Darío Villanueva (Villalba, 1950), catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en Santiago, es director de la Real Academia Española desde diciembre de 2014. Es también presidente de la Asociación de las Academias de la Lengua Española.Veintitrés incluyendo a la última: la Ecuatoguineana. El objetivo prioritario de Villanueva es la viabilidad de la RAE ante la realidad de los números rojos.
He vivido un año muy intenso. Ahora ya estoy en una fase de relajamiento, porque el congreso mexicano ha salido muy bien, la situación económica de la Academia se está reconduciendo incluso antes de lo que yo pensaba y ya me voy haciendo al puesto.
La Academia, sobre todo durante la época del franquismo, en parte en represalia por su independencia, ha pasado penurias. Las cosas mejoraron en la democracia con Felipe González. En el momento mejor, el Estado contribuía con algo menos del 50% del presupuesto. Pero en los últimos años la asignación se ha visto rebajada en un 60%. Este es un tema que a mí me toca directamente. Creo que, en parte, mis compañeros me eligieron director para que recondujera lo que se estaba convirtiendo en un déficit de más de dos millones de euros al año. En 2016 espero ya confirmar un presupuesto que no tendrá números rojos.
La Academia ha dejado atrás 300 años de historia con la edición conmemorativa, la 23 del Diccionario. Incrementa el número de lemas, llegando a tener más de 93.000. Pero es de transición, porque el siguiente va a ser de planta digital y seguiremos haciendo libros después.
No podemos olvidar que en España somos menos del 10% de los hispanohablantes del mundo
En la última edición se admitieron nuevas palabras como tuitear. Recientemente ha habido en la red una polémica cobre gin-tonic o yintónic. Si se va al Diccionario, se verá que yintónic no existe. La forma que el diccionario recoge es un anglicismo puro: gin-tonic.
La Academia, sin duda, tiene que ir a la zaga de la realidad. No puede inventar palabras y no puede tampoco censurar palabras que existan. Lo que sí la Academia puede hacer y siempre ha hecho es organizar los códigos de la lengua.
Mis antecesores en la dirección de la RAE han sido Víctor García de la Concha y José Manuel Blecua. Víctor fue un director fundamental en la historia reciente de la Academia durante 12 años y le dio un gran impulso a lo que llamamos la política panhispánica.
Una institución que ha durado 300 años no tiene garantizada su continuidad si no se ajusta a los nuevos tiempos
Nosotros no podemos olvidar dos cosas: que en este momento somos menos del 10% de los hispanohablantes y que el español es la lengua ecuménica que hoy es no por la colonia sino por la independencia. Hoy hablan 500 millones de personas el español porque en el proceso de las independencias americanas las repúblicas nacientes adoptaron el español como su lengua nacional.
Blecua fue mi antecesor. Coincidió su mandato con el tercer centenario. Yo fui secretario con él. Por lo tanto no soy la persona más indicada para juzgar su dirección, bajo la cual se publicaron obras importantes como la Fonética y fonología, que coordinó, y el Diccionario de 2014.
Cuando fui elegido, un periodista, sabiendo que yo soy profesor de literatura, me preguntó: “¿Qué piensa aplicar, el romanticismo o el realismo?”. Yo le dije: “Las dos cosas”. El romanticismo para mantener la misma misión por la que la academia nació y el realismo para tener los pies en el suelo y saber que una institución que ha durado 300 años no tiene garantizada su continuidad si no se ajusta a los nuevos tiempos, y el mundo digital es determinante.
Rajoy lo tiene difícil mañana. Las circunstancias de estos años han sido muy duras
En el cercano 2016 celebraremos los 400 años de la muerte de Shakespeare y de Cervantes, el emblema de la literatura en castellano. En mi discurso de ingreso a la Academia El Quijote antes del cinema, hermané a Cervantes con Shakespeare al pensar que el cine no sólo es el resultado de una evolución tecnológica, sino de una evolución artística y estética que viene de muy antiguo. Yo desde siempre pensé que el Quijote era un libro fundamentalmente precinematográfico.
Soy catedrático, pero tengo una ya larga experiencia en la gestión. La vida me vino así. Cuando regresé a Santiago de mis oposiciones en Madrid, estaba esperándome el decano de mi facultad para decirme que me tenía que encargar de la secretaría. No me dejaron opción. A partir de ese momento, procuré, eso sí, compatibilizar la docencia con la investigación, la escritura y la gestión. Fui decano y rector de la Universidad de Santiago.
El que Rivera, un catalán, sea candidato a la presidencia no deja de ser en este momento muy interesante
Rajoy es ex alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad de Santiago. Cuando yo fui rector, conmemoró con su promoción las bodas de plata y hubo un acto, siendo él ministro, en el que se reunió con sus compañeros.
Rajoy lo tiene difícil mañana, claro. Las circunstancias de estos años han sido muy duras y gobernar en medio de una crisis es algo muy complicado que puede pasar factura electoral.
