¿Mejor arnés o correa? La importante decisión para sacar a pasear a tu perro en A Coruña

La educación de los perros es primordial tanto para tenerlos en casa como para salir a pasear. Y es precisamente en este segundo caso donde surgen las dudas: ¿correa o arnés? Lo cierto es que, partiendo de la base de que el can está bien educado, lo recomendable es evitar el arnés y apostar por la correa, que da mayor sujeción y resulta más cómodo tanto para el animal como para la persona.

Una recomendación que se aplica ya desde que el animal es un cachorro y que tiene excepciones como en el caso de los perros guía. El éxito de la educación, sin embargo, pasa siempre por una buena comunicación con nuestra mascota y, si es preciso, un adiestramiento con un profesional para conseguir que estos amigos tan especiales sepan cómo comportarse en cada situación.

La educación del perro, fundamental

"Hacemos uso excesivo del arnés. Se lo ponemos al perro para evitar tirones, y esto es mentira porque el arnés está hecho para que los perros tiren, nacen para que los perros de trineo puedan tirar", explica el educador canino Octavio Villazala, que añade que el collar está pensado para tener el control sobre el animal. Una opinión en la que coincide la responsable de Canis en A Coruña, Yolanda Álvarez.

"Si tienes un perro de tiro como un husky y le pones un arnés te va a llevar volando, porque lo que consigues con un arnés normal es que no note ningún tipo de presión", indica Álvarez, que señala que a la hora de elegir uno u otro es fundamental la raza y la educación del perro y añade: "Si les pones un collar, notan una pequeña presión en la laringe, sienten que están atados y no tiran tanto".

La responsable de la tienda Canis añade que es importante acostumbrar a los perros, especialmente a los de raza grande, a llevar collar desde que son cachorros. "Si tú no tienes paciencia para educarlo con un arnés convencional, cuando tenga un poco de fuerza no puedes con él", señala Álvarez, que indica que en casos puntuales en los que el can está muy bien educado se podría usar esta opción.

Una mujer enseña a su perro (Shutterstuck).

A este respecto, Villazala explica que lo más importante es enseñarle al perro "de una manera amable y positiva" qué es lo que queremos de él o, en caso contrario, no importará si le ponemos arnés o correa. "¿Por qué es indiferente? Porque si el perro tira, va a tirar con el arnés muchísimo más porque hace la fuerza con el pecho, pero también con el collar", indica el educador canino.

Algunas personas, por otro lado, evitan el collar por miedo a que el can se ahogue al tirar. El problema, sin embargo, no está en usar una u otra opción, sino en que el perro haga fuerza en vez de estar educado para ir acompasado a su dueño. Esto es así porque el arnés tampoco tiende a evitar lesiones, ya que incluso hay animales que acumulan mucha tensión en la parte delantera.

La decisión, en todo caso, debe estar motivada por la necesidad del perro y no por la comodidad de su dueño. Ni tampoco por la moda: la venta de estos productos "ha llegado a un punto de locura" que permite tener todos los complementos caninos a juego o customizar los collares y arneses con el nombre o mote del animal y su humano.

Los perros son animales sociales

"El perro tiene una vida social, hay que soltarlo. ¿Es normal que si el perro sale a la calle, y si tú no lo sueltas y va con arnés o correa vaya como un trastornado? Sí. ¿Es normal que el perro tire mucho más con el arnés? Sí. ¿Es normal que con el collar no tire tanto? Bueno, puede ser, le lastima más en el cuello. ¿Le lastima más el arnés en los omoplatos o la cruz? Sí. ¿Nos ayuda más el collar que el arnés? Creo que sí, porque le hace daño y para", indica Villazala.

Lo fundamental, por tanto, es educar al perro. "El perro no tiene que tirar por la calle, el perro tiene que pasear contigo", explica Yolanda Álvarez. "El collar, si el perro se educa, es lo ideal porque es lo que menos le molesta y no tira", señala el educador canino, que añade que los canes que sí tiran pueden incluso acostumbrarse al dolor que le provoca esta herramienta.

Una joven pasea a su perro, atado con collar (Shutterstock).

Los dueños, además, deben tener en cuenta que el perro necesita salir a pasear varias veces al día y durante un tiempo prudencial para evitar que, cuando se les pone el collar para ir a la calle, se desesperen por la urgencia de llegar lo antes posible al parque. "La gente no pasea al perro, lo saca a mear", indica Álvarez, que explica que es necesario parar cuando quiera el can sin andar tirando por él con prisa.

El perro, además, debe aprender a ser paciente y no frustrarse ante este tipo de situaciones. "Tenemos que decirle que si va despacio, podemos llegar a nuestro fin", indica Villazala, que invita a los dueños a llevar a sus mascotas a las zonas de esparcimiento para que puedan correr en libertad. "Tiene que salir por lo menos media hora a correr y a socializar con los demás", indica el educador canino.

El "cordón umbilical" entre el perro y su dueño

La conclusión, por tanto, es que es preferible apostar por el collar. "Me decanto por el collar clásico, ancho, de nylon. El objetivo es tener un cierto control del perro, no educarlo a base de tirones. El collar es como el cordón umbilical entre el niño y su madre", indica Octavio Villazala, que añade que esta herramienta también "agobia menos" al can y es más fácil de poner.

Respecto al material, la apuesta del educador canino es elegir uno de nylon y evitar el cuero, ya que puede llegar a pudrirse, a provocar hongos o a darles alergia a los canes, y también el plástico, según añade Yolanda Álvarez. Villazala, además, rechaza otras herramientas: el ronzal, similar al de los caballos, es "nefasto" y tanto el collar de pinchos como el de impulsos o eléctrico están totalmente prohibidos.

Un perro con arnés corre con su dueño (Shutterstock).

Algunos casos, sin embargo, sí es recomendable o más cómodo el uso del arnés. Los perros guía o los que participan en las canicross son dos ejemplos, así como casos excepcionales en los que los canes tienen un problema de tráquea como el yorkshire o los trasmiféfaro, como el bulldog francés. Y, ante la duda, lo mejor es consultarlo con un experto que pueda asesorar sobre lo mejor para nuestro amigo.