Con la llegada de julio despedimos el tiempo primaveral y saludamos definitivamente al verano. Los días soleados han llegado a Galicia para quedarse, y con ellos todas nuestras actividades favoritas para las jornadas donde la lluvia no amenaza con aparecer de improviso. Surgen las comidas al aire libre, las cenas con amigos aprovechando hasta el último rayo de sol, y aquellos que cuentan con porche y barbacoa disfrutan de los pequeños placeres que se vieron obligados a aparcar durante el invierno.
Ya os contábamos la semana pasada los secretos para disfrutar del mejor picnic, pero ahora toca hablar de un verdadero must en lo que a mediodías estivales se refiere; el churrasco. La carne a la brasa es una de esas cosas que triunfan con muy poco, pues solo necesitas una materia prima de calidad y un fuego bien hecho para saciar hasta el más remilgado de los paladares.
Sobre su origen o raíces, poco podemos decir de una forma de preparación de carne tan típica en nuestras tierras que parece que nos ha acompañado durante toda la historia. Se dice que su gran popularidad en Galicia reside en su carácter de pueblo emigrante, pues muchos de los partidos hacia países como Argentina o Uruguay introdujeron este tipo de cocinados a su vuelta. Ahora bien, no puede faltar nuestro especial toque; por eso en un buen churrasco gallego es inolvidable acompañar la carne a la brasa de productos como los chorizos o los pimientos de padrón, que también se preparan perfectamente con este tipo de cocinados.
Hay muchas dudas y muchas versiones de la misma historia si de lo que hablamos es de la mejor manera de preparar un clásico churrasco. Comenzaremos con el eterno debate sobre qué carne es la adecuada. Dependiendo de la zona de Galicia en la que nos encontremos, las respuestas serán más bien diferentes. Es común encontrar en A Coruña y alrededores con variantes de churrasco tanto de cerdo como de ternera, mientras que en las Rías Baixas la opción predilecta es el cerdo, y la ternera ocupa un segundo puesto en lo que se refiere a popularidad.
Ambas carnes tienes sus fieles adeptos y sus profundos detractores, así que no hay una respuesta correcta para esta dualidad; lo mejor si se tienen dudas será combinar. Además del clásico costillar del cerdo o la falda del vacuno también existen opciones un poco más originales, como la croca, las chuletas de cerdo o de ternera, o incluso la opción del pollo a la brasa, muy popular entre los más peques. ¡Y tampoco podemos olvidar unos buenos chorizos criollos para acompañar!
Además de la elección de la carne, también podemos añadir otros condimentos como un buen macerado que le aporte un sabor diferente a la hora de cocinarla a la brasa. Proponemos untar nuestra carne de elección en salsa chimichurri o en barbacoa, o quizás en una mezcla con ajo y perejil durante al menos unas horas antes de introducirla en la parrilla.
Macerados aparte, ¿cuál es la mejor salsa para acompañar a nuestro churrasco? Tampoco aquí hay consenso alguno, tan solo mil opciones entre las que poder elegir dependiendo del día y la apetencia del momento. Ya hablamos del clásico chimichurri, una mezcla de ajo y especias como el tomillo, el comino, el pimentón y la guindilla. También está la salsa verde, una mezcla de ajo, perejil y laurel triturada hasta conseguir consistencia homogénea. Y sin duda no podemos olvidar de la típica salsa de churrasco, un clásico de cualquier restaurante gallego que sirva este manjar. La receta es secreta y depende del negocio concreto, algunas siendo una tradición familiar que guardan con mimo. Lo único que podemos desvelar es que normalmente lleva ingredientes como aceite y vino blanco, laurel, ajo, orégano, pimentón y tomillo… Poco más podemos decir.
¿Y el acompañante? Aquí lo mejor es huir de las complejidades y las complicaciones, y optar por lo sencillo. Las patatas fritas y la ensalada es un complemento casi internacional; son platos que no buscan el protagonismo, que indiscutiblemente se lo llevará la carne. También podemos optar por la influencia americana y acompañar el plato con unas buenas mazorcas de maíz también hechas a la brasa; normalmente se les unta mantequilla para que desprendan un buen sabor. Otra idea es hacer un mix de verduras a la brasa para complementar a la carne; los pimientos y los calabacines a la parrilla son una preparación estrella.
Parece que ya tenemos los conocimientos básicos para preparar un churrasco de primera. Ahora solo necesitamos una buena bebida que mantenga el listón alto, compañía adecuada para este plan tan animado, ¡y a disfrutar!