Aunque en otras comunidades el mes de septiembre sigue siendo un mes de calor y playa, en Galicia eso no suele ser lo común, al menos no por norma general, exceptuando alguna que otra ocasión extraordinaria. Lo nuestro es el fresquito y la lluvia. O peor todavía, el frío por la mañana, el bochorno por la tarde y la lluvia cuando decide aparecer.

Por eso, una de las máximas de toda gallega a la hora de vestirse en esta época del año son las capas. Y no nos referimos a la prenda en sí misma, sino al hecho de vestirnos con varias piezas de ropa para afrontar los vaivenes de este tiempo.

De arriba abajo, empezando por un paraguas

Para estos días tan impredecibles, nunca está de más llevar un pequeño paraguas en el bolso. De todos los tipos y estilos, algunos prefieren los más clásicos y otros mejor los estampados y los coloridos para darle un toque alegre a los días lluviosos. Lo importante, que sea resistente.

Bucket hat o gorra

También tuvimos ocasión de hablar de ellos en verano, pero la versión
impermeable de los bucket en otoño, o incluso de algodón, siempre es un acierto, hasta en invierno. Lo mismo ocurre con la gorra, aunque en este caso por supuesto no es necesario que sea impermeable. Ambas opciones son buenas para esta temporada de entretiempo y, además, dan un toque sofisticado y con personalidad a nuestro look.

Gorro disponible en la web de Zara

Chubasquero o cazadora acolchada

Todavía no nos referimos a los plumíferos gorditos de invierno, sino a su
interpretación más otoñal, chaquetas mucho más finas pero acolchadas que para los primeros días de lluvia combinan perfectamente con una simple camiseta básica y unos vaqueros, por ejemplo.

Chaqueta corta de Zara

Gabardina

La pieza indispensable. La gabardina es una de las mejores aliadas para esta época del año y más si vives en Galicia. Y, aunque el color beige en esta prenda es un básico indiscutible, tampoco está de más –si nos lo podemos permitir– probar con otros colores como el azul grisáceo, el verde o el negro.

Un jersey, por si acaso

Puede que no nos vaya a hacer falta, aunque aquí nunca se sabe, pero una
gallega previsora se lleva consigo un jersey de punto o una ligera sudadera de algodón por lo que pueda pasar. Por supuesto, por encima de los hombros. Un sí rotundo.

Traje

Un conjunto de traje, ya sea monocromático o combinado, tampoco sobra. Así, podemos ir abrigadas por la mañana y quitarnos la blazer por la tarde, dejando a la vista un look más relajado, pero igual de elegante y apto para estas fechas.

Zapatillas con calcetines altos

Demos las gracias al street style –e incluso a la pandemia– por introducir las
zapatillas en nuestras vidas y convertirlas en un fondo de armario tan básico como una camisa blanca. Volviendo a que ya estamos en septiembre y a que lo de llevar los tobillos al aire ya está un poco pasado de moda, este calzado no falla si lo llevamos con unos calcetines de media caña, o incuso altos. Como dijo Pereza, con los pies fríos no se piensa bien.

Botas o botines

Por último, y desde luego no por ello menos importante, un clásico: las botas (o botines). De tacón, planas, altas, bajas, estilo cowboy, con cordones, sin ellos… No importa, el caso es que no pueden faltar ningún armario gallego. Además, todavía estamos a tiempo de lucirlas con faldas y vestidos, mientras no lleguen las olas de frío.

Botas Cowboy de Zara

Con este fondo de armario, las gallegas nos ponemos las botas. Nunca mejor
dicho.