Dadi Coffee es el nuevo vecino de Santa Cristina (Avenida de Santa Cristina, 2) desde hace justo una semana y ya son muchos lo que han visitado este original local que no deja a nadie indiferente (ni tampoco a su paladar).

Lo primero donde se detiene la vista en en lo peculiar de la apariencia del local, con mobiliario conseguido en plataformas como Wallapop o anticuarios (un carrito proviene de una fábrica de calzado antigua o una mesa cercana a la ventana era la antigua superficie de trabajo de un carpintero, además de cuadros de exposiciones de arte y galerías antiguas).

Foto: Quincemil

El nombre se debe a la unión de parte de los nombre de David, Alana y Diego, los hijos del dueño del negocio, Albero Vázquez, que cambió el mundo del textil donde trabajó durante años por la cocina en esta ambiciosa aventura personal. Siempre le gustó cocinar con sus hijos y es un amante de la comida saludable, tanto que admite que valora incluso más como sientan los alimentos que las propias especialidades en sí mismas. Desde hace una década está instalado en Oleiros y vio nicho de mercado en un negocio como el que ha creado porque considera que no existía nada parecido.

Las ideas para la cafetería surgieron de ver otras en sus múltiples viajes por el mundo, sobre todo a Asia, que realizó por obligaciones laborales y por ocio, dado que es un apasionado del surf y una figura popular de este deporte en A Coruña y alrededores.

Bajo su criterio, más que la interacción en redes, considera que "el mejor like es el boca a boca y que la gente se vaya satisfecha". Uno de sus elementos diferenciadores es el cariño con el que lo hacen todo y de hecho sus especialidades caseras se centran en la granola (que tienen a la venta) y el açaí, que se puede degustar en deliciosos bowls.

Desayunos saludables, enrrollados y dobladas

Una de sus futuras incorporaciones será una ventana take away a través de la cual dispensarán los productos que hayan pedido los clientes mediante una app que comenzará a funcionar pronto. De momento, el servicio se limita a atención en el local y sobre todo está orientado a aquellas personas que quieran disfrutar de un buen desayuno sin prisa leyendo algo interesante (disponen de un rincón tipo biblioteca con publicaciones como Esquire, entre otras).

Las tostas son una de las opciones para empezar la mañana y a la típica de aguacate la convierten en algo más gracias a ingredientes como la especie egipcia dukkah, junto con brotes verdes y frutos secos. Otra opción sería la tosta Daddi (una de las especialidades) a base de tomate, aceite de oliva, rábano, aguacate, semillas de amapola y huevo escalfado.

El açai que elaboran es con fruta congelada y como novedoso respecto a otros locales en la carta figuran bowls de aguacate frío o de espirulina. Las tortitas también tienen cabida y las de la casa integran diferentes productos como miel, azúcar glass, almendras laminadas, virutas de chocolate, plátano y carambola (fruto de un árbol tropical). Otra mezcla sorprendente es la del sandwich Daddi, que se adereza con mango para darle un toque diferente, además de integrar otros ingredientes como jamón, queso, lechuga, tomate o cebolla roja.

Para beber, los batidos son la opción ganadora, destacando por ejemplo el de cacahuete con crema d cacahuete, plátano, leche de avena o dátiles y para aquellos más atrevidos incluso se puede mejorar más el sabor con un toque de café expreso diluido en su interior. Aquellos que acudan al mediodía a tomar una caña o un vino podrán probar tapas de hummus de edamame o remolacha y se servirán platos itinerantes y ensaladas distintas en función de la temporada.

El Dadi Coffee ofrece opciones vegetarianas como un enrrollado asiático, cuyo responsable asegura que sorprende por su sabor y la salsa agridulce que lo acompaña y en las dobladas (una especie de piadinas) destaca sobre todo la de pesto y berenjena y otra de guacamole con salsa de yogur. Otro de los productos poco habituales del local es el bowl de albacora, una especie de atún propio de Galicia, que se sirve junto a rábano o zanahoria emulando a los pokés pero sin serlo.

Proyecto vivo y en crecimiento

El proyecto del Dadi Coffee "está vivo e irá creciendo", según Vázquez, que no descarta que el local se convierta en espacio de galería para artistas locales. Todo ello unido a los precios "asequibles" que considera que han puesto para atraer a la gente guiados porque creen "en el precio justo de las cosas".

"Me gustaría conseguir la sonrisa de la gente y que sea un gusto para ellos venir aquí", asegura satisfecho, dado que a partir de ahora se dedicará por entero a su pasión de la cocina y a su faceta de anfitrión, algo que ya aplicaba en casa invitando a comer a grupos grandes de amigos.