33 Snack Shop abrió sus puertas en la calle Franja de A Coruña unos 15 días antes de que el coronavirus irrumpiese con fuerza en nuestras vidas paralizándolo todo. La pandemia, sin embargo, no consiguió frenar las ganas de su propietaria, Isabel Rodríguez, se seguir adelante con la elaboración de sus dulces saludables, que cada día conquistan el paladar de más gente.
"Siempre me ha gustado mucho lo natural, sin aditivos, conservantes ni colorantes y con el azúcar mínimo. Me encanta el dulce, y así se puede comer sin remordimientos", explica Rodríguez, que es vegetariana y apuesta por una alimentación lo más natural posible. Los productos de su pequeña tienda se dividen en dulces y salados. Las galletas, los blondies y los brownies están siempre a disposición del consumidor, mientras que las tartas son elaboradas por encargo y los sándwiches suelen estar en el expositor a menudo, sobre todo los miércoles.
Ingredientes de calidad
Los productos que comercializa Rodríguez están pensados para todo tipo de consumidores: a la creadora de 33 Snack Shop le gusta adaptarse a las necesidades y gustos de sus clientes. La responsable del local elabora sus dulces a la vista, ya que el obrador está justo detrás del expositor, y lo hace a diario y con productos frescos, de ahí la importancia de realizar los encargos con antelación.
"Hago mucho postre con chocolate, para los que uso cacao puro y chocolates de buena calidad de mínimo el 70%. Como endulzante uso pasta de dátil o panela", explica Rodríguez, que trabaja cada una de sus elaboraciones para evitar añadirles azúcar refinado. Siempre que los precios se lo permiten, además, apuesta por materia prima ecológica, una característica que tienen todas las harinas que emplea: de castaña, de sarraceno, de espelta, de arroz y de patata, entre otras.
Otros ingredientes fundamentales para esta repostera son los frutos secos, los huevos camperos y la leche vegetal, que hace ella misma para no comprar la comercializada, que en muchas ocasiones lleva aceite de girasol, y para evitar desperdicios innecesarios. Y es que Rodríguez defiende que la alimentación es un aspecto básico de la salud y por eso cuida tanto la calidad de sus elaboraciones.
La preocupación de la repostera por la salud y la alimentación se refleja también en su cuidado del medio ambiente. Los envases de 33 Snack Shop apenas contienen plástico y las materias primas empleadas proceden de cultivo ecológico siempre que es posible, ya que la responsable del local intenta evitar que el alto precio de este tipo de productos suba demasiado el coste de sus dulces para que todo el mundo pueda disfrutar de sus innovadoras propuestas gastronómicas.
Dulces variados y para todos los gustos
Los sabrosos dulces que ofrece 33 Snack Shop varían día a día según lo que Rodríguez cocine, aunque los brownie, los blondies y las cookies nunca faltan en la tienda. "Mis postres son bastante americanos. Las tarta red velvet, guiness, tatin y de queso las hago por encargo", explica la responsable del negocio, que también ofrece porciones de los pasteles que elabora a diario y de bizcochos como el de plátano y chocolate.
El brownie está hecho con harinas sin gluten, pero no es apto para celíacos porque hay contaminación cruzada, tal y como Rodríguez explica siempre a sus clientes. Este dulce de chocolate puede estar elaborado con distintos tipos de harina, como la de arroz, la de patata o la de castaña, además de con boniato o alubias. "Tengo cookies con pétalos de rosa, fresas y chocolate blanco, las americanas y las de avena, que gustan muchísimo. Los blondies son de coco, chocolate y nuez", explica la responsable del local.
Los brownies, los blondies, la red velvet y los brioche veganos son las elaboraciones que más triunfan entre los clientes de 33 Snack Shop. Rodríguez confiesa que su debilidad son las crêpes con Nutella y actualmente trabaja para encontrar una receta saludable, sin lactosa ni azúcar, de este producto tan popular que prevé versionar con boniato, tubérculo que le proporciona dulzor y cremosidad. "Me encantan los frutos rojos en los postres y la tarta de manzana. Me gustan demasiado los dulces", bromea la responsable de 33 Snack Shop.
Muchos de los consumidores que pasan por la tienda buscan comer algo dulce "sin remordimientos", y la posibilidad de escoger productos en pequeño formato o un trozo de pastel es uno de los atractivos de la tienda coruñesa. "En Francia se hace mucho. Tenemos el hábito de comer fuera: llevar la comida, la bebida y un postre y comer en un parque", indica Rodríguez, hija de gallegos que nació y creció en el país galo.
33 Snack Shop no tiene mesas ni sillas para tomar algo allí, pero sus clientes pueden llevarse los deliciosos dulces de Rodríguez a casa para compartirlos en familia, con amigos o disfrutarlos mientras se lee un buen libro o se ve una película. Y es que los productos naturales obtenidos desde el respeto por el medio ambiente y el consumo responsable son cada vez una preocupación mayor en la sociedad y proyectos como el de Isabel Rodríguez hacen posible comer de un dulce de buena calidad cuidándonos por dentro y por fuera.