Los inicios de Victoria se remontan a la ciudad de Santiago de Compostela del siglo pasado. La familia, socia de la actual empresa Autobuses Seoane, se dedicaba ya al sector transportes cuando las personas se trasladaban en diligencias de caballos. Ese vaivén traía consigo cierto movimiento de mercancías y entonces Victoria Seoane decide abrir una lechería para servir como ultramarinos a la ciudad en el local de la salida de las ya mencionadas carrilanas.

Antigua tienda Victoria. Fotografía:

Desde 1929 han pasado cuatro generaciones de la familia por el negocio de la calle del Hórreo. Actualmente Alimentación Victoria continúa abriendo sus puertas cada día en el número 76-78 para ofrecer productos de calidad a los locales y turistas.

Una tienda de barrio para todos

Hablando con Ricardo, uno de los gerentes actuales de Alimentación Victoria, nos cuenta que la clientela de Victoria se divide en tres ejes principales. Por un lado tienen mucha clientela de toda la vida que lleva décadas o incluso toda su vida comprando allí. Gracias a la nueva Estación Intermodal, la calle se ha convertido en una de las principales entradas a la ciudad, aumentando el número de turistas que se acerca a curiosear al llamativo local. Por último, el sector estudiantil, que encuentra en los menús diarios una buena opción para su día a día.

Comida casera para llevar y productos especializados

Uno de los puntos fuertes del negocio es la ya mencionada comida para llevar y los menús del día, que incluyen un primero, un segundo y un postre por 9,95€. En Alimentación Victoria se trabaja con productos del día para elaborar comidas preparadas. "Lo que más se vende son los platos clásicos como la tortilla, croquetas, ensaladilla, lasaña…", explica Ricardo, "aunque también tienen buena acogida creaciones más modernas como los panes bao o pokes".

También tienen un amplio obrador que prepara diariamente productos de pastelería y panadería. ¿Los dulces preferidos de la clientela? La tarta de queso al horno y el brownie.

Con el paso del tiempo los negocios han cambiando, pero Victoria continúa manteniendo su esencial tradicional. "Mantenemos la función de ultramarinos, de tienda del barrio", afirma Ricardo, uno de los actuales gerentes, "pero también ofrecemos productos más especializados". Cervezas internaciones o chocolates premium son algunos de los productos que se pueden encontrar entre los estantes del lugar. "Hay productos difíciles de encontrar e importar, pero son los quue nos permiten a los operadores pequeños competir con los grandes distribuidores.

Además de esos productos gourmet, también nos encontramos con todo lo necesario para el día a día, frutas, verduras, e incluso productos de limpieza y demás útiles para el hogar.

Diseño clásico en un edificio de los años 50

La tienda, diseñada por la familia, está pensada para que encaje perfectamente con el local y no parezca algo artificial, sino una tienda de barrio que siempre ha estado ahí, emplazada en ese edificio de los años 50, de corte regionalista y clásico.

De hecho, Ricardo, nos comenta que tienen en mente abrir otro local de Alimentación Victoria en la ciudad. "El diseño de esa segunda tienda no será igual que esta, sino que atenderá a las características del lugar en que esté ubicado", afirma.