Recién finalizada la temporada de las Fashion Week, hemos tenido el placer de hablar con una de las modelos más aclamadas por las firmas de moda del momento. A muchos, sobre todo a los apasionados de la industria y de la pasarela, ya os sonará su cara.
Lorena Guitián (@lorena.quiche), gallega de nacimiento y con una personalidad de lo más cercana, alegre y natural, afirma que, lo más importante en este sector –y en la vida– es ser una misma. Y si algo podemos destacar de ella es su desparpajo, su sinceridad y su humor.
Desde su trabajo como modelo, hasta su pasión por la cocina, pasando por una anécdota con Jennifer López y su visión como arquitecta de profesión de los escenarios por los que desfila, hemos tenido la oportunidad de que Lorena nos cuente su experiencia en las pasarelas internacionales.
Estudiaste arquitectura y un máster en Project Management, ¿cómo surgió lo de ser modelo?
“Pues el no llegar a fin de mes” confiesa entre risas. Nos cuenta que la situación en la que se encuentra la arquitectura en España es un tanto precaria y que, además, existe una falta de conocimiento por parte de la población de lo que implica esta profesión. Así que, una cosa llevó a la otra.
Un feliz día de septiembre de 2019, aprovechando que visitaba a un amigo en Madrid, pasé por la que hoy es mi agencia, View Management. Ahí empezó todo. Fui a reunirme con ellos con cero expectativas y muy poco convencida, ya que la idea de ser modelo no me llamaba nada, pero lo que me contaron me gustó. Razón suficiente como para, unos meses más tarde, irme a lo loco a París a los castings de la Fashion Week, cosa que, por aquel entonces, ni entendía lo que era”.
Desde luego, está claro que uno nunca se sabe por los caminos por los que le llevará la vida. Ahora, además de apasionarle su trabajo, dice tener también una bonita relación de amistad con sus agentes de View Management (@viewmanagement); una agencia de modelos internacional líder en nuestro país que representa a caras como Jon Kortajarena, María Pedraza, Esther Cañadas, Linda Evangelista, Elsa Hosk, David Gandi, Paz Vega o Mila Jovovich. Con sede en Barcelona y Madrid, esta agencia acompaña y gestiona a estos perfiles de manera individualizada a lo largo de sus carreras ofreciendo talentos a los mercados de la moda más exigentes, tanto a nivel nacional como internacional.
Tu primera experiencia como modelo fue para Saint Laurent en la Fashion Week de París en febrero de 2020. Como primer contacto con el mundo de la pasarela, es bastante fascinante, ¿cómo lo viviste?
“Pues yo no sabía ni lo que estaba haciendo. Por aquel entonces todavía no había restricciones por Covid y, en lo que después supe que era el pre-casting, había como unas 300 chicas haciendo cola. Ese mismo día, solo nos llamaron a unas pocas para que volviésemos a otro casting. En este, si gustabas, te hacían una foto y te probaban unos pantalones de látex y unos zapatos con los que cuesta bastante caminar, tipo Saint Laurent, vaya.
Al día siguiente fue el fitting, cosa que yo creí que era otro casting, hasta que, al llegar adonde estaba Anthony Vaccarello y ver todo un tablón con looks y fotos de chicas, vi el vestido que yo llevaba puesto con mi cara encima. Yo estaba muy perdida, pero eso me fue fácil de entender, ¡iba a hacer el desfile
de SL! Entonces hablé con mi agencia y me dijeron algo que, desde entonces, he escuchado mucho: hasta que no estás desfilando, no estás confirmada. Pero yo ya estaba en las nubes.
He de decir que, la repercusión que tuvo debutar de esta manera, fue algo que comprendí mucho más tarde, ya en casa y empezando a entender el mundo de la moda. En aquel momento yo solo flipaba con que Kaia Gerber se hubiese sentado a mi lado en peluquería”. Como para no alucinar.
Entiendo que, tras tu debut para YSL, se te abrieron muchas puertas en el mundo de la moda. ¿Para qué marcas de lujo has desfilado, con cuál (o cuáles) te quedarías, y por qué?
“Efectivamente, una vez que empiezas así surgen muchas oportunidades. Esa misma temporada también desfilé para Lacoste y, la siguiente, para Valentino. De todas formas, como justo al volver de París nos encerraron a todos por la cuarentena y el mundo estaba bastante más pendiente de si nos extinguíamos
como especie, que alguien como yo hubiese desfilado para SL poco importaba”.
“Y, ¿con qué marca me quedo? Pues todas tienen sus cosas. Algunas diseñan prendas que me encantan y otras tienen equipos súper cercanos y con los que te sientes como en casa. No lo sé. Supongo que con Dior ya que, al final, es la marca que más ha confiado en mí, llamándome para muchos de sus desfiles”.
También has participado en varias Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, lo que antes conocíamos como la pasarela Cibeles, ¿cuál dirías que es la principal diferencia entre este evento o desfile, y uno de, por ejemplo, Dior o Valentino?
“La Cibeles es muy divertida. Nos juntamos todas las españolas que nos hemos ido conociendo en diferentes países y es guay porque estamos “en casa”. Para la MBFWM no se suele hacer casting, te dan un calendario con los desfiles que te toca y simplemente vas y los haces. Solemos tener varios en un
mismo día, lo que implica muchos maquillajes y peinados diferentes, pero por lo menos son en el mismo recinto y no tienes que desplazarte en coche entre ellos (o en moto, como a veces pasa entre show y show en las FW de NY, Londres, Milán y París)”.
