José Berdullas, vocal de la Xunta de Goberno do Colexio Psicólogos Galicia.

José Berdullas, vocal de la Xunta de Goberno do Colexio Psicólogos Galicia. Cedida

Salud

Seis meses de espera para acceder al psicólogo en A Coruña: "El sufrimiento se dilata en el tiempo"

El tiempo medio de espera para la primera consulta de salud mental en la ciudad herculina es de 6 meses, pero puede llegar al año, lo que impide dar una atención adecuada a las personas que la requieren

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Cada vez se habla más de salud mental, y parece que las nuevas generaciones y los adultos más jóvenes tienen menos reparo para hablar de sus malestares emocionales, especialmente en el caso de las patologías más conocidas y extendidas: la depresión y la ansiedad. Sin embargo, el estigma que rodea a la salud mental aún no ha desaparecido, y los dilatados tiempos de espera para las consultas en Galicia dificultan que lo haga, y que las personas que piden ayuda la reciban a tiempo.

El tiempo medio de espera para acceder a una primera consulta de salud mental en Galicia es de seis meses, aunque en algunos casos puede llegar al año. Pontevedra es el municipio con menor tiempo de espera: 1 mes; mientras que en A Coruña oscila entre los 6 meses y 1 año, en Vigo entre los 9 meses y 1 año, y en Santiago se puede demorar de 11 meses a 1 año. También pasan meses de espera entre las sucesivas consultas, oscilando entre los 3 y 6 meses, o incluso un año en el caso de Vigo.

La situación es similar en las consultas pediátricas. Pontevedra sigue presentando los mejores tiempos, con 2 meses, mientras que A Coruña tiene una espera para la primera consulta de 3 meses, Santiago de 3 a 6 meses y Vigo de 6 meses. En este caso, el tiempo entre consultas oscila de los 3 a los 6 meses, hasta el año, en el caso de Ferrol.

Se trata de unos "datos alarmantes", a juicio de José Berdullas, vocal de la Xunta de Goberno do Colexio Psicólogos Galicia. La Guía de Práctica Clínica para el Manejo de la Depresión en el Adulto, promovida por el Ministerio de Sanidad, recomienda realizar consultas semanales o quincenales, sin embargo, con los tiempos de espera actuales, "el tratamiento que tendríamos que dar en dos meses lo damos en 8 o 10 años".

Tiempos de espera en adultos.

Tiempos de espera en adultos.

Y es que el abordaje de los problemas de salud mental es particular. Además de precisar una atención rápida, también necesita de un seguimiento en el tiempo con cortos periodos de espera entre consultas, algo que la sanidad pública gallega y española no están pudiendo asegurar. "La atención psicológica va distinta, necesitamos trabajar en una secuencia de sesiones, durante un tiempo determinado, que no es resoluble en una única vez, entonces se sigue complicando", señala.

Berdullas indica además que existe "otro sesgo que es fundamental", y es que en las patologías depresivas y ansiosas la prevalencia en las mujeres es el doble que entre los hombres. "Hay un género que está más afectado", lo que implicaría atender a las causas y revisar el abordaje que se está realizando.

En cuanto a los tiempos de espera en el caso de los niños y niñas, el especialista cree que casos como el de Ferrol son "una locura". "Los niños van de otra forma, es cierto que son más flexibles cognitivamente, pero eso no debe hacer que dejemos pasar el tiempo, además, las cosas que se establecen en la infancia, si no hacemos nada con ellas, se hacen más difíciles en la adultez".

Tiempos de espera en niños.

Tiempos de espera en niños.

Salud mental y condiciones de vida

Estos tiempos de espera tienen un impacto evidente en la calidad de vida de todas las personas que requieren de atención en salud mental. "El sufrimiento se dilata en el tiempo", lamenta Berdullas, un sufrimiento que afecta a la persona en primera instancia, pero también a todo su entorno.

De hecho, el experto recuerda que durante esos tiempos de espera "a las personas les siguen pasando cosas". "Las patologías no mejoran solas habitualmente, y ni siquiera están estancadas, lo más normal en una patología de salud mental es que con el paso del tiempo, si no se hace nada, se agrave", de modo que "devolver a la persona a un buen estado de salud mental va a ser mucho más complicado".

