Paula Parker y Gabriel Triana son dos de los vocalistas de Garufa Blue Devils Big Band con origen en A Coruña. Estos dos cantantes, junto con otra pareja y el elenco de 19 músicos, componen esta orquesta creada por el saxofonista gallego Roberto Somoza. Su casa y lugar de nacimiento, en 2014, fue el Garufa Club de la ciudad herculina. Cuando la banda llega al local, el escenario se viste de los años 30 y 40 y se traslada al París o Las Vegas de aquella época.
Aseguran que su fama no la buscan a través del márketing publicitario, sino por el boca a boca. "Tenemos un público desde los 20 años hasta los 70 u 80 años", asegura la pareja de vocalistas. Muchos son afines y no fallan a ni un solo concierto, también son los que se encargan de descubrir al resto de gente el espectáculo del jazz que ofrece el Garufa Blue Devils Band al menos una vez al mes en el escenario del Garufa Club.
Lleváis desde 2014 con la banda ¿Siempre fuisteis los mismos?
P: Por antigüedad respondes tu, ¿no? jaja.
G: Hasta donde yo sé, el origen de la orquesta nace del empeño de Roberto Somoza de agrupar una serie de músicos con una afinidad por el jazz, por lo más clásico de las antiguas boybands de los años 40 y 30 de América. Y una vez que reúne a los músicos es cuando yo tengo la primera noticia de la orquesta. Empezaron a buscar cantantes, no solamente músicos, sino gente que pudieran cantar melodías reconocibles.
¿Te habías dedicado toda la vida a esto?
G: Siempre he tenido gusto por cantar y además por cantar este tipo de música. Sí. Empecé yendo a la escuela de música con mi hijo porque él quiso tocar la trompeta y a mí me apetecía aprender a leer música y profundizar un poco. Y ahí fue cuando yo entré en contacto con otros músicos que tenían grupos aficionados o pseudo profesionales, y entonces ya hacíamos un repertorio muy convergente con la idea que Roberto ponía en la orquesta. Me avisaron para probar y así fue que empezamos prácticamente de un día para otro, primero con dos temas, después cuatro, seis…
¿O sea que no empezasteis a dar conciertos hasta llegar a un número considerable de gente?
P: Sí, claro, porque ese era el plan inicial. La idea era reunir los músicos suficientes para hacer una "big band" bien dotada y a partir de ahí empezar a funcionar y ver como como respondía la gente. Y yo creo que el propio grupo respondió muy bien.
¿Y dónde empezasteis a tocar? Entiendo que en el Garufa, de ahí vuestro nombre.
G: Pues surgió en el Garufa una vez que Garufa cambió de ubicación, por así decirlo, y se convirtió en una sala grande con otro tipo de de equipo técnico. En ese momento creo recordar que fue cuando Roberto y otros miembros de la orquesta se plantearon crear una big band.
P: Es más, yo creo que el Garufa Club es una piedra angular en todo esto. Pensar en ensayar en otro sitio que no fuera allí sería impensable, por una cuestión de espacio, de sonoridad, de la técnica que hay allí, en fin: eso es lo que nos ha facilitado el continuar.
Y durante bastante tiempo. Diez años vais a hacer ¿O ya los habéis hecho?
G: Diez años vamos a hacer en octubre.
P: Si, tenemos que hacer una fiesta. Aunque claro, interrumpidos por la pandemia. Pero bueno, hasta en la pandemia tuvimos oportunidad de hacer unos conciertos en el verano post pandemia, cuando se empezaba a abrir un poco la mano, pasamos esa fase de salir a cantar con la mascarilla… hubo que pasar por eso.
Pero bueno, al final lo importante fue sobrevivir a eso y que ahora hayáis llegado hasta donde estáis.
G: Eso, y que la sala sobreviviera también.
¿Seguís siendo los mismos que desde el primer día?
