Xoel López (A Coruña, 1977) regresa a su tierra querida con motivo su gira Caldo espírito. El cantante y compositor actuará en el festival PortAmérica, que se celebrará este jueves 4 de julio en Pontevedra. En agosto se pasará también por A Coruña y por Vigo.
El artista nos responde al teléfono desde el manos libres del coche. El viaje Madrid-A Coruña se lo sabe de memoria. Xoel López atiende a Quincemil y Treintayseis durante el trayecto que une sus dos casas: Madrid y A Coruña.
Siempre con la mente en la música, aprovecha los viajes para componer, pero en esta ocasión, profundizará un poco sobre su vida y su trayectoria profesional.
Así que de camino a tu tierra, ¿de qué parte de A Coruña eres?
Yo nací en A Coruña. Estudié en el Eusebio da Guarda, ahí en la Plaza Pontevedra. Luego, con 18 años me fui a Madrid. Siempre fue una relación intermitente, pero vamos, que voy bastante. Tengo hasta una canción que habla del camino que estoy haciendo de Madrid-A Coruña.
¿Lo sueles hacer en coche?
Sí, lo suelo hacer en coche, porque luego me permite viajar por el resto de Galicia. Vaya a Pontevedra, Vigo, o Santiago, me gusta tener esa libertad de movimiento.
¿Cómo se llama esa canción que habla del viaje Madrid-A Coruña?
La estoy haciendo. Pero se llama Campos de Castilla para siempre. De hecho, justo estoy pasando por aquí.
Son muchas horas, dan para pensar.
Es como una ducha, pero a lo bestia. Es que es medio introspectivo y casi terapéutico en muchos sentidos.
Vienes para el PortAmérica, ¿ya te vas a quedar todo el verano? En agosto tienes otra cita en A Coruña...
Sí, voy a tocar en la playa. Yo este año tenía varios conciertos señalados, uno fue el de anteayer en Madrid (por el domingo), que hicimos en el Jardín Botánico donde actuamos con todo vendido: casi 4.000 personas. Fue el típico concierto importante de la gira. Todos tienen importancia lógicamente, pero siempre tienes algunos más señalados que otros. Para mí, Madrid y A Coruña suelen ser fechas especiales. El PortAmérica es otra de ellas, porque es el festival de mi mánager, el mismo que me acompaña desde hace 23 años.
En A Coruña estoy y no estoy: es mi base, pero luego desde allí me muevo. Lo que hice cuando me fui a Buenos Aires a vivir, desde ahí viajaba por toda América Latina. Hago un poco lo mismo con el verano en A Coruña. Es mi base, pero no quiere decir que esté ahí permanentemente.
Estuviste también en Latinoamérica. ¿Cómo se ve eso reflejado en tus canciones?
Sí, me fui a Buenos Aires. Mi primera idea era pasar dos meses en Buenos Aires, y dos meses en Nueva York. Luego me surgió la idea de quedarme y empecé a viajar y a conocer a gente. Cualquier excusa me valía para ir a un país nuevo y conocerlo: cualquier pequeña propuesta, colaboración artística... Siempre a través de la música, que fue un poco el hilo conductor. Entonces empecé a tocar con gente de cada país, era como mi pequeño Mago de Oz. Yo estaba muy predispuesto a que me pasaran cosas, y me pasaron. También es verdad que yo creo que en parte las provocas, porque cuando viajas solo y cuando estás ávido de experiencias y de aventura, es más fácil. Entonces aprovechas cada oportunidad, cada rendija. A veces fomentas tú un poco también que te pasen cosas.
¿Cuánto tiempo estuviste en Latino América?
Casi cinco años, desde enero del 2009 hasta noviembre del 2013.
Finalmente, decidiste volver a casa. ¿Qué supuso ese cambio en tu vida?
El fin de esa aventura, que de alguna manera termina siendo algo que ya conoces, empieza a tener cierto grado de rutina. Al final todo lo nuevo deja de serlo en algún momento. Yo sentía que ya había terminado ese periplo, no era el lugar donde quería pasar el resto de mi vida, y en mi cabeza tenía el regresar. Volví a Madrid porque era el sitio de donde había partido. También es verdad que por mi trabajo, y en muchos sentidos, sigo pensando que Madrid es un buen lugar para viajar por toda la península, y es un buen centro de operaciones, pero siempre con ese vínculo constante con mi ciudad (A Coruña), con Galicia en general. Creo que tengo una especie de 70%/30% entre Madrid y A Coruña, de porcentaje de estancia.
El irse a la capital con 18 años es algo que hacen muchos jóvenes que quieren ser artistas. ¿Qué consejo le darías a alguien que se ve en esta situación?
