Las lluvias y el frío ya han llegado para quedarse. El otoño se ha hecho esperar este año, pero desde hace unos días ya estamos inmersos en el tiempo más típico para esta época del año. El tren de borrascas no da tregua y en las últimas jornadas la lluvia no ha dejado de caer, por momentos incluso de forma muy fuerte. Y ante este tiempo ya otoñal, los abrigos y las botas ya ocupan nuestros armarios. Ya no salimos a la calle sin estas prendas.

Sin embargo, la llegada tardía del tiempo más invernal ha pillado a muchos con el armario todavía lleno de camisetas y vestidos, y es que hasta hace relativamente poco esa era la ropa que podíamos usar. Sí, en octubre también.

Para facilitar el cambio de armario y para que no falte ninguna prenda imprescindible en tus looks de este otoño, hemos charlado con una experta en el orden y el estilo. Rosa Iglesias, de @elestilario, ha estado hace unos días de visita por su ciudad, A Coruña para participar en una actividad en el centro comercial Cuatro Caminos. En Quincemil aprovechamos para charlar con ella y que que nos diese algunos consejos y tips para tener un armario perfecto este otoño.

El mejor momento para hacer el cambio de armario…

Decíamos al principio que había a quien el otoño le pilló todavía con la ropa de verano en el armario. Primer error. El cambio de armario debe realizarse con antelación a la llegada del frío en este caso. Aunque cada vez es más complicado atisbar el cambio de estación, Rosa recomienda estar prevenidos y hacer el cambio de armario "una semana antes de que se produzca ese cambio de tiempo". De esta forma, conseguiremos que "cuando llega ese momento en que de repente se pone a llover o de repente empieza a hacer frío, tener ya la ropa lista para poder solventar ese problema y no plantarnos en sandalias en la calle o sin gabardina". Este adelanto también nos facilitará las compras que se quieran hacer para la nueva temporada: "así cada vez que entremos en una tienda y se nos ocurra picar algo que ya vaya encaminado a ese armario eficiente que queremos construir".

Vaciar el armario y hacer un listado

"Lo primero que recomiendo es que hay que vaciarlo todo", señala Rosa, quien aconseja vaciar toda la ropa, también, por supuesto, aquello que ya no utilizamos. "Vamos acumulando un montón de prendas, zapatos y bolsos que se van quedando de temporada en temporada, con los que no contamos y que a lo mejor sí podemos contar porque no lo recordamos: o que simplemente están ocupando armario y podemos deshacernos de ellos porque no los vamos a volver a usar", comenta. Por ello,hace hincapié en vaciar todo "para tomar conciencia de todo lo que tenemos y de esa manera podemos hacer una lista de las cosas que realmente nos van a hacer falta a lo largo de la temporada". De esta forma, añade, "vemos aquello que está en mal estado y que necesitamos reponer o aquello que no nos estamos poniendo porque necesitamos que haya algo que lo acompañe".

¿Qué conseguimos con esto? Logramos que las compras que hagamos en cada temporada sean "mucho más conscientes y más efectivas". El espacio que nos quede en el armario también nos influirá a la hora de nuestras compras. "Si tenemos poco espacio, tenemos que limitar el número de compras y aprovechar la versatilidad máxima de cada prenda", afirma. Pero, ¿cómo? "En lugar de comprar ropa que sabemos que necesita muchas otras prendas para vestir, como es la combinación de estampados, mejor optar por prendas lisas. Las prendas estampadas necesitan más prendas de apoyo. Además se repiten menos, por lo tanto, necesitamos más cantidad de ropa en el armario.

¿Cómo deshacerte de ropa?

La primera premisa es fácil. "Si no es tu talla y además hace tiempo que no es tu talla y no vas a volver a ser talla, fuera", apunta Rosa. Pero, ¿qué ocurre si es una prenda que tiene un valor emocional? En caso de que no querer deshacernos de ella, siempre podemos guardarla, "pero no ocupando el armario de nuestro uso diario, sino "dejarla en el lugar donde se guardan los recuerdos (en un altillo, en el canapé o en el trastero porque forma parte del recuerdo, igual que las fotos o cualquier otra cosa".

"Otro tema es que tengamos mucha oscilación de peso. Entonces en el armario actual solamente puede estar precisamente nuestra talla actual. Esas tallas a las que probablemente podemos volver tienen que estar fuera guardadas. No las vamos a tirar, pero no pueden estar tampoco en el armario porque no es ropa de uso y ocupan espacio", recomienda esta experta.

Y, por último, qué hacer con aquellas prendas ya pasadas de moda. "Si ya llevamos tantos años sin ponerla es porque ya no se adapta ni a nuestro estilo de vida ni a nuestro gusto actual, por lo que también es el momento de deshacernos de ella", dice Rosa. Eso sí, si se trata de una prenda muy buena y que está nueva, siempre podemos venderla o regalarla".