G: Lo cierto es que el grueso del grupo sí que permanece. Ha habido algunos cambios desde el inicio, como es lógico, porque en diez años alguno cambia de ciudad, alguno opta por otros caminos. A la vez llega gente nueva con gusto por esta música…
P: Las bajas que se han dado es como dice Gabi, lógicamente los músicos no viven solo del Garufa: tienen otros proyectos, algunos tienen otras profesiones. La mayoría se dedica profesionalmente a la música, pero el resto tiene otros oficios y al final es complicado mantener durante diez años el mismo.
¿Sois todos de A Coruña?
P: La mayoría vivimos en A Coruña. Hay algún músico y vocalista de Ferrol.
G: También tenemos a gente extranjera. Hay músicos que simultanean la Big band con otras ocupaciones. Por ejemplo, casi toda la cuerda de trombones es de la Sinfónica. Las trompetas vienen del extranjero. Tenemos un americano. Tuvimos un noruego escocés y uno es vasco. Tendría que pensar uno por uno.
¿Y la música? ¿Qué se encuentra el público cuando va a ver Garufa Blue Devils?
G: Yo creo que el grueso, como hemos dicho, es música de los 30 y 50. Sí que es verdad que a lo mejor algún tema se puede salir un poco, pero bueno se trata de algo más puntual, no? Luego hay mucha adaptación de musicales de Broadway.
P: Sí, realmente lo más representativo de la orquesta es su tinte americano, o cosmopolita. La gente que va a verlo muchas veces nos comenta al salir: "No tenía ni idea de que en A Coruña se pudiera ver esto, por un momento me parecía que estaba en París o en Las Vegas".
Bueno yo creo que lo que más caracteriza a vuestro espectáculo es la alegría que contagiáis en el púbico. ¿Es así?
G: Realmente lo que sí te puedo asegurar es que todo el mundo se va encantado. Tenemos un público desde los veintitantos años hasta los 80, pero es que hay gente de setenta y muchos y de ochenta y muchos que no fallan ni un día. Se van todos juntos en pandilla.
P: Una vez una señora de las que no falla nunca me dijo: "Me encanta cuando viene gente nueva para ver las caras que ponen cuando empieza a tocar la orquesta"
G: Si, esa es otra cosa que ha venido ocurriendo también desde que empezamos el primer concierto. Seríamos 22 en escena y a lo mejor eran 30 en el público. Gente que no se conocía y se ha ido conociendo. Y ahora tú vas allí, y de repente te das cuenta de que todo el mundo se relaciona: se saludan unos a otros, se hablan, se sientan juntos…
Vamos, que también surgen amistades.
P: A mí a veces me asombra porque ya después de tantos conciertos y con público que va a todos, al salir te dicen: "Bueno, ya estoy para toda la semana". Es muy gratificante. Además, es un público muy agradecido.
Entiendo entonces que a veces se os puede quedar pequeña la sala.
G: El local siempre tiene un aspecto estupendo de gente. Las mesas se llenan siempre. Si es un viernes hay más público que un jueves, que van menos, pero el ambiente lo tienes igual.
Pero también habéis actuado en escenarios grandes.
P: La acogida en Santiago cuando tocamos en la Quintana fue espectacular. Además en Santiago también hay mucho grupo de swing, y claro, respondieron muy bien. La verdad es que fue fantástico ese concierto. Hemos coincidido en verano, no sé si fue en agosto o en julio. En nuestros conciertos la gente no se espera lo que va a ver y al final la respuesta es muy positiva. Pero claro, no es el marketing que puede tener otro tipo de orquesta, no somos la Panorama, tampoco tenemos nada que ver con la Panorama.
G: Cuando vino Bertín Osborne a A Coruña, al Teatro Colón, a cantar temas con Big Bang y con todos sus músicos contrató músicos de aquí para hacer una viva. Y el tío fue poner las entradas a la venta y las vendió todas en media hora. ¿Entiendes? Nosotros sonamos mejor… Jaja.