Esta semana ha arrancado en Galicia la campaña de vacunación contra la bronquiolitis, una infección vírica que puede entrañar gravedad en niños/as menores de dos años. La vacuna se aplicó en 2023 por primera vez y fue todo en un éxito, logrando reducir el número de casos graves. Sandra Yáñez, coordinadora de Urgencias del Hospital Materno Infantil de A Coruña celebra que el año pasado hubo "200 ingresos menos" gracias a la inmunización.
La bronquiolitis es una enfermedad "típica de niños pequeñitos, menores de dos años", y está producida por el virus respiratorio sincitial (VRS). La doctora señala que se trata de una infección "muy contagiosa, como ocurre con todos los virus", y supone la principal causa de hospitalización por infección respiratoria en menores de un año en los meses de otoño e invierno.
Sus síntomas se asemejan en un primer momento a los de "un catarro normal y corriente, con tos y mocos", pero su evolución "es un poco distinta a un catarro habitual", señala Yáñez. Y es que "a partir del tercer día de síntomas, empieza la dificultad para respirar". En niños pequeños se detecta esa mayor dificultad "porque respiran más rápido, se les marcan las costillas, o respiran utilizando la barriga". En algunos casos también "se escucha el sonido del moco en el pulmón".
La infección produce una acumulación de moco en los bronquios y a veces no puede llegar el oxígeno de forma adecuada
Ello provoca que los menores "coman y duerman peor", por lo que el principal signo de alarma es que dejen de comer. "Es normal que coman menos siempre que están enfermos. Pero, normalmente, lo que tomamos como medida para preocuparnos es que coman la mitad de lo que suelen comer. Si comen menos de la mitad, o si tienen vómitos o rechazan las tomas por completo, entonces sí que hay que verlos".
Estos bebés que presentan los síntomas mas graves de la infección pueden necesitar oxígeno. "La infección produce una acumulación de moco en los bronquios y a veces no puede llegar el oxígeno de forma adecuada", explica.
Por suerte, la vacuna está siendo la mejor baza para atajar la infección y lograr reducir el número de casos graves entre los más pequeños. En cualquier caso, la doctora recuerda a las familias que "la bronquiolitis es larga", especialmente en niños y niñas más mayores que no están inmunizados. "Los peores días son el cuarto, quinto o sexto, y despué va mejorando, pero la tos tarda en desaparecer".
Éxito de la vacuna
Al tratarse de una infección vírica "no hay un tratamiento específico". "Es lo malo que tiene la bronquiolitis, que no hay nada que la vaya a curar, no hay un antibiótico que lo cure, es una infección vírica y lo único que hay que hacer es el tratamiento de soporte", relata. En los casos que requieren atención médica, o incluso ingreso hospitalario, lo que se hace es "ponerles oxígeno cuando hace falta, y si no están comiendo, ponerles un suerito".
Por ese motivo, la vacunación es tan importante. La vacuna se pone a los recién nacidos y hasta los seis meses de edad y el Sergas ya ha comenzado a enviar esta semana SMS a las madres y padres de los pequeños para ponerles la dosis.
La doctora asegura que la experiencia está siendo "súper positiva" y gracias a la vacuna "el año pasado tuvimos 200 ingresos menos en nuestro hospital en A Coruña. Eso sí que se notó muchísimo", indica. También disminuyeron notablemente los ingresos en cuidados intensivos. "A lo mejor hubo dos, cuando otros años había todas las semanas prácticamente".
"Estamos muy contentos por el éxito de la campaña de vacunación el año pasado, y esperamos que este año sea igual de buena y así poder proteger a los más pequeñitos", añade.
Por último, para intentar disminuir los contagios Yáñez recomienda evitar realizar visitas a niños pequeños cuando se está acatarrado/a, así como prestar atención al lavado de manos y las medidas de higiene en general. Asimismo, cuando un menor tiene ya un diagnóstico de bronquiolitis, es importante "en la medida de lo posible no llevarlo a la guardería ni juntarlo con otros niños para evitar la propagación". Es decir, seguir algunas de las lecciones que ya se aprendieron con la covid.