Situado en la calle San Vicente en Os Mallos, El de Manolín abría sus puertas en el año 2018. Al frente de este establecimiento está Manuel Cruz, que se decantó por este nombre después de la sugerencia de una amiga de la familia: "Yo estaba buscando un nombre y ella me dijo que le pusiera El de Manolín, porque por aquí me conoce mucha gente e iban a venir por mí. Si se llamara Bar América, la gente seguiría diciendo que van a la de Manolín".
Manuel había trabajado en hostelería, pero no estaba vinculado a este sector desde hacía 14 años. Tras distintas experiencias, decidió cumplir su sueño de abrir un establecimiento en su barrio y lo hizo pensando en que este sería un paso definitivo en su vida: "La dueña del local quería un contrato de tres o cinco años, pero yo le dije que mínimo 20, que venía para quedarme".
En dicho local, varios proyectos habían fracasado, pero El de Manolín ha conseguido establecerse en el lugar. El establecimiento hace gala de un gran encanto por su decoración y desprende un carácter familiar con clientes y empleados que reafirma su propietario: "El punto fuerte es la clientela, tengo mucha suerte con ella. A mí me gusta mimarte, suele venir la misma gente y por ejemplo, en los pinchos que damos, intento saber lo que le gusta a cada uno y hacer que el local sea como para cada uno de ellos".
Una gran opción para desayunar
Una de las cosas que más destaca de El de Manolín son sus desayunos. Por un precio muy accesible se puede disfrutar de café, zumo y una rica tosta hecha con pan gallego e ingredientes de la tierra.
Además, Manuel agasaja a sus clientes con un trozo de bizcocho, un churro o un pincho de tortilla, que suele triunfar entre las personas que trabajan en los juzgados y que son clientes habituales del local.
Tostas y pizzas con sabor de la tierra
Las tostas anteriormente mencionadas se pueden consumir también a la hora de la comida y durante la cena. Están hechas con pan de gran calidad y son muy abundantes. Aunque la carta tiene 20 variedades, son seis las que más éxito tienen. La de chicharrones, chorizo de Lugo y mermelada de tomate con rulo de cabra y nueces son las que más triunfan entre los clientes.
Por otro lado están sus pizzas, hechas con pan de aldea y con la que pueden comer dos personas. Manuel ofrece seis variedades que llevan los nombres de sus familiares y amigos, entre las que destaca la pizza Toni, petición de un buen amigo del hostelero y que se ha convertido en la favorita de los clientes. Jamón serrano, tomate natural, rulo de cabra y queso del país son sus ingredientes.
Durante el mediodía existe otra opción que es plato del día. Este lo hacían para comer los trabajadores del local, pero algunos clientes pidieron que lo llevaran a la carta. Además ofrecen pinchos con las consumiciones como tortilla, ensaladilla o ensalada de pasta, que suelen ser abundantes y servir como cena al pedir un par de rondas.
El local abre de lunes a jueves de 8:15 horas a 23:00 horas y hasta la 1:30 horas el viernes y el sábado, donde se acercan pandillas de la zona a disfrutas de las copas. Los domingos el local está cerrado a no ser que el Dépor juegue fuera de casa, ya que abre para retrasmitir los encuentros del conjunto blanquiazul.
Así es El de Manolín, un proyecto que en sus casi cinco años de vida ha conseguido ser una insignia en su barrio, a base de tratar con mimo a su clientela y ofrecer rica comida con los mejores ingredientes de nuestra tierra.