Galicia es conocida por su rica y variada gastronomía: desde sus platos más típicos, como el pulpo á feira o el lacón con grelos, hasta sus propuestas más extrañas, como la lamprea o las minchas o caramuxos, las "pipas" del mar gallego. Opciones hay varias y para todos los gustos, pero si estás de visita por Lugo no deberías dejar de probar un embutido que solo se elabora en los municipios de A Fonsagrada (Lugo) y O Barco de Valdeorras (Ourense).

El butelo (botelo en castellano) es un delicioso producto cárnico que guarda un estrecho parecido con las salchichas, los chorizones o las morcillas. Este se elabora con al menos un 70% de costilla, con un 15% de espinazo y otros huesos con carne, como magro o carrillada, y su origen es algo discutido.

No existen muchas referencias a su supuesto pasado prerrománico, si bien lo que sí es seguro es que ya era un plato estrella en el Medievo. Tras el añadido del pimentón, este embutido se convirtió en uno de los platos del entroido gallego, junto al cocido, el lacón y los grelos, aunque el resto del año se puede encontrar fácilmente en las provincias de Lugo y Ourense.

Ha aparecido en numerosos estudios, recetarios y libros de gran calado

Amparador en una Indicación Geográfica Protegida (IGP), el butelo ha aparecido en numerosos estudios, recetarios y libros de gran calado, como el famosísimo A cociña galega, de Álvaro Cunqueiro y las referencias escritas que nos dejó Manuel Puga y Parga, alias Picadillo. Otro ejemplo de la popularidad del butelo es que cada año, a finales de enero, se celebra una fiesta en el municipio de O Barco de Valdeorras en honor a este plato. 

Podemos encontrar otras versiones similares en Asturias, en León y en el norte de Portugal, pero el botelo gallego cuenta con un mayor tiempo de ahumado, lo que se traduce en un sabor más marcado. Si queremos comprar un embutido de calidad, debemos tener en cuenta que la tripa en la que se embute el contenido es natural, por lo que no nos encontraremos con una forma fija, aunque por lo general es corta, rechoncha y con un buen grosor. 

El butelo se debe cocinar sin prisas y con abundante agua, en una olla destapada. Una vez listo, hay que dejarlo reposar en una bandeja y cortar en cruz, separando en cuatro al producto. Se suele acompañar con patatas y grelos, aunque como sustituto a este superalimento también podemos añadir repollo.