Pedro Sánchez e Iglesias compiten a la izquierda frente a Rajoy y hay otro candidato en liza que es catalán. El que Albert Rivera sea candidato a la presidencia no deja de ser en este momento muy interesante. En el siglo XIX hubo algunos intentos, frustrados de manera trágica, para que políticos catalanes se implicaran en el Gobierno del Estado. Pero en fin, según las encuestas, son las cuatro opciones que significan un cambio de paradigma en el modelo político español, en donde ha regido hasta ahora un bipartidismo imperfecto, porque no olvidemos que los dos partidos principales con frecuencia han necesitado de los partidos nacionalistas.
La relación de Podemos con el chavismo no es su mejor aval para ofrecer algo al futuro de nuestro país
En el PSOE hay una experiencia última de gobierno que tiene luces pero algunas sombras. Me refiero a los ocho años de Rodríguez Zapatero. Ha habido un cambio generacional muy fuerte dentro del propio partido y a veces ese cambio, cuando no funciona, nos hace añorar lo que era el PSOE de los jóvenes de los años 70.
Podemos es una opción vinculada a un nuevo modo de hacer política, en donde las redes sociales importan mucho. Podemos tiene unos matices populistas que no me resultan convincentes y la relación con el chavismo, que ahora se ha procurado suavizar, no es su mejor aval para ofrecer algo al futuro de nuestro país.
No he sido nunca militante de ningún partido. Soy un ciudadano demócrata con convicción profunda. Y precisamente por eso, alguna vez que se me ha preguntado sobre la posibilidad de que yo fuera político siempre he dicho que jamás me vi en tal papel, porque si yo perteneciera a un partido, con demasiada frecuencia, le daría la razón al contrario.
En Francia, hablándose vasco, catalán, bretón, corso o provenzal, estas lenguas no tienen la consideración que las cooficiales nuestras
¿Que todos hablemos las lenguas del Estado, como opina algún político? Yo nunca vería esto como una obligación. En el tema lingüístico a mí me parece que el modelo establecido por la Constitución del 78 significa un avance espectacular que no logró la Constitución de la República de 1931. Y pido que se compare la Constitución del 78 con la Constitución francesa. El francés es la única lengua oficial, y hablándose vasco, catalán, bretón, corso o provenzal, estas lenguas no tienen la consideración que las cooficiales nuestras.
Yo me doctoré en la Autónoma de Madrid. Mi mujer, María Ermitas, hizo la licenciatura en la Complutense. Ella es gallega también. Al acabar sus estudios se vino a Galicia y es catedrática de universidad. Yo tuve algunas oportunidades de trasladarme a Madrid desde el principio de mi carrera, pero no lo hice de manera consciente porque mi trabajo, como el de todos los profesores universitarios, exige mucha disponibilidad y una entrega casi exhaustiva a la lectura, a la escritura, etcétera.
La Academia erró al no dar el premio Fastenrath a Valle-Inclán por 'Tirano banderas'
Nuestra hija Beatriz, una gran profesional, trabaja para Naciones Unidas. Francisco José, más joven, está en el mundo del marketing, ahora en el entorno de Ferrari. Su madre y yo les abrimos las puertas al exterior. Cuando yo era de su edad, ser de provincias parecía una barrera insuperable. A mis hijos esa mentalidad les resulta incomprensible.
Valle-Inclán es universal. Se le empequeñece tratándolo como un escritor del modernismo rubendariano o de la Generación del 98, cuando el lugar literario en el que se entiende es el modernismo internacional en el que están Joyce, Proust, Thomas Mann, Faulkner o Virginia Woolf. Es uno de los grandes escritores expresionistas europeos.
Una de las equivocaciones terribles que la Academia cometió fue no dar el premio Fastenrath a su Tirano banderas. Ha habido otras equivocaciones. Quiero recordar la cerrazón a académicas, como pudieron ser Gertrudis Gómez de Avellaneda o doña Emilia Pardo Bazán.
Los académicos que estamos ahora en la RAE pasaremos, y los que vendrán ya serán nativos digitales
La Academia no me impide seguir investigando y escribiendo. Acabo de editar Imágenes de la ciudad. Poesía y cine, de Whitman a Lorca. Es un estudio de las relaciones entre la poesía y el cine en el tratamiento de la gran ciudad. Y se ha editado en inglés un libro mío, junto con dos compañeros, sobre la literatura comparada, que saldrá el año próximo en español y en chino.
Escribí Después de la Galaxia Gutenberg y la Galaxia McLuhan. No nos podemos aislar de los nativos digitales. Hoy en día cuando vas a un instituto y hablas de las nuevas tecnologías, los estudiantes ponen cara rara porque ellos no saben de qué estás hablando. Para ellos la red, las tabletas, los teléfonos, no son nuevas tecnologías. Son nuevas para nosotros. Ahí está la frontera entre inmigrantes digitales y nativos digitales. Los académicos que estamos ahora en la RAE pasaremos, y los que vendrán ya serán nativos digitales.