¿Quién no se ha quedado nunca embobado/a al ver un acuario? La afición por crear y cuidar de espacios naturales para peces y otros seres acuáticos en entornos controlados recibe el nombre de acuariofilia. Se trata de una actividad que está al alcance de cualquiera y que se puede realizar en casa, pudiendo disfrutar diariamente de la belleza de estos animales. Raúl Mourelle Benéitez, encargado de Galicia Marina en A Coruña, tienda especializada en acuariofilia marina, explica qué hay que tener en cuenta a la hora de adentrarse en este mundo.
Lo primero y más importante de todo es tener curiosidad y ganas por adentrarse en un nuevo mundo apasionante: el acuático. Además, hay que tener en cuenta que "se trata de seres vivos que se merecen todo nuestro cuidado y tiempo, por ello, siempre hay que tener paciencia e informarse bien", previene Mourelle antes de empezar.
Teniendo esto en cuenta podemos ponernos manos a la obra y valorar las distintas opciones para decidir "qué tipo de acuario nos gustaría tener", ya que existen "distintos tipos y cada uno demanda cosas diferentes".
Tipos de acuarios y peces
Para empezar habrá que pensar si se quiere un acuario de agua salada o de agua dulce, que son "dos mundos diferentes dentro de un mismo hobby", pero cada uno "con sus pros y sus contras pero igual de interesantes y apasionantes", asegura Mourelle, que considera que los dos pueden ser buenas opciones ya que en los dos "se ha facilitado mucho el mantenimiento". Con todo, recomienda "informarse bien y resolver todas las dudas antes de comenzar" ya que la experiencia será diferente en cada caso.
Además, habrá que decantarse por los acuarios de agua fría o los de agua caliente. Los primeros son más populares, pero Mourelle desmiente la creencia de que los peces de agua fría sean siempre la mejor opción. "Para mí es un error porque por norma general no se suele tener en cuenta sus necesidades", ya que "un pez de agua fría, como el clásico pez dorado, necesita un mínimo de 50 litros, pues son peces que alcanzan unas tallas muy grandes y, por consiguiente, necesitamos un espacio muy grande".
Así, asegura que "tenemos muchos peces de agua dulce caliente muy fáciles de mantener y con unas necesidades de espacio más reducidas", lo que será más cómodo para quienes deseen comenzar con un pequeño acuario en casa. En todo caso, recuerda que, aunque veamos que los peces son pequeños, "cada animal necesita su espacio para estar cómodo y vivir bien".
Para estos acuarios más pequeños, de 30 a 60 litros, "tenemos animales como los peces betta, que son bastante fáciles de mantener y son muy resistentes y vistosos". Otros peces a tener en cuenta según Mourelle son "los vivíparos como guppys, mollys, platys...", aunque "hay que tener en cuenta no mezclar machos y hembras pues crían con extrema facilidad y nos podemos ver en un lío con una sobrepoblación rápidamente", alerta.
Por último, una opción original para los acuarios pequeños son las gambas: "Hay muchos tipos de gambas pero entre ellas tenemos algunas bastante resistentes y que nos pueden dar horas de diversión mirando a estos pequeños animales y su comportamiento".
Cómo cuidar el acuario
Una vez elegido el tipo de acuario es hora de planear su cuidado y mantenimiento. Para empezar, el experto detalla que es importante elegir el lugar de la casa donde se va a situar: "No se tiene en cuenta y, por ejemplo, no es un buen sitio delante de una ventana porque si le da la luz directa esto nos ocasiona la aparición de más algas rápidamente". El lugar ideal es "un sitio donde lo podamos disfrutar como un salón o comedor pero evitando los rayos de sol y que sea de fácil acceso para poder realizar los mantenimientos de la manera más cómoda posible".
Una vez elegido y montado el acuario los cuidados variarán "dependiendo del tipo de animal que escojamos y su procedencia", pero Mourelle detalla que para un mantenimiento básico, tanto para un acuario dulce como para uno marino, habría que tener en cuenta algunos aspectos básicos. Lo primero, "conocer los valores básicos del agua", es decir: "La temperatura, el pH, el dióxido de nitrógeno (NO2), y el nitrato (NO3)"; y en el caso de los marinos "es importante conocer la salinidad".
Además, hay que "realizar cambios parciales del agua", tomando como referencia "un 10% semanal o un 20% quincenal", si bien Mourelle indica que solo es orientativo porque dependerá de los equipos de filtrado que se monten, ya que "cuánto más potentes son más podemos alargar los cambios de agua sin perder calidad". Semanal o quincenalmente también habrá que limpiar los filtros, "haciéndolo coincidir con el cambio de agua para poder utilizar el agua para la limpieza del material filtrante".
El experto recuerda que no hay que olvidarse de dar a comer a los peces, pero "poca cantidad". "Los peces no demandan una gran cantidad de alimento para vivir bien y si nos pasamos con la cantidad de comida lo único que conseguiremos es deteriorar la calidad del agua y con ello su salud". Por eso, recomienda darles "la cantidad de comida que puedan comer en unos 20/30 segundos sin que llegue comida al fondo".
Una duda recurrente entre quienes comienzan a adentrarse en el mundo de la acuariofilia es qué ocurre cuando se sale de vacaciones. Mourelle asegura que "no ocurre nada". Lo recomendable parea estos casos "es hacer el mantenimiento unos días antes para que queden con la mejor calidad de agua posible", y para la alimentación existe en el mercado "una amplia gama de comederos automáticos que dosifican la comida".
Finalmente, Mourelle asegura que las y los amantes de este mundo deben armarse de "paciencia" ya que el acuario "al fin y al cabo es un ser vivo y necesita sus tiempos para estabilizarse, para realizar un correcto ciclado, para asimilar la introducción de nuevos seres vivos...". Por eso, aconseja evitar las prisas y respetar esos tiempos: "Cuanto más los respetemos mejor para todos, nos dará mayores satisfacciones".