@claytatto0

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Moda

Tatuajes ‘fine line’ inspirados en El Camino de Santiago, la nueva moda entre peregrinos

El artista Ethan Clay, conocido como "el tatuador de los peregrinos" cuenta por miles los peregrinos que han pisado su estudio para llevarse un recuerdo de por vida

23 abril, 2023 05:00

De los más de mil peregrinos que llegan al día a Santiago de Compostela, seguramente la inmensa mayoría nunca olvidará esa sensación tan gratificante de ver la Catedral tras tantas jornadas caminando. Que El Camino es una experiencia que se lleva para siempre en el corazón, es un hecho.

Y tras la euforia de esa llegada, toca mimetizarse entre lo más local para descubrir la ciudad y perderse por sus callejones, así como disfrutar de la gastronomía y comprar algún que otro recuerdo. Si eres de esas personas que siempre quieren llevarse un souvenir de sus viajes a casa, tal vez te interese descubrir uno que ni se come, ni se pierde. De hecho, no se va nunca.

Entramos en uno de los estudios de tatuajes más de moda de Santiago, Ethan Clay Tattoo, para descubrirlo todo sobre esa nueva tendencia que se ha establecido como una última parada tras finalizar El Camino.

Ethan abrió sus estudio en junio del año pasado en la céntrica calle Rosalía de Castro y tan solo durante ese verano tatuó aproximadamente a 6.000 peregrinos que llegaron a la ciudad. "Tuve hasta a 60 personas por día", afirma, "se formaban colas porque aunque muchas personas hacen El Camino solas, conocen a gente y crean grupos, entonces al final se animan todos".

El buen hacer de Ethan y esa creciente afluencia de peregrinos hizo que el estudio lograse un gran reconocimiento, acumulando a día de hoy más de 500 reseñas positivas. "Yo creo que, además de la experiencia como tatuador profesional, el secreto está en saber escuchar al cliente para dar con lo que quiere y plasmar sus ideas en obras", explica. Y es que las obras de Clay son, en principio, para toda la vida.

La primavera acaba de comenzar y a las puertas de la temporada alta de peregrinos, este año Ethan ya ha plasmado su tinta en miles peregrinos de todas partes del mundo: México, Alemania, Francia… e Italia, país de donde es la mayor parte de su clientela. Cabe destacar que mientras que a algunas personas la idea de hacerse un tatuaje les surge de manera improvisada, son cada vez más aquellos caminantes que cuando deciden la ruta, hacen maletas y reservan albergues, también planean y piden cita para pasar por el estudio poco después de entrar por la Plaza del Obradoiro.

¿Pero qué es lo que se tatúan todos esos visitantes? Nos cuenta el profesional que la gran mayoría opta por la mítica concha de Santiago en todas sus formas y tamaños, pero que también hay hueco para las palabras (Ultreia, Buen Camino…) así como para la Cruz de Santiago, los mapas con las pisadas del recorrido realizado e incluso la imponente Catedral. "Muchos llegan con una idea pero se dejan aconsejar y terminan haciéndose un tatuaje original y totalmente único", nos cuenta.

Y entre tanta piel y tanta tinta, muchas anécdotas. "En una ocasión un grupo de chavales vinieron con un peluche que se habían encontrado cuando comenzaron el recorrido", afirma, "llegaron hasta Santiago con él y como todos se tatuaron, también tatué al peluche".

Joseba, el peluche que hizo El Camino y lo terminó en el estudio de Ethan.

Joseba, el peluche que hizo El Camino y lo terminó en el estudio de Ethan.

Está claro que de todas esas personas que buscan un recuerdo de por vida, cada una ha hecho y vivido El Camino por una razón y de un modo diferente: pasar tiempo con uno mismo en la naturaleza, conocer gente nueva de todas las partes del mundo, honrar la memoria de un ser querido… "Un cocinero italiano, Francesco, vino a tatuarse y me contó una historia que me impactó mucho", cuenta Ethan, "comenzó El Camino desde el punto en el que lo dejó con su madre y cuando ella falleció le prometió que lo terminaría con dos piedras de 10kg cada una hasta llegar a La Catedral".

Al preguntarle a Ethan si esas personas en cuya piel ya lucen sus diseños tienen algo en común, lo tiene claro: "La emoción de hacer El Camino y llegar a Santiago es tan grande que mucha gente quiere llevar el último sello en la piel para toda la vida".