La Viñoteca Ventosela abrió sus puertas un 24 de julio de 2009 en Santiago con una propuesta muy definida de la que no se ha movido un ápice hasta el día de hoy: ofrecer vinos diferentes y por copas acompañados de tapas, apostando por el embutido de calidad.

Esta vinoteca situada en la ahora muy turística Rúa da Raíña consiguió convencer al público local -que constituye el 80% de su clientela- y ahora, más de una década después, ostenta uno de los diez nuevos ‘Soletes’ que la Guía Repsol ha repartido en la capital gallega.

Detalles del interior de Viñoteca Ventosela.

"Foi toda unha sorpresa: non contábamos cun ‘Solete’ nin de broma, pero agora que xa estamos de volta despois dun ano no que o pasamos moi mal isto axúdanos a seguir coa forza a tope", explica en una entrevista concedida a Quincemil el propietario, David Dopazo.

Así, a pesar de que hubo quien auguró que con su propuesta iban a durar poco –"equivocáronse, gracias a Dios"–, la Viñoteca Ventosela tendrá un hermano este mismo año: otro local en la Rúa da Raíña donde, además de mantener "ou ampliar" su oferta de vinos también habrá raciones calientes.

Origen

La historia de la Viñoteca Ventosela arranca en 2009 en una de las calles más emblemáticas de Santiago, la Rúa da Raíña, con un local "pequeno pero con encanto" en el que Dopazo tenía totalmente claro qué proyecto quería poner en marcha.

"Eu fixen o que me gustaba e a día de hoxe sigo con iso: temos moitísimas referencias e viños por copas e sempre diferentes, a maior parte galegos e de bodegas pequenas", relata el propietario de la vinoteca.

Detalles del interior de Viñoteca Ventosela.

Así, pese a que también cuenta con vinos que "hai que ter", como algún Rioja o Ribera del Duero, el Ventosela se diferenció desde el primer momento por traer referencias "menos comerciais" o "de zonas de onde non é moi común que haxa", como Betanzos o Negueira de Muñiz.

La oferta de vinos se complementa con generosas tapas de embutido y queso "de calidade", marca de la casa, y una carta fría con tostas, ensaladilla o boquerones.

"Ó principio había xente que viña a por marcas en concreto máis comerciais que non tiñamos e dicían que íamos durar pouco tempo: a verdade é que se equivocaron, gracias a Dios", celebra Dopazo.

El público

Y es que el local consiguió labrarse una clientela "moi fiel" desde sus inicios, muchos de los cuales "empezaron a meterse no tema do viño" a raíz de su experiencia en la vinoteca.

"O noso público é sobre todo local: aínda que estamos nunha zona turística, a xente de Santiago é máis do 80% da clientela e repite tódolos días, dá igual que sexa verán ou inverno", prosigue.

Un cliente en el exterior de Viñoteca Ventosela.

Con el paso de los años Dopazo ha notado que cada vez "hai máis xente aberta a probar cousas novas" en lo que a vinos se refiere, a la vez que han proliferado otros locales que buscaban una oferta diferencial en su carta de vinos.

En la carta del Ventosela hay propuestas para todos los gustos: la cifra va cambiando, pero siempre hay alrededor de 35 vinos por copas que van desde precios bajos hasta los diez euros.

"Cada dúas semanas imos cambiando as pizarras, pero sempre temos unhas 35 opcións de viño por copas e un total dunhas 80 referencias", apunta Dopazo.

El presente

Aunque en los últimos años sí ha notado la mayor llegada de turistas y "cantos máis veñan, mellor", el local "está montado para a xente de aquí", algo que ayudó a capear mejor la pandemia.

"Foi un ano e medio duro, tivemos que estar cerrados moito tempo porque coa capacidade que ten o local non era posible abrir co 50% de aforo, pero xa estamos de volta e con isto do Solete farémolo coa forza a tope", asegura el propietario del Ventosela.

Este reconocimiento de la Guía Repsol, que ha destacado "una de las mejores selecciones de vinos por copas" de Santiago y sus "interesantes tostas de producto local y buenos embutidos", es un aliciente para "seguir medrando e mellorando".

Detalles del interior de Viñoteca Ventosela.

El ‘Solete’ llega a un mes de que la Viñoteca Ventosela pase a contar con un local hermano también en la Rúa da Raíña: A Tixola, una "vinoteca tapería" que mantendrá la misma propuesta en lo que respecta a los vinos, aunque aderezada con raciones "con produto de aquí, do mercado".

Mientras tanto, el que acuda al Ventosela se encontrará con lo que ha ofrecido a lo largo de esta última década: una amplia selección de vinos, tapas para acompañar y, por supuesto, la posibilidad de aprender y descubrir nuevas referencias.

"Cando chega un viño novo informámonos de todo: saber de onde e, quen o produce e como se fai para poderlle explicar ó cliente todo canto hai detrás de cada viño", concluye.