Este jueves se cumplen dos meses del cierre de uno de los locales referentes en la noche compostelana, la Sala Malatesta. Las denuncias de los vecinos por exceso de ruido obligaron al cese de actividad de la sala, que afronta su futuro con incertidumbre. Los responsables de la sala dan por perdida la temporada actual -que finaliza en junio- y con la mente puesta en septiembre, valoran si reabrir las puertas.
Dos cierres en cinco meses
El primer varapalo al que tuvo que hacer frente la sala ubicada en la calle San Lorenzo fue el incendio que sufrió el pasado mes de octubre y que obligó a evacuar a unas cien personas que se encontraban en el interior. El fuego se originó en un cortocircuito en el sistema de iluminación, concretamente en una de las luces led de la sala. Según explicaron en su momento los responsables del local, gracias a la activación inmediata de los protocolos de evacuación y seguridad por parte del equipo de trabajo de la sala, "no tuvo mayores consecuencias".
Este suceso obligó a suspender los eventos programados y cerrar temporalmente la sala para reacondicionar sus instalaciones. En esa ocasión, la alcaldesa de la ciudad, Goretti Sanmartín, había asegurado que la sala tenía licencia y "todo en regla".
Sin embargo, cinco meses después la sala tuvo que hacer frente a un nuevo cierre, que se prolonga hasta la actualidad. Las denuncias de los vecinos por el exceso de ruido llevaron al Concello a realizar mediciones acústicas, que determinaron que se "superan los niveles de ruido permitido", tanto en el interior de domicilios como en el exterior, explicó en su momento el concejal de Urbanismo, Vivenda e Cidade Histórica, Iago Lestegás.
Esto obligó a "suspender la actividad" y a que el pasado 9 de marzo la Sala Malatesta cerrara de nuevo hasta que se solventasen las deficiencias. Desde la gerencia anunciaron que recurrirían esas mediciones acústicas, con las que "non estamos dacordo". Más de un mes después, el Concello se reunió con los responsables de la Malatesta, donde se les trasladó que la única solución para reabrir es insonorizar más la sala.
A pesar de su disconformidad con la medida, desde la sala aseguraron a Quincemil que iban a acatar la decisión porque "se recurrimos non abrimos máis". Aún así, la reapertura no está asegurada. En estos momentos, y con la vista puesta en septiembre, los responsables estudian presupuestos y valoran la viabilidad de reabrir. "Faltan as ganas de seguir ante tantos problemas que poñen", señalaba a este periódico la responsable de la sala, Catuxa Irago.
Las consecuencias del cierre
Con un aforo para 400 personas, la Malatesta es uno de los locales de referencia dentro del circuito musical compostelano, por lo que su cierre trae consigo varias consecuencias. La principal es la pérdida de trabajo de sus once trabajadores, que desde el pasado marzo se encuentran de baja. Pero no son los únicos, ya que la falta de actividad del local repercute también en promotores, artistas y colectivos vinculados con la sala.
La otra cara de la moneda es que la ciudad pierde actuaciones. Aunque algunos de los conciertos programados se están reubicando en otras salas de ciudad, muchos otros buscan espacio fuera de Santiago: "Estanse indo para Vigo ou para A Coruña", explican desde la sala.