"Non hai fronteiras", decía el trío Tanxugueiras. Algo así debió pensar César Barrera cuando se lanzó desde su Colombia natal a empaparse de la gastronomía gallega. Empezó trabajando en la calle coruñesa que coincide con su apellido y allí se fue enamorando de la ciudad, de sus tapas y sus raciones.

César es un ejemplo de que con trabajo y esfuerzo todo se consigue, porque años después se ha consolidado con A Fuego Lento, el negocio hostelero que regenta con su mujer Andrea en el número 16 de la calle Alfredo Vicenti.

Entrada de A Fuego Lento (Foto: Quincemil)

A Fuego Lento celebra este mes su sexto aniversario. César y Andrea cogieron el local en 2018 y con trabajo y esfuerzo lo han convertido en un referente en la zona. El establecimiento ya cuenta con sus parroquianos habituales, pero en verano también consiguen conquistar a muchos turistas que quieren disfrutar de la gastronomía local.

El nombre hace honor al estilo de su trabajo, con mimo y cariño, buscando que sus platos salgan con la mejor calidad posible. Buen producto, recetas clásicas e infalibles y un cocinado de calidad son las tres claves que hacen que los platos de este establecimiento sean todo un seguro si queremos disfrutar de una buena comida o cena.

Pequeño, pero bien aprovechado

A simple vista, A Fuego Lento parece más pequeño de lo que es. La parte de abajo es acogedora, pero el local se complementa con una terraza que siempre se llena cuando hace buen tiempo y con una segunda planta que dispone de un comedor perfecto para grupos.

Planta baja de A Fuego Lento (Foto: Quincemil)

El establecimiento abre desde las 10:00 horas y sirve café con bizcocho casero que triunfa entre la clientela. Ahora bien, su punto fuerte es sin duda la hora de la comida y de la cena. A Fuego Lento es un sitio de los de toda la vida para pedir tapas o raciones para compartir con platos que nunca fallan.

Comedor de arriba de A Fuego Lento (Foto: Quincemil)

Chipirones y raxo como platos estrella

Dentro de esta carta destacan especialmente dos platos infalibles de las gastronomía tradicional: los chipirones encebollados y el raxo al cabrales. A César le llamaron mucho la atención cuando llegó a Galicia, se puso a perfeccionar su técnica y ahora son dos grandes delicias que podemos disfrutar como tapa, ración o media ración.

Chipirones encebollados (Foto: Quincemil)

La carta se completa con otros clásicos infalibles como las croquetas o la tortilla. Todas las elaboraciones se hacen de forma casera, al momento y con buena materia prima. Aunque en la carta no hay ningún plato de la cocina colombiana, César hace a veces alguna preparación cuando recibe a clientes latinos.

Raxo al cabrales y croquetas (Foto: Quincemil)

Los que quieran disfrutar de la cocina de A Fuego Lento sin salir de casa pueden hacerlo también a través de las plataformas de comida a domicilio habituales. Eso sí, lo mejor es visitar su local y conocer de cerca a este encantador matrimonio. Su horario es de de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 y de 20:00 a 00:00 horas. Los sábados retrasan la apertura a las 12:00 y los domingos solo abren de 12:00 a 16:00 horas.