Con la llegada de la Navidad hay personas que se plantean adoptar o adquirir un animal o incluso regalarlo a familiares o amigos. Sin embargo, desde los refugios y protectoras de animales alertan que esa práctica puede conllevar a la larga una mala atención o incluso el abandono del animal. María Díaz, presidenta de Apadan en Culleredo (A Coruña), considera que "cuando regalas un animal lo estás convirtiendo en una cosa" y recuerda que los animales son seres vivos y la decisión de convivir con ellos debe tomarse de forma meditada, ya que va a suponer "un cambio enorme".
Apadan (Asociación Protectora de Animales Domésticos Abandonados del Noroeste) nació en el año 2000 cuando aún apenas existían refugios para animales con la intención de coger el testigo de Matilde Figueroa, la coruñesa que fundó el Refugio de Animales de San Diego y dedicó gran parte de su vida a "dar cobijo a animales abandonados o maltratados", relata María Díaz, presidenta de la asociación. El centro, que es gestionado por personas voluntarias, se encarga desde entonces de dar cobijo a perros faltos de un hogar.
En estas dos décadas, Díaz considera que cada vez se ha ido ganando mayor sensibilización social respecto a la adopción, pero no así en cuanto al abandono, que permanece en cifras altas. "Sigue habiendo demasiados animales abandonados", lamenta. De hecho, solo ellos reciben de forma directa una media seis o siete animales cada semana.
Sin embargo, el centro no dispone de capacidad para "hacernos cargo de todos" por lo que "nuestra cifra de animales recogidos no se corresponde con la cifra real de abandono". Se trata de animales "en situaciones de necesidad extrema, es decir, con riesgo de atropello, con malnutrición, algunos enfermos o heridos o cachorros que quedan totalmente desvalidos", y si nadie los recoge, "están probablemente condenados a un final incierto".
"Antes recibíamos más animales que eran encontrados en la calle directamente, y en cambio ahora ha subido muchísimo el número de animales que son entregados por sus dueños por diversos motivos"
En cuanto a la procedencia de los animales, Díaz asegura que se ha producido "un incremento exponencial" de personas que quieren deshacerse de sus animales desde la pandemia, "es bastante exagerado", alerta. "Antes era al revés, recibíamos más animales que eran encontrados en la calle directamente, y en cambio ahora ha subido muchísimo el número de animales que son entregados por sus dueños por diversos motivos".
"A veces hay causas económicas, a veces llega un bebé, a veces se cambian de casa y no buscan otra casa en la que se admitan animales, otras veces tienen perros en una finca pero a la hora de irse a un piso ya no se lo plantean...", detalla. Ante esta situación, en el centro se ven en la tesitura de tener que priorizar para dar cabida a los que están en situaciones más vulnerables.
Por todo ello, desde Apadan echan de menos más campañas de concienciación por parte de las administraciones públicas, así como mayores sanciones.
Por qué no hay que regalar animales
Con la llegad de las fechas navideñas hay personas que recurren a refugios y a criaderos para adoptar o comprar animales con el objetivo de hacer un regalo. Díaz considera que regalar animales no es una buena opción, para empezar, por la propia consideración que se hace del animal al concebirlos como algo regalable. "Cuando regalas un animal lo estás convirtiendo en una cosa, y tampoco está ben que lo mercantilicemos todo y que pensemos que con dinero podemos comprar cualquier cosa, hay que tener una cierta ética o moral", valora.
Por eso, desde su punto de vista, "no debemos pensar nunca en regalar animales" y mucho menos si se hace "por sorpresa". "No es la primera vez que nos llegan animales que han sido regalados por sorpresa", cuenta. "Esto sí que es muy importante, olvidémonos de las sorpresas", reitera.
Y es que los animales son seres vivos y su llegada a la vida de una persona lo transforma todo por completo, por lo que la decisión de tenerlos debe ser tomada tras meditar todas las implicaciones. "Es un cambio enorme, un gasto y una responsabilidad que va a suponer un giro de 180 grados a nuestras vidas, y nunca debe ser un regalo, o algo que llegue por sorpresa en absoluto".
"No convirtamos a los seres vivos en cosas y seamos conscientes de que cuando adquirimos un ser vivo tenemos que mantenerlo con vida, darle buena calidad de vida y no hacerle sufrir", subraya Díaz, que recuerda que la vida con un animal puede resultar de una experiencia maravillosa si se hace buscando el disfrute y bienestar conjunto. "Es muy importante tener todo esto en cuenta para que tener perro sea una responsabilidad estupenda, que es lo que a todos nos gusta, y que no sea un calvario para el perro y para las personas", añade.
Qué tener en cuenta a la hora de adoptar
Díaz valora positivamente el aumento del interés respecto a la adopción: "Hay muchas personas que cada semana nos escriben y todos los fines de semana prácticamente hay visitas para adoptar", comparte, sin embargo, cada animal tiene su propia casuística y no siempre es fácil encontrarles un hogar, ya que muchos de ellos han pasado por situaciones traumáticas que les han dejado secuelas a nivel conductual.
"Si tienen un deterioro físico es relativamente fácil recuperar ese animal, pero si tienen problemas de otro tipo como miedo, agresividad, conductas antisociales con personas o con otros perros, es muchísimo más complicado recuperarlos con los medios de los que nosotros disponemos. Y ahí ya entramos en otro problema y es que no entran en el perfil general de perro adoptable, por lo que nos vamos cargando con una población de perros que no somos capaces de recuperar", detalla la presidenta de Apadan.
Desde su experiencia, las personas que buscan adoptar se fijan a menudo en aspectos como la apariencia física del animal, pero asegura que "es mucho más interesante centrarnos en otra cosa, como su carácter, las necesidades del perro, y ver si yo puedo tener una vida cómoda con él y darle al perro lo que el perro necesitaría en un entorno normal". Ya que la idea es que "la adopción sea para siempre, y que la segunda oportunidad sea infinitamente mejor que la primera, y sea la definitiva".
En cuanto a qué tener en cuenta si se desea adoptar un animal, Díaz comparte dos aspectos fundamentales. Por un lado, elegir a un animal que se encaje con el estilo de vida de la persona: "Si tengo 70 años y una vida tranquila quizás no me conviene tener un cachorro, que son hiperactivos y van a necesitar un nivel muy alto de esfuerzo por parte del dueño", relata, por lo que "a lo mejor es más recomendable un perro de tres, cuatro o cinco años que ya sabemos qué tamaño va a tener y su carácter. De un perro adulto sabemos muchas cosas, aunque esté en un refugio", añade.
Por otro lado, subraya la importancia de tener en cuenta el gasto económico que supone tener a cargo a un animal: "Nos cansamos de decirlo, pero es pura realidad, cuando coges un animal, te haces cargo de él, y tú eres para todo él", indica, y reitera que "para tener un perro y tenerlo bien hace falta dinero, no son 20 euros al mes porque hay que ser responsable y tenerlo desparasitado, tiene que estar vacunado, tenemos que darle un alimento mínimamente decente y no solamente que llene la barriga".
"Tenemos que ser conscientes de eso, un perro es gasto, es muchas otras cosas, pero también es gasto. Y la verdad es que esto no todo el mundo lo tiene en cuenta", lamenta.