La Praza de Abastos, además del lugar preferido por los compostelanos para llenar la cesta de la compra con productos gallegos, es a día de hoy el epicentro gastronómico de Santiago. Sin embargo, hace diez años, cuando Abastos 2.0 y O Curro da Parra se establecieron, esto no era así.
En noviembre de 2010 arrancó la andadura de O Curro da Parra, un restaurante fundado por Adrián Comesaña y Queco Arias, dos socios que acababan de volver de Londres buscando un local donde poner en marcha un proyecto con los conocimientos adquiridos en el extranjero.
Tras buscar tanto en Santiago como en Vigo, dieron con una casa del siglo XIX entre la Rúa do Curro da Parra y la Rúa Travesa, a escasos metros de la Praza de Abastos, desde el que echar a andar su proyecto.
"Era un local que estaba en el Casco Histórico y, aunque estaba muy escondido y era pequeño, era defendible y tenía un alquiler asequible", explica Queco Arias.
Sus inicios, en plena crisis, fueron duros: los amigos de Queco y Adrián les decían que estaban locos por querer montar un restaurante "cuando ya había 200.000 más" y por, encima, abrir en noviembre, "cuando está lloviendo todo el día y no hay ni un alma en la zona vieja".
A pesar de la dificultad de los primeros meses, estos dos socios lo suplieron "con muchísimas ganas y yendo poco a poco", ya que desde el principio tenían claro lo que querían: "No invertimos en publicidad, sino en un buen servicio, cariño en el trato personal y producto".
Con estos ingredientes y una apuesta por una cocina gallega "de mercado y puesta al día" a partir de "dos pescados, dos carnes y cuatro entrantes, cuatro cosas bien hechas", O Curro da Parra se fue haciendo un hueco, gracias también a las buenas críticas y al boca a boca.
Con el paso de los años la zona se fue poblando de más restaurantes -incluido el Café de Altamira, impulsado por los mismos socios- hasta convertirse en lo que es a día de hoy: el segundo lugar más visitado de Santiago después de la catedral y el espacio gastronómico de referencia.
En todo caso, Queco apunta que "no es nada innovador", ya que "todas las ciudades tienen una zona así" y alrededor de la Praza de Abastos se ha creado "una burbuja como puede ser la de los festivales".
Los últimos meses han sido "horribles" a consecuencia de la pandemia y "tan solo se pudo aprovechar un mes en verano". De cara al invierno, el objetivo es "jugar a la defensiva y esconderse a ver si pasa pronto el temporal".
O Curro da Parra, mientras tanto, mantiene su apuesta: "cocina contemporánea de mercado y de raíces gallegas con buen producto, buen servicio y un trato cercano en un local acogedor".