Además, esa espera también afecta al desempeño laboral y a "la consideración que la persona tiene de sí misma y su propia autoestima", ya que "el tema laboral para muchas personas tiene que ver con la identidad, y sentirse incapaz de desarrollar lo que uno quiere hacer necesariamente va minando". En este aspecto, Berdullas subraya que "las bajas laborales no están mal dadas, lo que está mal dada es la atención".

"No podemos achacar toda la situación mental de la población gallega a cuestiones psicológicas, ya que muchas veces va a tener que ver con las condiciones sociales y materiales"

José Berdullas, vocal de la Xunta de Goberno do Colexio Psicólogos Galicia

"El problema es que desde que uno decide que está mal, y hasta que accede a los profesionales, pasa demasiado tiempo", relata. Lo más habitual es que las personas intenten solucionar por sí mismas el problema, para después recurrir a familiares o amigos, y, en último lugar, a los profesionales, por lo que "pueden pasar meses hasta que un paciente va al médico de cabecera a solicitar atención psicológica" y, cuando la persona llega por fin al especialista, "en algunos casos puede llevar año o año y medio en esa problemática".

El experto recuerda además que la salud mental y las condiciones materiales y de vida están íntimamente ligadas, y no se pueden separar las unas de las otras. Por tanto, "cuando las condiciones de vida no son dignas, la salud mental se ve resentida, esto es inevitable", y es por ello que "no podemos achacar toda la situación mental de la población gallega a cuestiones psicológicas, ya que muchas veces va a tener que ver con las condiciones sociales y materiales, con las condiciones de vida digna", traslada.

Asegurar la atención en el centro de salud

Berdullas considera que las consultas de salud mental y el tratamiento tienen que ser "una cuestión pública y a la que todo el mundo pueda acceder en iguales condiciones. Nadie debe estar favorecido o perjudicado por su situación económica".

Por ello, desde el Colexio proponen que "la atención psicológica de primer nivel tiene que estar en el lugar en el que toda la población accede desde el principio, que es el centro de salud". El Plan Galego de Saúde Mental 2020-2024 preveía la contratación de psicólogos clínicos para atención primaria, en concreto, un total de siete profesionales para toda la comunidad.

"A día de hoy hay contratados esos siete, pero en el área de A Coruña no hay ninguno", comparte el experto, que además incrementa el número de profesionales necesarios hasta los 100. "No decimos que haya que haber psicólogos en todos los centros de salud, ya que depende de muchas variables, pero el número 100 permitiría garantizar una asistencia".

Ese número de profesionales permitía llegar a las personas cuando se encuentran en las primeras fases de la enfermedad, y no cuando llevan meses de evolución, además de derivar al segundo nivel de atención "a aquellos casos de más gravedad o que necesitan una intervención más intensa".

"En Galicia tenemos 5,1 profesionales por cada 100.000 habitantes, cuando la OMS dice que son necesarios 12. Estamos por debajo de la mitad"

José Berdullas, vocal de la Xunta de Goberno do Colexio Psicólogos Galicia

Con todo, en los últimos cinco años, el Plan aumentó los profesionales de psicología clínica en un 50%, pasando de 95 a 141. "Parece un buen dato", señala Berdullas. Sin embargo, en el año 1997, una comisión asesora que formó el Sergas concluyó que el número mínimo de profesionales que necesitaba Galicia para atender a la población era de 175. Es decir, "estamos en el 80% de lo que se necesitaba en el año 97, cuando en aquel momento las circunstancias sociales eran otras, el bienestar era mayor que ahora, no había pasado el covid, y a la gente le daba vergüenza pedir ayuda".

"Hablamos de que en Galicia tenemos 5,1 profesionales por cada 100.000 habitantes, cuando la OMS dice que son necesarios 12. Estamos por debajo de la mitad", lamenta. Con todo, desde el Colexio celebran el anuncio realizado por el coordinador de salud mental del Sergas, Manuel Arrojo, que aseguró que en los próximos años se contratarían 65 profesionales más: "No son todos los que necesitamos, pero es un buen inicio, y estamos a la espera de ver cómo se materializa en presupuestos y en el Plan".