El año comenzó sin vida para Matilde. No llevaba ni doce meses de relación con Nelson cuando decidió interponer una denuncia por maltrato. A pesar de la orden de alejamiento que pesaba sobre el agresor desde noviembre de 2016, volvían a vivir juntos en el piso de ella, en Rivas Vaciamadrid. Allí fue donde el sábado 31 de diciembre a las 22 horas él la apuñaló hasta dejarla casi sin vida.
Matilde Teresa de Castro Hernández (este es su nombre completo), de 44 años, fue inmediatamente trasladada al Hospital Gregorio Marañón, donde fallecía unas horas más tarde a causa de las graves heridas causadas por su asesino, Nelson Enrique Parra Tabares, de 20 años.
Matilde, Mati como la llamaban sus allegados, tenía 40 años y, según EFE, era profesora de Química en una universidad. Se crió en Rivas, en una familia con dos hermanos más (Jorge y Hortensia) y unos padres muy creyentes. Sus progenitores, que estaban muy afectados, se han negado a hablar de lo sucedido. Estas Navidades estaban en Canarias, donde reside uno de sus hijos. Desde allí tomaron un vuelo a Madrid cuando supieron que su hija había sido asesinada. Al parecer, ningún familiar sabía que Nelson maltrataba a Matilde. Al menos ella no lo había contado.
La orden de alejamiento fue catalogada de "bajo riesgo" por la Guardia Civil, a pesar de la denuncia de Matilde y del amplio historial delictivo de Nelson, según informa el diario ABC. El alcalde de Rivas Vaciamadrid, Pedro del Cura, aseguró que se estudiarán las 79 ordenes de alejamiento que hay en la localidad. "Queremos saber qué ha fallado para que no vuelva a ocurrir", explica Aída Castillejo, concejala de Igualdad y Mujer.
Ese mismo día, 1 de enero de 2017, la alarma se disparaba al conocerse la noticia de que otra mujer era presuntamente asesinada por su expareja, con quien tenía un hijo. La víctima, que tenía 25 años y cuyo nombre se desconoce, cayó desde el balcón de su piso en Hortaleza (Madrid), falleciendo en el acto.
Según se daba a conocer días después, la autopsia no aclaraba si la mujer fue empujada o si sufrió una agresión justo antes de precipitarse. Sin embargo, la titular del Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid consideraba que su muerte sí era un caso de violencia machista ya que había "indicios suficientes". El arrestado ya había sido investigado previamente por quebrantar una orden de alejamiento que tenía sobre otra víctima. Según esta orden, tenía prohibido entrar a una determinada zona de Hortaleza, distrito en el que estaba el domicilio de la víctima.
A fecha de 7 de enero, en 2016 había también dos mujeres asesinadas por sus parejas. Ellas fueron las primeras víctimas de un año que acaba de finalizar. Se llamaban Carmen Radu y Silvia García. Sus nombres han pasado a formar parte de una lista que aumenta cada año. Entre 2003 y 2015 fueron asesinadas 790 mujeres. Silvia García fue la segunda víctima mortal de la violencia machista en 2016, un año que se ha saldado con 44 mujeres asesinadas a manos de hombres, 13 menos que en 2015, cuando hubo 57. El peor año fue 2008, cuando hubo 76 asesinadas. La pregunta es, por tanto, necesaria: ¿cuántas mujeres morirán en 2017 como Matilde?, ¿nos olvidaremos de esta profesora, primera víctima del año, como lo hicimos de Carmen y Silvia, que murieron en los primeros días de 2016?, ¿pasarán a ser una cifra más, olvidando sus nombres y los de sus agresores?
Las otras víctimas
Ella fue la primera víctima de 2016. Se llamaba Mariana Carmen Radu, tenía 43 años y fue asesinada el 4 de enero. Carmen, como la solían llamar, residía en España desde hacía 15 años y trabajaba en un call center, según explicaba Lainformacion.com. Parte del dinero que ganaba lo enviaba a su familia, en Rumanía, país en el que nació.
El periódico rumano Stirile Pro, que se hacía eco de la noticia, contaba con los testimonios de algunos de sus familiares directos. Su hermano, Eduard Radu, explicaba que Carmen se enamoró de Charlie cinco años después de llegar a España. Charlie Moldoveanu, un albanés de Kosovo, y ella llevaban diez años juntos y estaban casados. Tenían un hijo, Alexandru, que estudiaba Medicina. "Por lo que mi madre alguna vez me contó, mi padre era muy celoso y empezaba peleas sin ningún motivo", recoge el periódico rumano Stirile Pro.
Tras estrangular a Carmen en su casa de Hortaleza, el asesino confesó y se entregó a la Policía. Fuentes policiales aseguraron que no existía ninguna denuncia ni orden de alejamiento hasta el momento.
Un día después del asesinato de Carmen Radu, el 5 de enero de 2016, era asesinada Silvia García Simán, de 33 años.
Tras un periodo de separación, su marido, Abraham R. L., de 36 años, y Silvia volvieron a estar juntos. Tenían una hija de 5 años que en el momento del asesinato estaba en la casa, en Galápagos (Guadalajara). La apuñaló y horas después, tras un aviso de los vecinos de la urbanización en la que residían, fue detenido. La víctima no había interpuesto denuncia alguna antes de su muerte.