El microblading, una técnica muy precisa para definir y rellenar las cejas, lleva años en auge en España gracias a su acabado hiperrealista. Esta misma semana ha abierto en el barrio de Santa Marta, en Santiago, un nuevo centro especializado en este tipo de tratamiento, Microblading Art Marta Nocelo.

Su propietaria, Marta Nocelo, es la única gallega acreditada por la Asociación Española de Micropigmentación (AEM) y, tras años ofreciendo sus servicios en distintos centros en toda la comunidad, se ha lanzado a abrir su propio local.

"O microblading é unha técnica moi novidosa e realista para realizar cellas a personas, teñan ou non teñan pelo", afirma en una entrevista a Quincemil Nocelo, quien explica que buena parte de su clientela son personas que han perdido pelo o densidad capilar por problemas oncológicos, alopecia o por una depilación excesiva de las cejas.

El microblading se realiza pelo a pelo con pequeñas agujas esterilizadas, permite un nivel de precisión mayor que otras técnicas como la micropigmentación y se adapta a cada cliente. La primera consulta es totalmente gratuita.

Origen

El antes y el después del microblading (Microblading Art Marta Nocelo).

Nocelo se enamoró del microblading en una feria de estética en Madrid, donde se quedó "literalmente coa boca aberta" viendo cómo trabajaba la que posteriormente sería su primera profesora.

"Quedei moi sorprendida e pensei que era unha boa maneira de axudar á xente a recuperar as súas cellas ou a conseguir unha mirada máis bonita en consonancia co resto do rostro", precisa.

Así, en cuanto volvió a Santiago se puso manos a la obra y empezó a formarse y, tras un año preparándose, empezó a trabar en colaboración con diversos centros de toda Galicia.

"O tema do microblading púxose de moda hai uns seis anos e agora están empezando a haber cursos de acreditación profesional que en breve serán obrigatorios", explica Nocelo, cuya profesionalidad está acreditada por la AEM tras un curso en el que obtuvo la nota más alta de España "tanto no exame como no proxecto final".

Después de años de experiencia yendo de un centro para otro, esta profesional, "cansada de viaxar tanto" y con una cartera de clientes ya consolidada, se decidió a montar su propio local en su ciudad, Santiago.

"Estiven buscando un baixo e a zona de Santa Marta gústame moito e está en auxe; ademais, para o meu traballo está moi ben traballar con luz do día despois de estar acostumada a estar 8 ou 9 horas entre catro paredes", relata.

De este modo, el pasado 30 de agosto abrió sus puertas Microblading Art Marta Nocelo en la Rúa do Campo de Santa Marta, con un local "moi luminoso, elegante e acolledor" cuya atención compaginará con su trabajo en otras ciudades gallegas.

Oferta

Marta Nocelo trabaja únicamente con cita previa y ofrece una primera consulta gratuita en la que se le explica al cliente "todo o bo e todo o malo" del microblading, se repasa el historial médico para que no haya ninguna contraindicación, se diseña el tratamiento y se hace una prueba de alergia.

"Case todo o mundo repite e, quen non o fai, é porque busca outros prezos máis económicos: eu ofrezo calidade, os mellores produtos e os mellores resultados e estou sempre practicando con pel sintética para seguir mellorando", prosigue.

Una de las claves del microblading es que se adapta a cada persona: a cada cliente se le realiza un "visajismo", un estudio de su estructura y sus rasgos faciales, para dar con la fórmula adecuada para conseguir unas cejas adecuadas a cada uno.

"Adáptome ó que necesite ó cliente: traballo para homes e mulleres de calquera idade tanto se simplemente queren ter unhas cellas de revista como se sufriron algunha mala depilación ou tiveron perdas de pelo por determinadas enfermidades", apunta.

Además de su especialización en microblading, el centro también ofrece otros servicios de la mano de colaboradores, desde micropigmentación capilar hasta de línea de ojos, de labios e incluso oncológica, con reconstrucción de pezones.

La pandemia también ha hecho que se haya incrementado el interés por el microblading, toda vez que el uso de la mascarilla, que tan solo dejaba al descubierto los ojos, "fai que nos fixemos moito máis nesa zona".

"Aquí vén xente de todo tipo, dende persoas que queren enmarcar a mirada ata outras que non teñen nin un só pelo e queren reconstruir dende cero; o microblading pódese combinar con sombreado para darlle máis intensidade e volume á zona e que pareza máis real", concluye.