Me parece muy difícil hacerlo, pero yo creo que es una decisión muy personal, eso lo siente cada uno. Hay gente que lo ha intentado, y no le ha salido bien; hay gente que lo hizo pensando que tenía que hacerlo, y en realidad no quería. Es una decisión muy personal, por eso me costaría dar un consejo. Pero es verdad que hoy en día no es tan necesario como antes. No hay que irse de Madrid a A Coruña. Mi circunstancia, con 18 años, era muy distinta a la de un joven de 18 de ahora. Pero bueno, es mi opinión, no sé si se puede categorizar en este sentido, porque cada uno tiene su mundo. A mí en ese momento a nivel musical, que era lo que a mí me motivaba más, me parecía que lo que yo buscaba estaba más en Madrid que en A Coruña, sin embargo, a día de hoy tendría serias dudas.
(Con Caldo espíritu) Buscaba, digamos, una calidez y una espiritualidad que creo que es una carencia social hoy en día
Háblame de Caldo espírito, tu última obra.
La verdad es que estamos súper contentos porque es un disco que está funcionando muy bien. Yo sé que llevo tantos discos que a veces le quito importancia al propio álbum, porque entiendo mi carrera ya como un todo. Puedo decir aquí que es el mejor disco del mundo y que no se verá nada igual hasta que pasen los años, pero el paso del tiempo será el que decida también donde colocar este álbum. En definitiva, es un disco que refleja mis últimos años, de una forma más aperturista, todo mi imaginario musical. Creo que van confluyendo muchas cosas, como son la parte latina, toda la parte anglosajona del Pop, todo mezclado en un estilo más personal, y sobre todo, pues como el propio título dice: es un caldo, que es cálido, caliente en italiano, y espírito, por espiritual. Buscaba, digamos, una calidez y una espiritualidad que creo que es una carencia social hoy en día.
Tus temas se caracterizan por ser muy profundos.
Sí, yo creo que la palabra es "profunda". Escribo desde ese lugar. También me gusta la música más superficial, y la escucho, hay momentos para todo. Mi propia música a veces es más o menos, profunda, pero es verdad que en general sí que son canciones de ese estilo: con un grado de reflexión. Para mí la música también es muy terapéutica, entonces al final saco cosas del inconsciente. Quizás por eso a veces puede hacer llorar, porque son cosas que están ahí y que muchas veces no queremos ver. O la vida va muy rápido y la sociedad te lleva a otro sitio, hasta que de repente te paras y dices: "¡coño!". Sí, definitivamente con el paso de los años me doy cuenta de que, claramente, ocupo ese lugar.
Aún así también hay canciones bailables. Es curioso, porque al final está muy compensado con ritmos alegres. Tú escuchas una letra con una guitarra acústica, o un piano, y sería una canción más intimista, pero de repente le metemos un ritmo de merengue y cambia totalmente. Es como la vida misma: contrastes.
Esto es lo que vas a demostrar en PortAmérica.
Sí, es verdad que ahora mismo tengo un repertorio muy festivalero, que dentro de lo que es mi música se puede bailar. Como a mí, que me gustan todas las músicas, y soy muy bailongo también. Diferencio mucho los conciertos de verano a los conciertos íntimos de invierno en un local pequeño. Tengo un repertorio, por suerte a día de hoy, ya muy extenso. Lo que hago es que elijo el menú en función del momento. Igual que a veces te apetece comer algo ligero y tomarte una caña, o te apetece un agua con gas y un pintxo, o te apetecen un vino y una carne. Pues yo hago lo mismo con mi música. Según el contexto decido si más fresco o más copioso.
¿Sientes alguna diferencia entre el público gallego y el de otras partes de España?
Es difícil porque al final la música es un elemento común que casi unifica. Lo que sí que puedo decir es que en Galicia la gente es especialmente abierta, y mi mentalidad abierta musical tiene mucho que ver con mi origen gallego. Es decir, esa mentalidad del gallego que ha viajado mucho, que ha emigrado, que ha vuelto. Por ejemplo, cuando yo empecé a incorporar la música latina en mi repertorio, en Galicia fue donde mejor se entendió con diferencia. En ese sentido creo que todos mis pequeños experimentos se han entendido siempre muy bien en mi tierra. Todos los grupos tenemos nuestros lugares, y Galicia desde luego es un punto fuerte.
¿Traerás alguna sorpresa al PortAmérica?
Voy a llevar un repertorio especialmente enérgico. Sí, creo que quizás pueda sorprender. Va a ser bastante bailongo. Va a salir Pepe Solla a cantar, a tocar la guitarra, con una canción que va a ser una colaboración. Vamos a sacarlo de la cocina para que toque un poco con nosotros. También será un placer compartir escenario con Toquinho, que toca el mismo día que yo. Lo llevo escuchando desde pequeño en casa de mis padres, a lo mejor le dedico una canción.