Leviatán es el nombre de la nueva propuesta gastronómica que ocupa el espacio que hasta hace unas semanas era el popular Leviandier en la calle Rosalía de Castro de A Coruña. Esta transición entre locales ha sido amistosa e incluso gracias a ella se han generado hilos de confraternidad que se ven reflejados en el nombre, donde se ha querido conservar parte de la esencia anterior.

El alma del proyecto es José María Pérez, más conocido como Pepu, que gestiona otros dos grupos hosteleros. Uno es el familiar que incluye a la vermutería y taberna Chitín junto a URO, además de otro a mayores en sociedad al que pertenecen Mamá Chico y Nómade. Este nuevo establecimiento no era algo que Pérez hubiese programado, pero reconoce que "era una oportunidad de negocio en una buena zona de la ciudad que no podía dejar pasar" y tan solo han pasado tres semanas desde que se hizo con el espacio hasta que abrió sus puertas este martes.

Las principales fortalezas de este negocio son una cocina en la que predomina la fusión asiático-mediterránea con una carta transversal y un local elegante pero con ambiente informal. Desayunos, comidas, cenas y copas integrarán la oferta del Leviatán, que incluso las noches de los viernes y los sábados será una seria opción de ocio a considerar para aquellos que quieran cenas de picoteo y posteriormente copas aderezadas con un ambiente divertido y festivo junto con la mejor música comercial.

Fuente: CEDIDA

Desayunos "british", brunch e innovación con platos "de siempre"

A primera hora en el Leviatán es posible disfrutar de desayunos con repostería de calidad (la misma que formaba parte de la oferta del Leviandier), aparte de diferentes como el ‘British’ a base de huevos fritos, bacon y salchichas frescas. Para aquellos que quieran cuidar un poco la dieta la opción pueden ser los bowls macrobióticos de açai u opviones veganas como la tosta de hummus.

A partir de este fin de semana a las 13:00 horas, los brunch estarán incluidos en la carta, con varios opciones, entre las cuales se valora introducir especialidades como el sushi. En cuanto a la comida, la carta es variada y con opciones para todos los gustos, pero el responsable del restaurante admite que "el sushi era importante" dado que el jefe de cocina, el italiano Simone di Flaviano, es un gran conocedor de este tipo de comida y también de la cocina thai.

Fuente: CEDIDA

"Queríamos algo informal con carta sencilla y de picoteo con cosas de toda la vida como ensaladilla y croquetas", expone, sobre lo que matiza que las croquetas son de chipirón y se sirven con sashimi de calamar braseado en la propia mesa o que la ensaladilla es de gallina con aliño peruano. Las alitas de pollo diávolo con ajetes y cacahuete, dumplings de cerdo con salsa sweetchili, tacos de lágrima de cerdo ibérico y mayonesa de jalapeño, la costilla de cerdo a baja temperatura con salsa barbacoa, el steak tartar de vaca con emulsión de pimienta negra o el lobster roll de bogavante y rabanitos encurtidos con chips al vinagre son otras de las exquisitas opciones.

Entre ellas, destacan por su peculiaridad el guacamole Leviatán en directo, que se elabora en la propia mesa, la cazuela de baba ganoush con tempura de berenjena o la crema de setas trufada con yema de huevo y su focaccia.

Precios para "diario" y productos de kilómetro cero

Los postres del restaurante no dejan nada al azar y en los detalles está el gusto. Actualmente en la carta figuran una deliciosa versión de café con leche, brownie de helado con naranja y espuma de fruta de la pasión o crema de cítricos con helado de leche y crumble de pomelo. Entre la bollería para primera hora del día o la merienda, destacan croissant, apetecibles bizcochos e incluso tartas de queso o diferentes frutas.

El precio medio de una comida en el local es de entre 25 y 35 euros y los platos de la carta oscilan entre los 10 y los 18 euros, unas cantidades "que permiten sentarse a la mesa a diario", según el dueño. "Buscamos ser en el día a día un café bistró con música ligera y agradable como jazz y por las noches empezaremos con house tranquilo y cenas chill out. Los viernes y sábados por la noche aspiran a ser "un local rompedor y joven y traer cosas que no hay en la zona".

Los fines de semana alrededor de las 23:00 horas bajarán las luces, se iluminará el techo y empezarán a sonar grandes éxitos comerciales de géneros populares entre el gran público como el reggaeton. "Será como cenar en un pub, donde acabas con la comida y puede venir el camarero a ofrecer chupitos de tequila. Queremos que la gente venga y se lo pase bien, en todos nuestros locales le damos mucha importancia a la parte experiencial", concreta. "Si alguien viene a las 10:00, a las 13:00 y a la una de la madrugada se encontrará con un local completamente diferente", dice.

La mayor parte de la carta está integrada por verduras y como destaca el responsable del Leviatán, intentan trabajar en la medida de lo posible con proveedores locales y sobre todo en Galicia "donde todo lo que refiere al verde es de alta calidad". Aparte, una de las bases de la oferta gastronómica son las opciones de platos veganos y vegetarianos.

60 referencias vinícolas y "Veinte mil leguas de viaje submarino"

La carta de vinos del restaurante incluye unas 60 referencias. La oferta más ambiciosa se centra en los blancos "con diferentes tonos que se escapan del blanco afrutado típico como el Godello", según Pérez, que indica que "buscan más complejidad". En cuanto a blancos, el hostelero destaca A Teixa del prestigioso enólogo Luis Anxo Rodríguez o el Vizar Verdejo de una bodega gourmet de Castilla y León fermentado en barrica en 2016.

Sobre los tintos, asegura que "la propuesta es muy comercial y más sencilla porque la carta marida más con blancos", pero recomienda el Vizar selección especial o el Malabrigo DO Ribera del Duero, en el cual "la relación entre la fruta y la madera es muy buena".

El nombre del restaurante también guarda cierta originalidad en el sentido de que conecta a su propietario con su niñez. Esto es debido a que en los 90 una de las lecturas favoritas de Pérez era la novela ‘Veinte mil leguas de viaje submarino’, del escritor francés Julio Verne, y en ella al submarino Nautilus lo confundían con el Leviatán, un monstruo de las regiones abisales que se asemeja a un dragón.