en el que suena rock and roll y en el que la energía es siempre positiva. Los clientes fueron, al principio, los vecinos de Monte Alto que se acercaban a conocer esta nueva e innovadora propuesta, pero poco a poco Pío Pío llega a los coruñeses de todos los barrios y edades.
Jeffrey y Beceiro quisieron ir más allá y adecuaron parte del local para transformarlo en un coworking. La pandemia llevó a mucha gente a trabajar o estudiar desde casa, y son muchos los ciudadanos que apuestan por llevarse el ordenador portátil a un lugar tranquilo para desarrollar su actividad. Estos emprendedores encontraron en el cambio de hábitos una oportunidad y crearon su propia oficina compartida, a la que cualquiera puede acceder entre las 08.00 y las 16.00 horas.
Es posible acceder a este espacio sin necesidad de hacer una reserva previa también se puede elegir entre sentarse en los sofás o en las sillas y mesas con sus ordenadores. Está dirigido a gente joven, estudiantes, y también a los padres de los niños de la escuela y a trabajadores en busca de un sitio cómodo en el que desarrollar su actividad profesional. Esta área será más tranquila, frente a la zona en la que Pío Pío continúa como bar y restaurante y a la que se puede ir durante todo el día.
¿Qué hace diferente a Pío Pío?
Ofrecer un servicio de bar y restaurante y, al mismo tiempo, funcionar como coworking es una de las particularidades de este espacio en el que Inés y Paul desarrollan ideas innovadoras. "Tuvimos que cambiar nuestras ideas, porque esto no es solo abrir un nuevo negocio para atraer nuevos clientes, sino combatir contra las restricciones y el coronavirus", explica Jeffrey.
Pío Pío Café Bar acoge un exitoso Club de Conversación de Inglés cada viernes y prevé convertirse en un espacio abierto en el que las compañías puedan realizar sus reuniones en un ambiente tranquilo. El grupo de inglés está abierto a cualquier persona que quiera participar, aunque Jeffrey recomienda reservar un sitio a través de la web Meet Up, donde también ha creado un grupo llamado Arte y Vino, o a través de las redes sociales. "Pensamos en hacer degustaciones de cerveza y de vino en el bar con especialistas del área", explica el británico.
Otro de los aspectos diferenciadores de este establecimiento es que acoge, cada lunes, reuniones de personas que hablan sobre micología. Los apasionados en setas y hongos pueden acercarse a este espacio para comentar sus últimas excursiones a recoger productos, que también degustan en alguna ocasión.
"Promocionamos un montón de cosas, pero es difícil porque empieza y después tenemos que parar por las restricciones. Estamos trabajando muy duro para tener un seguimiento cuando las cosas sean normales", indica Paul Jeffrey. "Seguimos con la ilusión del primer día", añade Inés Beceiro.