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La EPOC o enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una patología "infradiagnosticada" que se estima que afecta a un 11,8% de españoles. Se da de forma mayoritaria en pacientes fumadores y se caracteriza por producir sensación de falta de aire y tos. Su diagnóstico temprano es fundamental ya que se trata de una patología crónica que empeora con los años, explica Cecilia Mouronte, neumóloga del CHUAC de A Coruña.

"La EPOC es básicamente una enfermedad que afecta a los bronquios produciendo obstrucción bronquial", detalla la doctora. Se presenta normalmente a partir de los 35 años de edad, tanto en hombres como en mujeres, si bien es más prevalente en los primeros, y suele empezar con "sensación de falta de aire, sobre todo en los esfuerzos, y a veces con tos y expectoración asociada", indica Mouronte.

Su principal factor de riesgo es el tabaquismo, y la doctora lamenta que el diagnóstico llega tarde en estos pacientes ya que muchos no dan importancia a los síntomas hasta que la enfermedad ha evolucionado demasiado. "Muchas veces los pacientes fumadores creen que tienen tos o fatiga por el propio tabaco, a veces ese infradiagnóstico se debe a que el paciente mismo no sospecha que sus síntomas puedan deberse a una EPOC, o a veces porque no lo sospechamos tampoco nosotros".

Y es que esos problemas de respiración "con frecuencia se asocian a infecciones respiratorias oportunistas", señala por su parte Isidoro Rivas, médico, paciente de la enfermedad y miembro de Apepoc (Asociación de Pacientes con EPOC), que añade que la EPOC "produce fatiga, cansancio y apatía".

"Es una enfermedad irreversible y progresiva"

Isidoro Rivas, médico, paciente de la enfermedad y miembro de Apepoc

A sus 70 años de edad, Rivas lleva conviviendo con la enfermedad desde hace dos décadas, algo que hace de la mejor forma que puede. "Yo fui fumador, llevo sin fumar desde hace más de 20 años y la voy soportando dentro de lo que cabe", indica.

Mouronte recuerda que "es una enfermedad irreversible y que es progresiva", por lo que si no se trata a tiempo "el riesgo es que vaya a más en el futuro", lo que puede conllevar "infecciones, ingresos y, sobre todo, a una insuficiencia respiratoria que te haga necesitar oxígeno, con las limitaciones que eso conlleva, como necesitar un dispositivo de oxígeno accesorio incluso para salir de casa".

En esos casos, la enfermedad puede suponer "una gran pérdida de calidad de vida para los pacientes y también un elevado consumo de recursos" ya que son personas que requieren "muchos ingresos y muchas asistencias al médico, ya que se ven muy limitados en los esfuerzos que pueden realizar", resalta la doctora.

Dejar de fumar, buenos hábitos y medicación

Parar lograr diagnosticar la enfermedad a tiempo, Mouronte recomienda acudir al médico cuando se sienta "mucha fatiga o falta de aire". Para ello propone tener en cuenta cómo se desenvuelve la persona en situaciones cotidianas:

"Si va caminando con personas de su misma edad y estas personas tienen que frenar un poquito el paso, si ve que ya empieza a costarle subir cuestas o hacer actividades habituales, a hacer la cama, atarse los zapatos, o incluso ducharse o moverse por su propia casa, o si ve que la tos va a más, o que la expectoración es fea, tiene que consultarlo con su médico", subraya.

La fatiga es un síntoma habitual de la EPOC. Shutterstock

Desde su experiencia como médico y como paciente, Rivas recomienda también "no fumar y evitar ambientes con humos", así como "que cuiden el peso y la alimentación". "Se acaba de hacer un estudio en el que se ve que el bajo peso y una alimentación saludable disminuye la mortalidad por EPOC", comparte.

También aconseja realizar "ejercicios de fisioterapia respiratoria que se están empezando a hacer en la comunidad autónoma gallega", así como "tener buenos hábitos de descanso" y "ser muy meticuloso en cumplir con la medicación", basada normalmente en inhaladores.

"El primer pilar es abandonar el tabaco, la deshabituación tabáquica, y luego el tratamiento de la EPOC es fundamentalmente inhalado con broncodilatadores que se toman de forma crónica, porque es una enfermedad crónica. Son inhaladores de mantenimiento, digamos", explica Mouronte. El objetivo de los broncodilatadores es "intentar mantener al paciente con la menor obstrucción posible", pero, sobre todo, "frenar la progresión de la enfermedad".