Hablar del restaurante El Rincón del Reino de A Coruña (Castiñeiras de Abaixo, 24) es hablar de comida casera elaborada a diario, productos de calidad y sobre todo, su lasaña de centollo. Es una de las grandes estrellas de la carta desde hace 10 años, momento en el que los dos locales del propietario, el actual que se llamaba el Rincón y otro cercano más pequeño que llamaba el Reino, se fusionaron en solo uno que sigue funcionando a pleno rendimiento con sus mesas llenas cada mediodía durante la semana y gran afluencia las noches de jueves a sábado.
Esta especialidad poco habitual de pasta surgió un día cualquiera en el que una pescadera a la que le compraba habitualmente le ofreció 50 kilos de centollas "vacías", es decir, con carne pero sobre todo en las patas, lo que le indicó que para servir como ración no era adecuado pero sí para elaboraciones como rellenos o croquetas. El responsable del restaurante, David Mariño, así lo hizo y rememora que se pasó una tarde entera pelando el marisco, lo que le dio como resultado unas 15 raciones de changurro (la carne de changurro es una combinación de todas las carnes del centollo y el buey de mar como pinzas, cola y coral).
Esta opción, muy trabajosa para poco resultado, no le convenció, por lo que probó con la carne de centollo como ingrediente principal de su lasaña propia, dado que en otros restaurantes de la ciudad no había encontrado una elaboración de este tipo que le convenciese del todo. Su experimento ha quedado demostrado con el tiempo que ha sido todo un éxito, porque en El Rincón del Reino elaboran unas 15 lasañas diarias que "vuelan" y unas 120 a la semana que nunca sobran.
Para poder asegurarse este codiciado manjar, el responsable del restaurante invita a indicar a la hora de reservar (preferiblemente con un día de antelación mínimo) el número de comensales que se sentarán a la mesa y aquellos que querrán lasaña, para así contar con ello y que los clientes no se queden sin el plato que desean probar. Está elaborada a base de bechamel con salsa de tomate, mantequilla, leche, nata, carne de centollo y un toque casero que la hace especial.
Filosofía de "o prato cheo"
Mariño comenta que ellos son del dicho gallego de "Cal é o prato que máis che gusta? O prato cheo". Por ello, las raciones que sirven en el restaurante se caracterizan por su abundancia, de hecho la lasaña es de aproximadamente 500 gramos y ocupa un plato entero, además de que hay otras opciones como: arroz caldoso con almejas, berberechos o sepia; la croca, pescados a la brasa, tomate con ventresca, salpicón o croquetas de jamón o cocido.
"Si vienen dos personas, con dos raciones pueden comer bien y cuatro personas con tres también, la idea es compartir", explica Mariño. Un detalle importante es que el restaurante no funciona con comida congelada, es decir, las lasañas o las croquetas se elaboran a diario.
La clientela más habitual son comensales de una media de 50 años, aunque también visita el restaurante gente joven. Son sobre todo trabajadores de oficinas cercanas en plaza de Vigo o Lugo, de los Juzgados o del Puerto de A Coruña, a los que atrae sobre todo la filosofía de compartir raciones porque ayuda a ajustar los precios. Comer en El Rincón del Reino dos personas con dos raciones y bebida que no sea vino es de un coste de 18 euros por persona. Además a 11 está el tomate con ventresca o a 14 la ración de arroz, que es adaptable a una persona y no mínimo para dos como sucede en muchos locales hosteleros.
Los postres son una asignatura pendiente en el restaurante, según su dueño, aunque como opciones actualmente dispone de deliciosas milhojas de la panadería Carral y tiramisú casero. En cuanto a vinos, Mariño en el local que cerró trabajaba el "chateo" con copas, algo que mantiene en su establecimiento a día de hoy pero en la terraza o las mesas altas. Los rangos de precios de su oferta de vinos van desde los 15 euros hasta los 50 y cuenta sobre todo con blancos gallegos, además de Rioja o Ribera del Duero.
Comida para llevar
El comedor de El Rincón del Reino tiene capacidad para unas 80 personas, que unido a las mesas altas de la entrada y la terraza exterior suma unas 100. Últimamente están trabajando con comida para llevar y lo que más triunfa son la lasaña, el arroz o la croca. Próximamente tienen pensado funcionar en este ámbito con una máquina de envasado al vacío.