Miriam Rodríguez (1996, Pontedeume) regresa a A Coruña por segunda vez este año. Ya en marzo de 2024 presentó su nuevo disco Línea Roja en la ciudad herculina, y ahora lo hace nada más y nada menos que en el Palacio de la Ópera el 12 de octubre dentro del ciclo A Coruña Live Xperience by CaixaBank. Un lugar que resulta especial para la joven y que marca el inicio de una nueva etapa en su carrera musical.
La excorcunsante de Operación Triunfo 2017 y ganadora de la décima edición del programa Tu cara me suena, habla de su tierra con cariño y recuerda su infancia en la aldea y rodeada de su familia. Algo que asegura que la ha hecho convertirse en la persona que es a día de hoy.
Regresas a tu tierra, a A Coruña. ¿Cómo se siente poder tocar en casa?
Siempre me hace mucha ilusión tocar en casa. Es cierto que esta primera etapa la empezamos en la Sala Inn de A Coruña el 8 de marzo, pero siempre tiene ese punto de nervios, ese punto de todavía no estar estable. Al final, hasta el segundo o tercer concierto las cosas no están asentadas del todo. Entonces volver para cerrar un poco esta primera etapa, este primer ciclo de la gira, pues me hace mucha ilusión, y sobre todo hacerlo en el Palacio de la Ópera. Desde que cerramos ahí una gira en junio de 2019 no hemos vuelto. La verdad me hace mucha ilusión ir a casa siempre.
Se puede decir que A Coruña y, en concreto, el Palacio de la Ópera es un lugar en el que se cierra una etapa y comienza otra nueva.
Sí, se puede decir así. Aunque esta vez no termina del todo. Porque en cuanto terminemos el 12 de octubre estamos ya en proceso de preparar el concierto de Las Ventas (Madrid), que es el 31 de enero. Es en parte como un nuevo concepto, con una nueva propuesta escénica que presentaremos en Madrid y en la que pasarán muchas cosas de por medio.
Sacaremos nueva música, de forma que este disco tenga una larga vida, que era lo que yo quería cuando lo hice por primera vez siendo artista independiente para que el disco no se muriese al hacer 10/15 conciertos. Muchas veces no le das la importancia suficiente al trabajo que hay detrás de un disco y yo creo que verdaderamente lo merece. Por un lado siento pena porque se termina, pero en unos meses volvemos al ruedo. O sea, que estoy contenta al mismo tiempo.
En tu último disco Línea roja tienes una canción dedicada a Galicia en la que cantas en gallego: Tes que ser de aquí. A pesar de vivir en Madrid, ¿echas de menos la tierra?
Sí, totalmente. Yo llevaba años pensando en hacer una canción en gallego y no sabía al 100% como abarcarla musicalmente. Escucho mucha música tradicional gallega y tengo una conexión directa con la lengua porque me encanta y por el orgullo que siento como artista gallega. Este año coincidió que estuve indagando en la electrónica y me pareció un punto guay para mezclarlo con el tradicional gallego.
Para mí lo más importante es transmitir ese punto de conexión con Galicia, con la nostalgia, con la morriña, con todo lo que pasa cuando eres gallego y sabes cómo se siente al ser de aquí. Y al mismo tiempo que conectes sin ser, necesariamente, gallego. Me ha pasado cantando en otras ciudades que no son Galicia, que la gente se ha aprendido la canción y la disfruta porque sienten esa conexión con Galicia desde fuera.
Una persona tan unida a su tierra, ¿por qué decidió mudarse a Madrid?
Me fui a Madrid con 19 años porque me surgió la oportunidad de poder irme con una amiga de Pontedeume que estudiaba lo mismo, Arte Dramático en Vigo. Estaba estudiando cursos de interpretación, ya cantaba bodas, en bares, por ahí. Entonces es cuando me marcho a estudiar a Madrid, a seguir trabajando en la interpretación, a tocar en el metro y a ganarme la vida. También trabajaba en Zara...
¿Tocaste en el metro también?
Sí, al principio sí. Hasta que salió lo de Operación Triunfo. Creo que Madrid es una ciudad que tiene muchas oportunidades, pero tienes que salir a buscarlas.
