Es extraño que el archivo de la Stasi no almacene ningún expediente de David Bowie durante sus años en Berlín. El cantante cruzó a menudo al sector oriental cuando fijó su residencia en el 155 de Hauptstrasse entre los años 1976 y 1978. Es cierto que en Berlín gozaba de cierto anonimato pero su condición de estrella de rock no debió de pasar inadvertida para la policía secreta de la RDA.
Esa ausencia es aún más extraña a la luz de la experiencia de Timothy Garton Ash, que coincidió con Bowie en Berlín en 1978. El historiador británico llegó como un estudiante imberbe para acabar su tesis doctoral sobre Berlín en los años de Hitler. El cantante, para desintoxicarse de la cocaína y de la vida nocturna de Los Ángeles y meterse en un estudio a grabar música experimental con Tony Visconti y Brian Eno.
Garton Ash no era una estrella mediática capaz de influir en la opinión pública ni su música había acompañado la llegada del hombre a la Luna pero para la Stasi era Romeo. En 1992 regresó a Berlín para averiguar si por casualidad había algún expediente sobre él y se topó con un sobrenombre y con un legajo de más de 300 páginas.
Como Bowie, Garton Ash vivió tres años en Berlín y también frecuentó el club Chez Romy Haag, regentado por el travesti que enamoró al cantante británico. Pero los jóvenes a quienes creía sus amigos estaban informando a la Stasi sobre su vida en la ciudad.
Heroes es la canción que la capital alemana reconoce como el himno de la ciudad dividida. Bowie la compuso observado por una pareja de vopos, los agentes de policía encargados de vigilar lo que las autoridades conocían como el "muro de protección antifascista".
Los legendarios Hansa Studios donde grabó el álbum estaban al lado del Muro. Desde el ventanal de la sala de control donde se sentó a escribir, Bowie veía la torre de vigilancia con los policías de frontera. "And the shame was on the other side [la vergüenza estaba en el otro lado]", escribe Bowie.
En ese mismo año de 1977, poco antes de grabar Heroes, los vopos dispararon y mataron a Dietmar Schwietzer, un muchacho de 18 años que intentó cruzar a Berlín Oeste por Berliner Allee. Heinri Weise, de 22, se ahogó al intentarlo arrojándose al río Spree.
Así nació la canción
Durante un tiempo, Heroes fue una canción instrumental escrita por Brian Eno. Parecía que se iba a quedar así hasta que Bowie dio con la letra. Desde el ventanal también vio a una pareja besándose junto al muro que le recordó al óleo Lovers betwen garden walls del pintor expresionista Otto Mueller.
"¿Quién diablos se besa debajo de una torre de vigilancia del Muro de Berlín?", pensó Bowie. Era su productor Tony Visconti, que estaba casado y acababa de iniciar un lío de faldas con la corista Antonia Maass.
La portada de Heroes está inspirada en la obra Portrait of a Man, de Erich Heckel, también del grupo expresionista Die Brücke. Bowie se movía entre galerías de arte y museos como un berlinés neoexpresionista e iba a los clubes nocturnos de drag queens para imaginar el Berlín de cabaret del escritor Christopher Isherwood.
Angela Bowie, su mujer de entonces, ha descrito la experiencia berlinesa del artista con menos lirismo: "Creo que llamarlo decadente es demasiado suave. Llamarlo un pedazo de mierda paranoico inducido por la cocaína se acerca más a la realidad. Malgastaron el tiempo y el dinero [David Bowie e Iggy Pop]. Se pasaron todo el tiempo discutiendo sobre quién se iba a tirar a la drag queen más guapa", le contó a Legs McNeil, fundador de la revista Punk!.
Mudarse a una de las capitales de las drogas duras de Europa central durante la década de los 70 y llevarse como compañero de piso a un politoxicómano confeso como Iggy Pop no parece la mejor estrategia para desengancharse de la heroína. "En Berlín no se preocupan por el tráfico de drogas... Mejor dicho, no les preocupa que la gente se divierta", decía Iggy Pop.
Y sin embargo la ambición artística de Bowie es innegable. Compuso tres álbumes geniales, pintó, coleccionó arte, produjo los dos primeros discos en solitario de Iggy Pop y rodó con Marlene Dietrich Just a Gigolo.
Al contrario que Heroes, la portada de Lodger, el disco que cerró la trilogía de Berlín en 1979, es radicalmente contemporánea. El periodista alemán Tobias Rüther establece un coqueteo entre esa polaroid de Bowie descamisado y en un escorzo de dolor sobre un suelo de baldosas blancas con la fotografía del cadáver del terrorista Andreas Baader que se tomó cuando lo encontraron en su celda de Stuttgart-Stammheim.