En muchos de estos desfiles en los que has participado los escenarios eran absolutamente increíbles a ojos de cualquiera. Desde tu perspectiva como persona que tiene conocimientos en arquitectura, ¿cómo es tu visión de estos espacios? ¿te fijas más en los detalles?
“Esa es una de las cosas que más disfruto. El poder visitar lugares que, como simple turista, son inaccesibles, como las sedes de ciertas marcas, rincones de Versalles o La Pedrera restringidas al público… Y luego también los escenarios que montan en dos días así de la nada. Me encantaría ver cómo los
construyen. Si no fuese porque cuando lo hacen me suele coincidir estar corriendo de casting en casting, me sentaría allí a verlo cual jubilado que inspecciona obras”.
¿Podrías contarnos como es el día a día de una modelo?
“Esto es complicado de describir, básicamente porque hay épocas en las que viajamos entre trabajos con tiempo limitado hasta para poner una lavadora, otras, en las que estás ‘on stage’ en una ciudad visitando potenciales clientes y esperando a que te llamen y, otras muchas, en casa (también pegadas al
teléfono por si surge algún trabajo).”
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
“Me gusta mucho que no es para nada monótono, que casi siempre trabajo con equipos distintos, lo que me permite conocer gente nueva, además de diferentes lugares. Pero, lo que realmente me encanta, es cuando me cogen para algo en una ciudad que no conozco y tengo tiempo para visitarla. Siempre
busco qué zonas son las más bonitas de ver, edificios de arquitectos famosos y qué se come allí.”
Alguna anécdota que hayas vivido durante algún desfile con la que te quedarías.
“Vale, ha llegado el momento de compartir mi anécdota por excelencia, que es cuando hablé con Jennifer López del tiempo. Lo gracioso de esta historia empieza a ser la cantidad de veces que la he contado ya. En un desfile al aire libre en el que había empezado a llover, ya cuando nos íbamos todas las modelos en fila, a JLo se le ocurrió subirse a la pasarela, coincidiendo justo conmigo y, tras hacer contacto visual, me dijo: It’s raining, hein? A lo que yo respondí: Yes, it is! Fin”.
Entendemos perfectamente la de veces que Lorena asegura haber contado esta historia, porque ¿quién no pagaría por ver a Jennifer López tan de cerca? Wow!
Después de casi tres años dedicándote a ser modelo profesional, ¿qué significa para ti la moda?
“Pues, como todo, cuanto más conoces, más preguntas te surgen. La moda es un arte y, como tal, forma parte del juego del dinero. Es cara y pocos se la pueden permitir y, muchos, lo hacen por consumir lujo, no arte. Y a mí esto me genera bastante rechazo, pero, sobre todo, dudas. Yo valoro la originalidad,
el crear una pieza, ya sea para vestir, habitar o experimentar de algún modo. Me gusta la moda, pero, actualmente para mí simplemente es el sector en el que trabajo. Intento no pensarlo demasiado, ya que muchas marcas se dedican al fast fashion y yo, al fin y al cabo, estoy aquí ganándome la vida, no
participo en el proceso creativo y no tomo parte en ninguna decisión importante. El mundo que se ha creado en torno a este sector me permite vivir de lo que hago, disfrutar visitando sitios nuevos y coincidir en lugares inesperados con gente que, hoy en día, son mis amigos”.
Además de la moda, ¿tienes alguna otra pasión que ocupe tu vida?
“¡Hombre! Ya había hablado mucho sin que saliese el tema de la comida. Pues sí, me encanta la cocina. También me gusta mucho el interiorismo, el diseño gráfico y, bueno, las cosas bonitas. Pero lo que más me gusta es cocinar y organizar comidas, adoro invitar gente a casa y, como dice mi compañera de
piso: soy directora de arte de mis cenas”. Afirma que intenta hacer, al menos, una a la semana.
Y es que, además de su perfil personal de Instagram, Lorena tiene un perfil dedicado a su afición favorita: cocinar (y la comida), que, por cierto, se le da muy bien, tal y como nos muestra en @laquichedelorena.
¿Algún sueño por cumplir? Ya sea en el mundo de la moda o en la vida en general
“Cada mañana me despierto con una idea distinta en mente. Tengo muchos sueños, me gustaría recorrer todo el mundo, vivir en el mayor número de ciudades posibles, conocer a su gente, sus culturas, ¡qué comen! Pero bueno, realmente lo que más me gustaría es vivir tranquila, dedicando mis días a
hacer cosas que me llenen y entre gente que aprecio”. Lo dicho, la felicidad está en las pequeñas cosas y en rodearte de aquellos que te quieran mucho y bien.
Por último, ¿qué consejo le darías a aquellos y aquellas que quieran lanzarse al mundo del modelaje?
“Que busquen una buena agencia que apueste por ellos y que se muestren tal y como son, se busca gente con personalidad, no bellezas canónicas. Si dan con un representante que crea en su potencial, lo demás es pan comido”
Ser fiel a una misma es siempre el mejor referente.