¿Cómo describirías tu infancia en Galicia?
Muchas veces miro atrás y siento que fui una niña con mucha suerte. Soy una niña que se crio en una aldea rodeada de familia, en una época en la que la sociedad no había cambiado tanto. Justo a tiempo para aprender de las generaciones que me rodeaban y las tradiciones: el estar cerca del campo, montando en bici con mis vecinos de la aldea y no estar todavía cubierta de la tecnología.
Me ha pillado una época en la que creo que he podido disfrutar de mis abuelos y de los que no eran mis abuelos también, vecinos con los que iba desde muy pequeña a recoger los huevos de las gallinas... Miro atrás y veo lo que era y donde he crecido y me doy cuenta de la suerte que he tenido, la verdad.
La suerte hay que salir a buscarla y el que no juega a la lotería no puede esperar que le toque
Volviendo para adelante. Después de todo el trabajo y esfuerzo por alcanzar tus sueños, ¿cómo fue para ti entrar en OT?
Yo estaba buscándome la vida y creo fue un golpe de suerte que apareció. Pero la suerte hay que salir a buscarla y el que no juega a la lotería no puede esperar que le toque (risas). El jugármela yéndome de casa hizo que se me presentase la oportunidad del programa. No quiere decir que yo fuera mejor que las tantas de las miles de personas que se presentaron, sino que estaba en el momento justo y en el lugar adecuado para que se diera.
Mi vida cambió 180 grados y yo ni siquiera sabía si estaba preparada para ello. Muchas veces nos invade el síndrome de impostor. De repente la vida te pone en un sitio donde llevas años queriendo estar y piensas que no estás preparado para ella. Y, siendo honesta, así fue, a pesar de que llevaba muchos años de formación.
¿Sentías que no estabas preparada?
Yo empecé a tocar muy pequeña, con 12/13 años ya tocaba en los bares haciendo bodas y con mi padre a cuestas, con todo mi equipo de sonido de arriba a abajo. Y de repente llega la oportunidad de un programa de televisión con 21 años. Sinceramente siento que para muchas cosas uno nunca está preparado. Por mucho que te prepares hay cosas que se te quedan grandes. A partir de ahí también me ha costado tiempo volver a ubicarme tanto personal como profesionalmente. El coger las riendas al 100% de todo lo que me rodeaba ha sido un proceso largo.
Digamos que se te quedó grande la experiencia, pero a la vez supiste aprovecharlo y salir adelante.
Por supuesto. Uno tiene que quedarse con lo bueno y seguir adelante. Está en tus manos poder seguir adelante y evolucionar. Es como un aprendizaje.
Voy a empezar a grabar el nuevo programa de la Televisión de Galicia, que justo se ha confirmado este miércoles. Un concurso musical que estaré presentando y que grabaremos durante unas semanas en Galicia
También pasaste por el programa televisivo de Tu cara me suena. ¿Fue diferente a tu paso por OT?
Sí, Tu cara me suena ha sido de lo mejor que yo he vivido en la televisión, sin duda. Un programa que me ha ayudado mucho porque he podido también mostrar esa parte que quizás llevaba años aparcada. Es un programa que tiene ese punto de poderlo disfrutar siendo tú mismo. Lo repetiría mil veces. Me ha hecho aprender muchísimo, me ha dado muchísimas tablas y herramientas para emplear en mi proyecto y que al mismo tiempo disfrutas al máximo.
De cara al futuro. Comentabas que tu gira Línea roja no termina aquí. ¿Qué es lo que tienes preparado?
Cuanto el 13 de octubre salga de A Coruña nos pondremos a trabajar sobre el proyecto de Las Ventas (Madrid). Hasta ahora es el concierto más importante de mi carrera y en el que quiero emplear todas mis energías. Al mismo tiempo, sacaremos canciones nuevas de las que tengo muchas ganas y creo que van a sorprender.
Ahora mismo voy a empezar a grabar el nuevo programa de la Televisión de Galicia, que justo se ha confirmado este miércoles. Un concurso musical que estaré presentando y que grabaremos durante unas semanas en Galicia. Tendré la suerte de poder estar grabando en casa unas semanitas y luego ya focus en todo lo que lo que viene de cara a enero.