Pasear a nuestros perros es algo que se debe hacer varias veces al día, pero ahora, con la llegada de la primavera y del buen tiempo, apetece más salir a caminar en compañía. Los perros pueden acompañarnos por toda la ciudad, pero disponen de zonas especiales, denominadas áreas caninas, que son las únicas en las que pueden ir sueltos de forma legal. ¿Cuáles son las mejores? ¿Hay una manera correcta de pasearlos? A estas preguntas responde el educador canino, Octavio Villazala.
- Área Canina de Eirís. Dirección: Parque Eirís. 15009
- Área Canina Mesoiro. Dirección: Calle Illa de Sálvora, 15190
- Área Canina Parque Adolfo Suárez. Dirección: Parque Adolfo Suárez, 15011
- Área Canina Parque de Bens. Dirección: Parque de Bens, 15010
- Área Canina Parque de Santa Margarida. Dirección: Parque Santa Margarita, 15005
¿Cómo pasear correctamente a tu perro?
Un buen paseo empieza dentro de casa y en la rutina. Los perros son animales de costumbres, por lo que es recomendable prever las salidas y mantener unos horarios estructurados todos los días. Antes de salir, en cuanto el perro ve que vamos a ponerle el collar y la correa, tiende a alterarse y ponerse nervioso. Este es un momento en el que se debe dejar al animal "que se exprese, pero no actuar hasta que se relaje", explica Octavio Villazala. Una vez el perro esté tranquilo, se le acaricia y se le pone la correa, la cual el educador recomienda que no sea de las extensibles, sino una de dos o tres metros de largo resistente.
A la hora de salir por la puerta de casa, no debemos dejar que el perro tire mucho de nosotros con ansia. Si eso ocurre y sale corriendo, lo indicado es dar media vuelta y volver a cerrar la puerta de casa hasta que se vuelva a tranquilizar, siguiendo el mismo procedimiento con el ascensor y el portal. Este es un proceso que puede parecer tedioso, pero todo esfuerzo tiene su recompensa y, una vez que el animal entienda cómo queremos que se comporte en estas ocasiones, ya no necesitará que repitamos estas acciones y estará más tranquilo desde el primer momento.
Una vez llegamos a la calle, el perro tiende a hacer sus necesidades en los primeros cinco minutos de paseo y quiere marcar sus territorios de manera rápida. "Con esa cuerda larga, dejamos que el perro en esos cinco primeros minutos se desahogue un poquito", explica Villazala. A partir de ahí, nos podemos encontrar en dos situaciones: una en la que vayamos tranquilos en una zona amplia y despejada y otra en la que estemos en una zona con gran cantidad de gente, como puede ser la calle Real. En el segundo caso, en zonas en las que podamos molestar, "lo que vamos a hacer es una señal para tener al perro a nuestro lado, da igual que vaya al lado, despacio, un poquito más atrás, pero que no vaya a tirar de la correa. Porque tirar de la correa significa que tiene ansiedad y tirar de la correa me está molestando". ¿Cómo explicamos a nuestro perro que no debe tirar de la correa? Octavio Villazala aconseja lo siguiente: "me paro, me doy la vuelta y retrocedo para que, si tú no haces bien las cosas, tengas un ‘castigo’."
Recomendaciones
Con nuestros perros, debemos "huir de situaciones militares, mandarles mensajes". Tratar de hacerles entender qué es lo que queremos que hagan o cómo queremos que se comporten por medio de fórmulas de ‘castigo’ como las comentadas anteriormente, como no salir de casa hasta que estén tranquilos, haciéndoles ver en ese momento que eso es lo que ‘está bien’ dándoles una caricia y emprendiendo la marcha.
El estado natural de los perros es estar sueltos, por eso es recomendable llevarlos al menos una vez al día a áreas caninas en las que puedan correr libremente (sin inventarnos zonas en las que soltarlos de manera ilegal), relacionarse con otros animales y olfatear todo lo que quieran. Debemos dejar que, en estos casos y siempre y cuando el perro no sea agresivo o peligroso, "tome sus propias decisiones y saque personalidad" y, en caso de que se vea enfrascado en trifulcas, "dejar que las resuelva".
Debemos "respetar las decisiones y el espacio" del perro, no forzarlo a caminar si no quiere o está cansado, ya que "cada perro es un mundo", explica Villazala. Se trata de animales que son curiosos por naturaleza, por lo que no es, ni mucho menos, malo sentarnos en un banco con ellos para que observen el entorno y olfateen, "les gusta el cotilleo también", dice.
Otro tema de controversia con los perros es la ‘ansiedad por separación‘ que se da, por ejemplo, cuando dejamos al animal en la puerta de una tienda mientras nosotros entramos. En estos casos, Octavio Villazala recomienda educar "de una manera progresiva y sistemática". Para ello, debemos empezar en casa. Por ejemplo, mientras estemos viendo la televisión o haciendo cualquier cosa, encerramos al perro en una habitación durante no más 10 o 15 minutos (empezando en tiempos reducidos) para que no moleste a nadie y se acostumbre a estar solo en esos períodos de tiempo. "Para eso están estos ejercicios, para que se quede acostado en un sitio mientras nosotros nos vamos y nos alejamos para que el perro se acostumbre a estar solo y a saber que siempre lo vamos a venir a buscar".
Todos estos ejercicios y consejos de educación canina son más sencillas cuando tratamos de educar a un perro de corta edad, ya que se trata de animales de costumbres. "Si ya es adulto suele ser más difícil y, a veces, es más difícil cuando son más inteligentes", explica Villazala. "El perro es un animal de costumbres. Si yo lo acostumbro desde pequeñito, igual que acostumbro a mi hijo desde pequeñito a hacer la cama, el perro lo va a hacer exactamente igual, no le va a costar absolutamente ningún trabajo. Lo mejor es que tenga una serie de normas y pautas".
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Para Octavio Villazala, la mejor área canina de la ciudad, o la que más le gusta, es la del Parque de Santa Margarita. También hay otras localizadas en el Parque de Bens, Eirís, Novo Mesoiro y Adolfo Suárez. Sin embargo, se queda con el primero. "Para mí el mejor es el de Santa Margarita", sentencia.