La Xunta de Goberno Local de A Coruña ha aprobado esta mañana el proyecto para la modificación puntual previa a la aprobación plenaria de la Ordenanza Municipal de Animais. Una modificación que implicará el endurecimiento de las sanciones ante el incumplimiento de la normativa con multas de hasta 30.000 euros en caso de las más graves y la obligatoriedad de llevar una botella con agua para limpiar los orines.
El endurecimiento de las multas en caso de que no se cumpla la ordenanza es una de las principales novedades aprobadas este 1 de marzo. Las sanciones más leves impuestas a aquellas personas que no recogían los excrementos, por ejemplo, oscilaban antes entre los 30 y los 300 euros y pasan a entre 100 y 500 euros.
Las sanciones graves conllevarán multas de entre 501 y 5.000 euros y las muy graves, de hasta 30.000 euros (frente a los 15.000 anteriores). "Prácticamente duplicando o importe das sancións. Intentamos que con esta medida que evidentemente é de carácter coercitivo a xente tome conciencia de que non é tan complicado baixar o can e levar unha bolsiña ou unha botella", indicó Rey.
Una botella para limpiar
La anterior ordenanza data de 1997, por lo que el Ejecutivo local ha decidido actualizarla para "mellorar a convivencia" entre la ciudadanía y los animales, prestando especial atención a aspectos de salubridad. Así, las personas que paseen con los canes por la vía pública deberán llevar una botella para limpiar los orines. "Recoméndase que se misture a auga con zume de limón ou bicarbonato para limpar as miccións e evitar os malos olores", concretó la alcaldesa Inés Rey en rueda de prensa.
La regidora indicó que hay dos forma de controlar que los ciudadanos respeten esta norma: por convivencia o a través de la ordenanza. "Prácticamente todas as persoas da Coruña que teñen can, e son moitas, levan as bolsas para recoller as deposicións e observo que cada vez hai máis xente que leva unha botella de auga para cando o can fai pis na rúa", explicó la alcaldesa.
Ello demuestra, según Rey, que hay un componente de civismo elevado en una ciudad acogedora también para las mascotas. La regidora considera "inxusto" que las malas acciones de una minoría estigmatice a la gran mayoría de los residentes en A Coruña, por lo que esta medida busca mejorar la convivencia y la percepción de limpieza en la ciudad.
"É unha cuestión de convivencia. Eu teño dous fillos e a veces tiven que cambiarlles os cueiros na rúa. No n se me ocorría collelos e tiralos alí. Se non o facemos cos fillos, non o facemos cos cans", ejemplificó Inés Rey, que añadió: "Non podemos poñer un policía detrás de cada persoa que ten un can, porque hai moitísimos. Eu aquí apelo ás normas básicas de convivencia".
Licitación del contrato de la perrera de Bens
La Xunta de Goberno Local, por otro lado, aprobó esta mañana la licitación del servicio de recogida, transporte, mantenimiento y residencia de animales domésticos en la ciudad, centralizado en el Centro Municipal de Animais Domésticos de Bens. El nuevo contrato tendrá una duración de dos años prorrogables otros tres, dotados de 493.335 euros por ejercicio.
Inés Rey indicó en rueda de prensa que incluye el servicio de lacería, la identificación y saneamiento de los animales y la gestión de la adopción y acogida temporal de los mismos, así como de las colonias felinas. El concello ha establecido un mínimo de 190 intervenciones anuales respecto a la gestión de las colonias felinas, así como un mínimo de personal: un responsable de servicio, cuatro operarios, un servicio de retén 365 días al año, personal de atención al público y un veterinario a tiempo completo.