Santiago de Compostela cuenta desde el pasado febrero con una nueva referencia en cerveza artesanal. La cervecería Sindueña, situado en la rúa Nova, en un local pegado al Teatro Principal, cuenta con más de 20 grifos y 200 referencias en en su carta, para que todos los que buscan adentrarse en el mundo del lúpulo pueda explorarlo ampliamente.
A pesar de estar en un local discreto dentro del casco histórico compostelano, el establecimiento cuenta con un espacio mucho más amplio de lo que aparenta a primera vista. Y es que en la parte trasera de la cervecería tienen un comedor que da a un pequeño patio interior con un camelio protegido por Patrimonio Histórico.
Sergio Eceiza, el encargado, recuerda cómo fue el proceso para renovar el lugar. "Hicimos la reforma integral", explica. "En lugar de hacer el típico lugar de la zona vieja, que es como muy invernal, lo que hicimos fue ponerle blancos y madera clarita para que sea invierno o verano no te de pereza estar aquí dentro". El espacio es diáfano y se completa con tonos verdes y unas luces led que cambian de color según el momento del día en el que estés.
La cervecería es parte de la empresa Gula Galega, una distribuidora de cerveza artesana que nació apra dar respuesta a la demanda de cerveza que existía en la comunidad. Cuentan con otros locales de distribución en A Coruña, Vigo o Pontevedra, pero notaban que en Santiago faltaba esa oferta y que tenía que estar en forma de establecimiento. "Era una idea que teníamos desde hace tiempo", recuerda. "Lo que existía no daba respuesta a la demanda que pensamos que hay aquí".
Al contrario que otros locales similares, Sindueña apuesta más por la comida de plato, al estilo del street food más conocido, como pueden ser el fish and chips, los bocadillos de carrilleras o el sashimi. Con todo, quizá lo más importante de la carta es que es completamente apta para celíacos. Eceiza revela que, aunque en un principio pensaron en incluir pan normal, finalmente lo descartaron para evitar contaminaciones con el resto de alimentos.
"Cuando se lo planteamos al cocinero nos dijo que no había ningún problema, aunque algunas cosas las tuvimos que descartar o modificar. Una cosa curiosa es que el rebozado de los fish and chips está hecho con cornflakes", comenta. "Hay gente que no se entera que esta carta es sin gluten".
Jóvenes que prueban de todo y mayores que se van al sabor industrial
A pesar de llevar abierto apenas unos meses, los encargados de la Sindueña ya han identificado cómo se comportan alguno de sus clientes. "Viene mucha gente que no tiene ni idea de cerveza artesana pero llega, se le explica y le gusta", señala. "Ves bastante a señores mayores, que salen a tomar algo y son los típicos clientes de Estrella Galicia o Mahou pero que llegan aquí prueban y les mola".
"Las parejas mayores prueba cosas parecidas a la industrial pero en artesana. Los turistas extranjeros vienen mucho a la cerveza local y beben mucho por pintas, no por cañas. La gente joven vienen un poco a probar un poco de aquí y un poco de allá".
Los clientes extranjeros sin embargo, siguen siendo los que más atrae esta cervecería. "Fuera hay mucho más consumo de cerveza artesana", lo justifica Eceiza.
Desde Sindueña esperan que, a medida que pase el tiempo y conforme vayan ampliando más con una posible zona de terraza en la entrada. De este modo, los visitantes y compostelanos que quieran disfrutar de algunas de sus referencias más demandadas, como pueden ser las IPAs, la de Budvar, una cerveza checa, o la vasca Kiskale, que mientras estuvo en rotación en el grifo se hizo popular entre los habituales.
Además en los próximos meses, de cara al otoño, la cervecería también quiere introducir otras novedades como puede ser las catas de café de especialidad o de iniciación al mundo de la cerveza artesana, algo que, en anteriores ocasiones "estuvo genial y vino bastante gente". ¿La otra gran sorpresa? Las sesiones beermú con un DJ para "animar a la gente" durante los mediodías.