"A cagada é non recollela" es el lema escogido por el Concello de Ames para su campaña para concienciar sobre la importancia de recoger los excrementos de mascotas en calles y zonas verdes de la ciudad, una cuestión que ha suscitado muchas quejas vecinales en los últimos meses.

Esta acción llega de la mano de un refuerzo de la colaboración con la Policía Local para vigilar más este tipo de prácticas, que pueden acarrear multas de entre 100 y 500 euros

"Las personas que no respetan las normas son una minoría, pero cometen faltas de civismo recurrentes y suelen frecuentar las mismas zonas", ha destacado el alcalde de Ames, Blas García, en la rueda de prensa de presentación de la campaña.

Así, el regidor, acompañado por el concelleiro de Transición Ecolóxica e Medio Ambiente, Manuel Lens, y el de Seguridade Cidadá, Víctor Fernández, ha incidido en que estas deposiciones "crean un cierto malestar entre los vecinos por la insalubridad que generan".

"Se realizará un seguimiento pormenorizado de estas situaciones en todas las franjas horarias, sobre todo en aquellas horas y lugares en los que se ha detectado un mayor número de infracciones", ha advertido Fernández, quien asegura que estas labores de vigilancia "se mantendrán en el tiempo".

El alcalde también ha precisado que, aunque el eslogan de la campaña hace referencia a las heces de las mascotas, la orina también es un problema que afecta a la limpieza de los espacios públicos y a la conservación del mobiliario, en especial tornillos y bases de las farolas.

"La tenencia de animales de compañía debe realizarse de manera responsable, teniendo en cuenta en todo momento que las mascotas son seres vivos que necesitan de ciertos cuidados y de un compromiso firme que sus dueños deben estar dispuestos a asumir", concluye.