Que los músicos valencianos tienen fama de "tiraos palante" en el panorama musical da buena fe el director de la Banda Municipal de A Coruña, el maestro Juan Miguel Romero Llopis, que si le das cinco minutos no oculta todos los proyectos que tiene en mente para la BMC, ni el amor y pasión que siente por ella
¿Cuánto influye un director en la música?
En los tiempos que corren de la individualidad social, la música ya sea en una orquesta, una banda o un coro, es un acto y un ejercicio de generosidad en el que todos suman y reman en la misma dirección para hacer un gran grupo, con esa corresponsabilidad que genera, muy en contraste con la individualidad de hoy día con las redes sociales por ejemplo. Cuando se hace música los egos en verdad no valen para nada, la función del director es lograr convencer a todas esas individualidades para remar en la misma dirección.
¿Tanta tecnología a nuestro alrededor crees que puede llegar a sustituir la faceta de músico?
Posiblemente la inteligencia artificial de la que tanto se habla hoy en día tenga difícil encaje en nuestro mundo por el componente humano. La misma orquesta o banda con un director u otro suena totalmente diferente, y es lo humano lo diferencial en la música, a veces la música no llega porque no se exploran los límites en los conciertos, hay un cierto miedo a ese error que puede producirse en los conciertos en la búsqueda de la excelencia y precisamente a ello no han ayudado las grabaciones que son siempre todas perfectas con miles de tomas para buscar la mejor y el corta y pega, luego crea esa confusión en el oyente que no encuentra lo mismo que en una aséptica grabación.
Cuando logras esa conexión total, con público, con músicos, con la esencia de los compositores, es mágico
Pero el directo tiene algo que no se encuentra en las grabaciones.
Sí, esa magia que se produce en los conciertos es única, muchas veces preparas el concierto de manera increíble con un gran ensayo general y llega el concierto y no fluye como quieres, pero cuando logras esa conexión total, con público, con músicos, con la esencia de los compositores, es mágico.
La temporada acabó hace un mes. ¿Qué balance haces?
Sólo el tiempo nos dará una visión amplia más adelante, pero el público, que es por y para quien trabajamos desde el inicio de la temporada, ha mostrado su fidelidad. Tenemos una media de 500 oyentes en todos los conciertos, llenamos patio de butacas y platea en todos los conciertos y eso hace que todo tenga sentido. Con la reorganización de la programación pues la verdad que el público nos da pistas de que también está satisfecho, hablando de la temporada en el Teatro Colón que es la que lleva un poco la bandera de la programación de la Banda.
En el plano artístico hemos avanzado, la Banda tiene un potencial increíble, maximizado con un gran trabajo, realizando repertorios interesantes propios de banda y también grandes páginas del repertorio sinfónico. Como ejemplo este año hemos hecho el Pájaro de fuego de Stravinsky o el Amor Brujo de Falla. Estoy muy contento, en verdad va en la línea que había trazado
Toca hablar de futuro, hemos visto la cantidad de problemas para mantener al director en la banda durante años para que pueda desarrollar su proyecto. ¿Cómo es tu panorama?
En principio, mi contrato es indefinido, los músicos de la banda son funcionarios del Concello de A Coruña y el mío tiene una peculiaridad porque el director no sólo debe de tener un perfil artístico si no también administrativo. Mi acceso fue por concurso de libre designación teniendo que ser funcionario y yo soy profesor de música de Primaria en Alicante, también tener la titulación de dirección, y aunque clarinetista y pianista de formación, el querer aprender más me llevó a seguir estudiando dirección, por lo que hasta que no se convoque la plaza tras la jubilación en el 2004 del Maestro Indalecio Groba creo seguiré por aquí.
¿Qué es lo que te atrajo de la Banda Municipal de A Coruña?
Pues a pesar de la distancia, ya que mi familia reside en Alicante, crear un proyecto artístico, un proyecto de ciudad y cultural es lo que me atrae, no sólo dirigir la Banda en una ciudad como A Coruña con tantas herramientas culturales que junto a su tradición musical e identidad gallega hacen merezca ese esfuerzo pasar tanto tiempo alejado de la familia. No soy un director de largas trayectorias en el cargo ya que este puesto sufre un gran desgaste artístico, por eso es importante que vengan directores invitados a lo largo de la temporada, ya que ello ayuda a mantener la llama encendida de los músicos y el interés por continuar aprendiendo al no ver siempre la misma cara y las mismas ideas del director, aunque entiendo que el titular es el que debe de marcar la línea a seguir con esa búsqueda de sonoridad y de proyecto a largo plazo.
En las bandas parece que hay una tradición de que el titular acapare todos los programas. No me gusta y no funciona, creo que necesitamos cambiarlo y adecuarlo a proyectos artísticos musicales del s. XXI que ya no funcionan así por muy bueno que sea el director. La línea con la concejalía de cultura es muy buena, con Bettina Kohlhaas la directora de área hay una concordancia muy buena y apoya siempre todas mis propuestas e ideas, lo cual me permite centrarme solamente en lo que toca, que es hacer música para nuestro público.
No sabes la cantidad de veces que hablando con la gente de A Coruña me dicen "recuerdo cuando era pequeño ir con mis padres y mis abuelos a la Plaza das Barbaras y escuchar a la Banda"
Siempre se habla de la vida de viajero de un director.
Pues mira, un director siempre tiene que estar con la maleta preparada, en mi caso que vivo en Alicante ya he tenido la titularidad de la Banda de Santiago de Compostela y la de Palma de Mallorca
Llevas casi dos años como titular. ¿Con qué te quedas?
Se ha creado una tendencia, desde la pandemia, de no utilizar programas de mano y esto hace que el público venga curioso a nuestros conciertos y yo les presento las obras de una manera didáctica, que creo ha enganchado y que con cuatro pinceladas despertamos un poco la inquietud de aquello que vamos a escuchar y crea un vínculo con el público increíble, esa cercanía y conexión hace que muchas veces la gente me pare por la calle y me comente sobre el último concierto.
Párate a pensar que antes de la creación de la Sinfónica de Galicia la Banda Municipal era el estandarte de la música en A Coruña, los directores eran toda una institución en la ciudad y no sabes la cantidad de veces que hablando con la gente de A Coruña me dicen "recuerdo cuando era pequeño ir con mis padres y mis abuelos a la Plaza das Barbaras y escuchar a la Banda". Eso significa que forma parte de la identidad propia de la memoria musical de A Coruña y eso no debemos de perderlo.
Retomáis vuestra actividad y el domingo 18 de agosto en las Fiestas de María Pita dentro de la Semana Clásica
Pues sí, en Agosto empezamos con conciertos los jueves en diferentes emplazamientos de la ciudad y por supuesto el tradicional concierto en un contexto significativo como es la Plaza de María Pita, donde haremos un recorrido por las canciones que han marcado tendencia en el publico coruñés en particular, y en el gallego en general de grupos como Los Satélites, el rock Bravú etc. y en el participarán figuras como Paco Lodeiro, Rosa Cedrón, Miguel Ladrón De Guevara o Xurxo Souto en un programa titulado A noite das cancións extraordinarias.
A mitad de octubre empezamos nuestra temporada en el Teatro Colón y ya puedo avanzar el conciertazo junto al pianista Abe Rábade que interpretará Rhapsody in Blue de Gershwin para piano solo y banda de jazz y que servirá para abrir una temporada que promete mucho.
Y con la misma pasión con la que empezamos hablando de música acabamos, pero saltando al tema gastronómico ya que aparte de la música también nos une nuestra pasión por las paellas y los trucos para hacerlas, que no es conversación menor.