Se acerca poco a poco el buen tiempo a A Coruña. En las calles de la ciudad ya se respira ambiente vacacional. Los hostales y alojamientos comienzan a recibir sus primeros turistas, deseosos de empaparse de la cultura local y de disfrutar de su gastronomía.

Qué mejor que disfrutar de una mariscada a escasos metros de María Pita. Una opción muy recomendable es La Pescadería de Fredy. Su nombre y su estética, similar al mostrador de una placera de la plaza de Lugo, puede llevar a equívoco. "Mucha gente viene pensando que es una pescadería de verdad y se pide un kilo de berberechos", comenta Fredy Carballo, propietario del local.

Desde hace tres años se encuentra en la calle de la Franja, una de las vías con más tradición de marisco de A Coruña. Pero su desembarco, nunca mejor dicho, en este local fue casualidad. "Hasta este año tenía a pocos metros el Rincón de Fredy y me decidí a abrir mi propio restaurante de pescados y mariscos. A la hora de buscar un sitio, quise que estuviese próximo, y encontré este", comenta.

La Pescadería de Fredy se inspira en Mar Viva, un local de Corcubión propiedad de un amigo íntimo de Fredy. "Era un concepto que ya había explorado en Reino Unido. Me gustó la idea y busqué el sitio ideal para plasmarla", comenta. Ese fue su actual local, decorado con numerosos motivos náuticos para dar la sensación de entrar en un barco.

Cambio de concepto

Al principio, La Pescadería de Fredy nació con un concepto muy diferente al actual. "Yo lo enfoqué de una manera más personal. Vendíamos el producto al peso y esa un producto premium, de la mejor calidad. Ahora seguimos teniendo producto de calidad pero a un precio más asequible. Tuvimos que adaptarnos a la zona", apunta Fredy. 

A los pocos meses de su apertura, La Pescadería de Fredy se adaptó a su entorno. Si uno se recorre la Franja se encontrará numerosas marisquerías. Se trata de una calle muy turística. Eso no lo oculta Fredy: "Esperamos como agua de mayo el regreso de los cruceros".

"Trabajamos muy bien los meses de verano, pero después, en invierno, esta es una zona que pega un cierto bajón. Eso sí, en julio y agosto no paramos. De hecho, ya no vamos a cerrar ningún día del verano", señala. Fredy presume también de conseguir mantener a la clientela que viene de fuera: "Hay gente que repite cada verano. También muchos de la ciudad son clientes habituales, sobre todo atraídos por los arroces".

Su mariscada especial triunfa

Su carta la conforman tanto platos de pescado y marisco como completas mariscadas, algunas de ellas temáticas. "La que más triunfa es la especial de la casa. Es la que más sale", señala Fredy. Su alineación de galácticos incluye mejillones, berberechos, zamburiñas, navajas, cigalas, langostinos, gambas y bogavante. Cuesta 35 euros por persona y "es contundente".

Además, también son muy exitosos el lenguado y el rodaballo. "Pescados se venden todos, prácticamente. Tenemos un precio muy asequible para el lugar en el que estamos y el producto que es", señala.

Pese a las dificultades para el sector debido a la pandemia, Fredy es optimista. "El coronavirus hizo muchos estragos en la hostelería. El verano pasado tuvimos una situación muy complicada. Tuvimos que cerrar 10 días a 14 de agosto por un positivo. Fue muy duro, pero de todo se aprende", cuenta. Ahora, Fredy ya tiene la idea de reabrir su "Rincón", pero no en A Coruña. "Me atraen mucho las islas, Mallorca o Las Palmas. Creo que podría funcionar este proyecto", señala. Habrá que estar atentos a sus próximos pasos.