Guardar la ropa lavada y planchada

¿Qué hacemos con la ropa de la temporada anterior? ¿La lavamos antes de guardarla? ¿Y dónde es preferible guardarla? Rosa nos responde a todas estas preguntas. Lo primero, "yo lo que recomiendo es lavar la ropa porque la las manchas que no se lavan con el tiempo se vuelven resistentes y además suelen dejar un cerquillo que luego es muy difícil de lavar y limpiar. Entonces la ropa se guarda, lavada, sin suavizante. El suavizante estropea mucho las fibras y envejece mucho antes la ropa, aparte de que es súper contaminante".

¿Y hay que plancharla? "Yo particularmente, aunque normalmente se recomienda que la ropa no se planche para guardar, yo recomiendo guardarla lavada y planchada porque si se guarda sin planchar, aparte de la arruga extra que ya tiene del lavado, coge la arruga de estar guardada apretada en una caja o donde la vayamos a guardar".

¿Y dónde guardar la ropa? "Yo recomiendo guardarla en cajas de tejido o de cartón que absorben mucho más fácilmente la humedad y con bolitas antihumedad y bolitas ambientador con algo que mantenga el olor a limpio dentro de esa caja que en la que está guardada la ropa. Si vamos a tener que guardarla en espacios donde hay humedad, pues si tenemos que guardarla en un trastero, mejor guardarlo en una caja de plástico para que aísle lo máximo posible de la humedad que pueda haber en el ambiente y evitar ese olor a humedad o ese olor a cerrado que quele tener la ropa cuando lleva tanto tiempo un espacio de ese estilo".

Utilizar perchas finas

Llega el momento de organizar el armario. Empezamos por el uso de las perchas. ¿Cómo utilizarlas correctamente? En cada percha solamente puede ir una prenda, porque si no terminan prendas ocultas que con la prisa del día a día no nos vamos a poner. Entonces es importante que todo lo que tengamos esté fundamentalmente a la vista", recomienda Rosa.

¿Y qué perchas utilizar? "Cuanto menos espacio tengamos, más finita tiene que ser la percha. Las perchas de madera ocupan como cinco perchas de las finas. Entonces, salvo para abrigos más gruesos o plumíferos con mucho peso, que sí que es necesario poner en una percha de madera o de hombro redondeado para que no se deformen en la zona de los hombros, yo recomiendo siempre las perchas finas o de terciopelo, que además evitan que que se resbalen las prendas de seda, por ejemplo".

Así, para las blusas satinadas o los vestidos "se puede optar por las perchas de metal que tienen una hendidura y que también permite que no se resbalen las prendas, pero que sean finitas". Para los pantalones de pinzas o las faldas, se deben utilizar perchas de pinza.

El punto no se cuelga, se dobla (y a la vista)

"El punto no debemos colgarlo en percha porque con el peso tiende a estirarse demasiado y se deforma mucho. Entonces, en la medida de lo posible el punto es mejor guardarlo doblado y que no se quede demasiado apretado, porque cuando se aprieta mucho también se arruga", apunta esta experta.

En función del espacio que tenga cada uno en su armario, lo más importante es que el punto esté doblado vertical, si va en un cajón. "Si van apilados uno encima del otro no se ven", señala. En caso de que situemos las prendas en una estantería, "tienen que estar solamente en una columna, es decir, que no haya doble columna, porque a veces, como las baldas suelen tener mucho fondo, tendemos a apilar unos detrás de otros".

Si hay más espacio de barra, los vaqueros sí pueden ir colgados en percha o en las pantaloneras extraíbles. No ocurre lo mismo con otros pantalanes.

Ropa y zapatos, ¿juntos?

Depende del espacio que tenga cada uno en su armario. Si los zapatos van a estar en el mismo espacio en el que está la ropa, Rosa recomienda que los zapatos estén guardados en cajas o bien de cartón en la misma caja del zapato con una fotografía para identificar qué zapato está dentro de cada caja o con separadores de zapato, que los hay en forma de caja de tejido.

Prendas imprescindibles este otoño-invierno

Y para terminar, le preguntamos a Rosa, el alma de @elestilario, cuáles son las prendas que no deben faltar en nuestro armario esta temporada. Todo depende, dice, del gusto de cada persona; pero hay ciertas prendas que solucionan cualquier situación en invierno. Así, apunta, "hace falta tener un abrigo que puede ser más largo o más corto o más chaquetón, en función del estilo de cada uno. Hay que tener una prenda de abrigo y lluvia, de un estilo, de un plumífero o una parka más o menos gruesa, más o menos larga, en función también del estilo y del lugar en el que vivamos. Un pantalón vaquero otro más estilo sastre masculino. Un jersey de punto grueso, y otro fino. Una camisa blanca, una camisa vaquera; una bomber o una americana, en función del estilo. Un bolso de cruzar y otro bolso un poco más grande, una mochila".

De zapatos, no pueden faltar unos botines y unos zapatos de tacón para ir un poquito más arreglado. Tampoco un zapato cómodo y una deportiva. Y en cuanto a complementos, un cinturón, que además da otro toque a las prendas.

Y siguiendo las tendencias, también aconseja tener una prenda con algo de plumas o un top con algo de transparencia. "Esta temporada podemos irle dando esos puntos más personales o más especiales a ese armario más básico,con esas pinceladas de de tendencias de la temporada, pero siempre y cuando sean las tendencias que se adaptan a nuestro gusto y nos nos definen", concluye.