La Stasi no estableció ese vínculo ni le dio relevancia política a este hecho.
Seis días antes que Reagan
Con todo y una década después, Bowie sí fue el responsable indirecto de los hechos que narra el expediente MFS-ZOS 3769 que se encuentra en los archivos de la Stasi.
El 6 de junio de 1987 David Bowie regresó a Berlín Oeste para actuar en un concierto al lado del Reichstag y a la sombra del Muro. Para Bowie fue uno de los momentos más emocionantes de su carrera.
"Sabíamos que algunos berlineses orientales podían tener la oportunidad de escucharlo, pero no éramos conscientes de cuántos", le contó a Bill DeMain en 2003. "Se habían acercado miles al otro lado del Muro. Era como un concierto doble con el Muro marcando la división. Los escuchábamos aplaudiendo y cantando desde el otro lado. ¡Dios! Aún hoy se me hace un nudo en la garganta. Se me estaba rompiendo el corazón. Nunca había hecho algo así en mi vida y creo que nunca lo haré. Cuando tocamos Heroes, realmente lo sintieron como un himno, casi como una plegaria".
El día del concierto, Bowie se acercó a los Hansa Studios y se reencontró con Eduard Meyer, el ingeniero de sonido con el que grabó aquellos discos. En una rueda de prensa, lamentó tener que seguir viendo el Muro a través de las ventanas. Luego se subió a un taxi y llegó al 155 de Hauptstrasse, su antiguo hogar. Hizo unas fotos para la nostalgia y sin entrar en el apartamento se fue con Dennis O'Reagan, que lo fotografió en varias localizaciones del Muro en una pose mucho menos irreverente que la que mostró en los retratos de Andrew Kent, luciendo el abrigo de piel negro de oficial de la Gestapo frente al Memorial de las Víctimas del Fascismo en el bulevar Unter den Linden en Berlín Oriental.
En torno a las 10 de la noche y antes de interpretar Heroes, el himno que había compuesto justo 10 años antes en la ciudad dividida en plena Guerra Fría, Bowie se dirigió a una multitud de 70.000 berlineses en alemán: "Enviamos nuestros mejores deseos a todos nuestros amigos que están al otro lado del Muro". Los altavoces estaban ligeramente entornados hacia Berlín Este.
Tobias Rüther recuerda que en la parte oriental había berlineses a lo largo y ancho de Grotewohl-Strasse, Neustädter Kirchstrasse y cerca de Charité Hospital. Incluso sentados en las azoteas. Escuchaban a Bowie. Las dos noches siguientes tocaron Eurythmics y Genesis. El ánimo se había contagiado.
Mauer weg!
La Stasi informó de que la situación se había vuelto crítica. Bloquearon la zona, aparecieron los cañones de agua y arrestaron a 158 personas: "La actuación de la Volkspolizei fue ruidosamente respondida con silbidos y cánticos (Mauer weg!)", describe el expediente.
"Mauer weg! [¡abajo con el muro!] ¡Gorby sácanos de aquí!, ¡Rusos volved a casa!". El periódico Bild cuenta que la primera vez que se escuchó Mauer weg! fue mientras Bowie interpretaba Heroes.
Los berlineses del Este estaban informados de los conciertos por la emisora RIAS 2, que emitía desde el sector americano y sabía del interés de sus vecinos por la música de los enemigos capitalistas de Occidente.
"La concurrencia estaba integrada en su mayoría por jóvenes de apariencia decadente", explica el expediente de la Stasi. Los testigos afirman que la violenta respuesta policial fue crucial en un cambio de actitud dentro de la RDA.
"El ánimo cambió cuando vimos que sacaban de forma aleatoria a personas de la multitud y las arrestaban policías de paisano", relataba una de las manifestantes, Tina Krone, al Spiegel Online. "No paraban de detener gente, arrastrándolos por la calle. Parecía una película de terror. Estábamos enfurecidos".
Seis días y también muy cerca del Muro junto a la Puerta de Brandenburgo, Ronald Reagan pronunció el mítico discurso en el que parecía recoger las palabras de los manifestantes de Berlín Oriental y retaba a Gorbachov a tirar el Muro.
Hoy Berlín considera a Bowie el músico más importante vinculado a la capital alemana desde Herbert von Karajan. Su concierto de 1987 y sus años en Berlín contribuyeron a derribar el Muro. Así lo subrayó el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán el pasado 11 de enero.
El episodio de Bowie propició que la Stasi prestara más atención a las estrellas occidentales. Al año siguiente fue el Rey del Pop el que visitó Berlín Occidental. Y a Michael Jackson sí que le prepararon un expediente.