Utopía nació como el sueño cumplido de Alejandrina Calvo que a su pareja, Juan Álvarez, le permite pasar más tiempo con ella. Este local ubicado en la Ciudad Vieja de A Coruña apuesta por la comida ética, principalmente vegana, y acepta la visita de mascotas que acompañen a sus dueños a disfrutar de una cena elaborada con productos de proximidad, de un cóctel mientras escuchan un concierto en directo o de las exposiciones que se irán sucediendo con el tiempo.

El establecimiento abrió sus puertos el pasado 17 de noviembre en el número 17 de la calle Santiago. "Uno de sus sueños es cocinar y para mí, era estar con ella. Yo tenía un trabajo que requería que estuviese muchos meses fuera de casa y decimos montar esto para poder estar más tiempo juntos y que Alejandrina pueda hacer lo que realmente le gusta", explica Álvarez sobre la razón principal que impulsó este proyecto.

Una carta muy cuidada con productos de temporada

Utopía da comidas y cenas. La mayor parte de la carta es vegana y aquellos platos que llevan ingredientes animales, lo hacen con productos procedentes de espacios en los que el cerdo, por ejemplo, no haya sido explotado y haya tenido la oportunidad de crecer al aire libre.

"La carta va a ir variando por temporada, porque a veces no es fácil conseguir el producto que queremos de una forma continuada. No vendemos nada que no esté hecho en el local", explica Calvo, que concreta que elaboran desde seitán y el tofu hasta la pasta.

Algunos de los platos fijos son el pulpo vegano á feira con cachelos, el solomillo de seitán con reducción de Mencía, la pita de yuba o el abadejo, que se sirve marinado con frutos rojos, salado e hidratado con aceite y cilantro antes de servir en una tosta de pan de centeno. La carta también incluye en estos momentos ravioli ibérico o tacos, entre otras opciones para todos los gustos.

Los más golosos, además, podrán degustar diferentes opciones dulces que variarán a lo largo de las semanas en función del producto de temporada. Utopía tiene ahora en carta un crumble de manzana gallega con canela y avena e Islandia, una tierra de cacao con crema de queso y salsa de granada de la que también hay versión vegana.

"Tenemos una carta de vinos muy pequeñita pero muy especial, que no puedes encontrar en otros sitios de A Coruña. Son bodegos de amigos, vinos naturales…", explica el responsable del local. "Intentamos mimar todo: tenemos un café ecológico sustentable que es una maravilla y una leche que viene de unas vacas que están en el campo que es una pasada. Dentro de lo posible, hacer las cosas lo mejor, sin engañar a nadie", añade Calvo.

El local, especializado en cócteles y que también ofrece desayuno, brunch y una amplia variedad de pinchos con el vermú de los fines de semana, abre todos los días excepto los martes. El horario habitual es de 10:00 a 23:00 horas excepto sábados y domingos, cuando es de 12:00 a 01:00 horas.

La importancia de la cultura y la bienvenida a los animales

"Vamos a hacer exposiciones tanto de fotografía como de pintura, cortometrajes y música en directo", comenta Álvarez sobre esta apuesta cultural centrada en la promoción de artistas de A Coruña o sus alrededores. La primera muestra, en la que participan siete autores, ya se puede ver en el local, al igual que el mural que Maru Astray hizo con motivo de la apertura del establecimiento.

Los responsables de este proyecto defienden la importancia de hacer las cosas como ellos creen. "No podemos cambiar el mundo pero sí nuestra casa. Por eso es también Utopía, intentar hacerlo como queremos", explica Juan Álvarez, a lo que Alejandrina Calvo añade: "Un sitio en el que te sientas cómodo, donde te cuiden pero también que el cliente nos cuide a nosotros, tener una relación más sana de la que se suele tener en hostelería".

Las exposiciones y los conciertos se irán anunciando a través de Instagram, mientras que las personas interesadas en ir a disfrutar de alguna de las propuestas gastronómicas, cócteles o vinos de Utopía pueden hacerlo sin reserva o con ella. Y los animales, que son bienvenidos, también tendrán su propio pincho con la consumición.