En el concello coruñés de Vedra, a orillas del Río Ulla, se prepara uno de los mejores alimentos de España. Se trata del aguardiente Vedra do Ulla, elaborado en la destilería Aguardientes de Galicia, en San Pedro de Sarandón.
Este orujo ha sido elegido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación como la Mejor Bebida Espirituosa con Indicación Geográfica de 2024. "Es un premio muy especial, que se gana una vez en la vida", reconoce Miguel Gómez, gerente de Aguardientes de Galicia. "Formamos parte de la gastronomía de un país y que nos reconozcan como la mejor bebida destilada de España es todo un orgullo y reconocimiento a nuestro trabajo", destaca.
Un aguardiente singular en Europa
Pero, ¿qué hace a Vedra do Ulla el mejor orujo de España? Miguel Gómez reconoce que no hay secretos más allá de su materia prima y el cuidado y mimo con el que se prepara. El destilador resalta la singularidad de este aguardiente, producido a base de variedades híbridas de uvas del entorno de las riberas del Ulla, las denominadas Catalán Roxo. "Es algo singular porque aporta compuestos aromáticos únicos como el furano, en el que radican los aromas de la fresa ácida y el pétalo de rosa", apunta.
La regulación europea prohíbe fabricar vino de híbridos y solo lo permite para consumo personal o destilación, que es el caso de Vedra do Ulla. "Que yo sepa, en Europa solo hay un caso como el nuestro que hacen aguardiente de orujo a base de variedades híbridas", reconoce el destilador. Esta singularidad también supone cierta complejidad, ya que al no contar con un proveedor de orujo, es la propia destilería la que tiene que fermentar la uva y destilarla.
De este orujo se venden al año unas 2.500 botellas, a un precio aproximado de 35 euros. La mayoría de sus clientes son el club gourmet de El Corte Inglés, que adquiere cerca del 50% de la producción anual, y restaurantes de gama media-alta, que buscan tener una oferta de calidad de sus destilados.
Aún así, Miguel Gómez comenta que uno de los principales problemas del orujo es la forma de consumirlo. "Generalmente, la gente suele tomarlo mezclándolo con café, es muy raro ver a alguien disfrutando de una copa". Otro de los errores es que suele tomarse frío: "Es un error tremendo, hay que tomarlo a temperatura ambiente ya que cuanto mejor es un producto, a temperatura ambiente te hace disfrutar de sus aromas".
Cómo hacer el mejor aguardiente de España, paso a paso
La singularidad de Vedra do Ulla radica en su materia prima y en cómo se elabora. "La elaboración está pensada en el orujo, no en el vino, para nosotros el vino es un subproducto", destaca el gerente de Aguardientes de Galicia.
El primer paso para tener un destilado es fermentar esas variedades híbridas del Ulla, separando la fase líquida -vino- de la sólida -el orujo o bagazo-. "En el depósito, el orujo tiende a ir hacia arriba y flotar, haciendo un sombrero", explica Gómez. "Esa parte de arriba está en riesgo de avinagrase y contaminarse, por lo que una vez que está fermentado, nos dedicamos a regar la parte alta para que el orujo esté protegido, lo más fresco y más rico posible, y que no tenga ningún tipo de picada".
Una vez fermentado, un proceso que suele llevar entre siete y ocho días, el siguiente paso es el destilado. El aguardiente Vedra do Ulla se hace con un método artesanal, al baño maría en un Barison Gardolo, un destilador "muy respetuoso con la materia prima", señala Gómez.
Cada depósito almacena unas seis o siete toneladas de orujo, pero en este destilador cargan unos 700 kilos, por lo que se necesitan entre unos 10 y 15 días para destilar un depósito completo. "De estas variedades no hay mucho, habrá unos 30.000 o 40.000 kilos en todo el mundo, y solo están aquí", destaca el gerente.
Tras el destilado, se hidrata hasta que el resultado final esté entre un grado 82 o 79, para posteriormente filtrarlo y embotellarlo. "Intentamos hacer un producto muy singular y único desde el origen hasta su procesado, embotellado y etiquetado", explica Miguel Gómez.
Más productos
Aguardientes de Galicia surgió hace 32 años con la intención de dar una respuesta legal a una realidad local en la que los vecinos de la zona hacían el aguardiente de Roxo pero no podían llevarlo al mercado al no estar legalizado. Ahora, tres décadas después, Aguardientes de Galicia consiguió hacer de este destilado el mejor del país. Pero este no es el único producto con el que se trabaja en la destilería coruñesa.
A principios de los años 2000, la empresa francesa Bardinet entró en el capital de Aguardientes de Galicia y, poco a poco, fue modernizando sus instalaciones y ayudando al desarrollo de la actividad, pero siempre manteniendo sus protocolos.
En cuanto a los productos que elaboran, destacan el orujo y las ginebras: "Ahora mismo estamos en unas 25 marcas de ginebra para países como Bélgica, Holanda, Australia o Portugal". Además, otra actividad importante en la destilería es el envasado. "Envasamos casi 120 marcas distintas de ron y whisky para muchos clientes o incluso para nuestra compañía", explica.
"Esta una destilería muy divertida que navega entre dos aguas", destaca su gerente. Por una parte, "mantenemos ese imaginario artesanal, local y ligado al terreno", pero al mismo tiempo "estamos envasando Vodka para otras marcas, esta destilería tiene esa parte industrial que nos ayuda a crecer y a hacernos cada vez mejores", concluye Gómez.