El guitarrista de Mägo de Oz, Manuel Seoane, emprende una nueva aventura musical, Delalma, de la mano del teclista aresano, también de Mägo, Manuel Ramil, y de Ramón Lage, ex vocalista de Avalanch, que vuelve a los escenarios tras 10 años de silencio, un hecho que ha generado una gran expectación entre la comunidad rockera del país. El grupo lo completan Jesús Cámara en el bajo y Dave Lande en la batería.

Su primer disco verá la luz el próximo 13 de enero y está compuesto por 12 canciones de metal melódico producidas en los estudios Tercera Planta de Ares (A Coruña). Como adelanto, la formación ya ha publicado dos videoclips, Cárcel de cristal y Mañana vuelve a oscurecer, ambos con gran acogida por parte del público.

Seoane, nacido en Madrid pero con raíces gallegas por parte paterna, afirma que su casa es A Coruña y ha comprendido lo que es la morriña desde que vive en la ciudad herculina, algo que con seguridad ha experimentado durante la gira de año y medio con Mägo de Oz que lo ha llevado a diferentes puntos de España y del continente americano, de donde ha regresado esta semana para sumergirse de lleno en su nuevo proyecto.

¿Cuál es la propuesta que ofrecéis al público con Delalma y cuál es el sentido de esta nueva andadura profesional?

A nivel artístico ofrecemos un disco conceptual con 12 canciones unidas por un hilo conductor. Nos hemos inventado una historia de un personaje que se llama Lázaro que va contando su problemática psiquiátrica desde el sanatorio de Cesuras. Son temas oscuros, no somos la típica banda de heavy metal que habla de dragones y castillos. Si hablamos de temas reales el público se involucra mucho más. Por otra parte, a nivel musical, creo que hemos conseguido un contraste fuerte entre las guitarras muy agresivas y el tono de voz de Ramón Lage. Ese contraste es la marca de la casa.

Presupongo difícil sacar a alguien de su retiro. ¿Cómo has conseguido que Ramón Lage vuelva a la escena?

Fui yo el que comenzó con la idea del grupo y el primer contacto fue hace cinco o seis años. Ha sido un proceso largo porque cuando uno se desliga del mundo del espectáculo, tan agresivo, después volver es complicado porque te obliga a cambiar de vida, a someterte a la crítica… son muchos los factores que hacen que sea difícil volver. Sin embargo, este es un disco serio, muy profesional y para Ramón siempre fue importante que no fuese una cuestión de aquí te pillo aquí te mato. Necesita sentir que hay una familia involucrada, una amistad. Me costó entenderlo pero ahora sé que lo que necesita que es sentirse en casa y eso ha cambiado las cosas. El planteamiento de la banda es como era hace años: amigos haciendo música para la gente y eso se transmite en el disco.

Delalma

Eres guitarrista de Mägo de Oz desde el año 2018. ¿Tu trabajo en ambas bandas puede convivir?

Si, por supuesto que va a ser compatible. El próximo concierto de Mägo es en mayo, en Mexico, así que tenemos muchos meses para sacar a la luz Delalma. Todas las agendas son compatibles siempre que haya un orden porque, además de esto, también llevo varias escuelas de música y trato, siempre que estoy en casa, de estar en ellas. En este mundo solemos ser culos inquietos.

Si, es cierto que estamos acostumbrados a ver cómo artistas, sobre todo del rock, compaginan su presencia en varias bandas.

Si, y más en estos tiempos, aunque la música siempre es difícil y siempre lo seguirá siendo. El escenario es como una droga para nosotros. Ahora acabo de llegar el lunes de la gira y seguro que en un par de día ya tengo mono de escenario. Necesitamos trabajar y lo compatibilizamos.

¿Cómo es para tus alumnos que un músico de tu talla, en activo y con giras internacionales, les dé clase?

Trato siempre de ser cercano, eso de ser una rockstar se quedó en los 80. Soy una persona amorosa, es mi forma de ser. Para mis alumnos, el hecho de poder tener a un profesor que hace discos, giras,… les da un plus que no encuentras en otras escuelas. Uno de los filtros que ponemos a la hora de seleccionar profesores es que sean músicos nativos, por ejemplo, que sea el guitarrista que va con Mónica Naranjo. De esta forma, puedes ir más allá de lo estrictamente didáctico que, a lo mejor, otra persona que no ha vivido no lo puede decir.

¿Quién te ha marcado a nivel musical para que seas quien eres hoy en día a nivel profesional?

Empecé escuchando flamenco y al final mira cómo se dio la vuelta. No hay música buena ni mala, yo consumo absolutamente todo. Me encanta el blues, el flamenco, grupos como Jarabe de Palo… Pero me empecé a enganchar al rock con Los Suaves y después vas descubriendo a los grandes guitarristas, Iron Maiden, Black Sabbath,… y ahí dices "vivir así tiene que ser la bomba, yo quiero esto para mi también" y así nos atrapamos todos. Y ahora me siento una persona afortunada de poder vivir de esto.

¿Podemos decir que hay relevo en el rock?

Si, hay mucho nuevo talento, bandas nuevas que lo están haciendo realmente bien. Por ejemplo, hace poco vi a un chico de 14 años que estaba tocando de una forma muy particular, con mucha personalidad. Talento y gente interesada en el instrumento, hay. Lo que no hay son las mismas circunstancias. Si ACDC naciese hoy, es probable que no lo conociese nadie.

Y tú, ¿sigues aprendiendo con la guitarra?

Si, por supuesto. Siempre hay nuevas formas de tocar, te reinventas a ti mismo, improvisas. Y dar clase me ayuda mucho a ser creativo a la hora de tocar.

El rock nos acompaña desde hace décadas y, por tanto, surgió en un contexto completamente diferente en el que no existían las plataformas musicales de la actualidad. ¿Cómo sobrevive a este tipo de consumo y a la aparición de nuevos géneros musicales?

El rock siempre va a estar ahí, no es un estilo musical pasajero. Ha demostrado que no vino para unos años, da igual lo que cambie a su alrededor. De hecho solo este estilo consigue reunir a diferentes generaciones en los conciertos, tipo ACDC. Quizás el flamenco sea el que más se asemeja al rock en el sentido de perdurar en el tiempo. En cuanto al consumo, las plataformas de streaming son escaparates. Yo me compro un disco y lo quiero escuchar entero. Ahora se escoge una canción y a veces quienes la escuchan no saben ni el nombre del grupo.

¿Estamos ya recuperados de la pandemia en cuanto a la celebración de conciertos?

Hemos pasado dos años muy dolorosos y en la gira que hemos hecho con Mägo hemos tenido llenos en casi todos los lugares a los que hemos ido. Hemos estado en España, Estados Unidos, Mexico, Costa Rica, Ecuador, Chile y Colombia, país donde casi todos los conciertos fueron sold out. Y recuerdo el multitudinario concierto en O Burgo. La gente tiene ganas de soltarse la melena.