¿Aún no la has visto? Si la respuesta es que aún no, sigue leyendo. Si la respuesta es que sií, haz como yo, y sumérgete en la verdadera banda sonora de la película del momento. No te preocupes porque este artículo no incluye ningún spoiler, (el anglicismo para cursis que se refiere a cuando un periodista listillo que ya ha visto la peli te revienta la trama). Este artículo no te va a fastidiar, en el caso de que lo leas, el final de La La Land porque la película es una historia de amor con formato musical y ya está.
Pero también es una de las películas más delicadas de los últimos años. Un musical como los de antes que transcurre ahora, con uno de esos atascos de autopista que todos hemos vivido, con castings imposibles, iPhones que te quitan la vista y hasta una “peineta” entre coche y coche.
Estas son algunas de las canciones que ama Sebastian (Ryan Gosling) su protagonista y a través de las cuales enamora a Mia (Emma Stone) pero que nunca suenan en la película. Estas son algunas de las canciones que el director y el productor no se atrevieron a incluir. Estas son las canciones de la banda sonora de La La Land, o al menos su banda sonora alternativa, que no puedes comprar porque su banda sonora oficial es el score. Bienvenido a la verdadera música de La La Land. Deja caer la aguja de tu giradiscos y ten cuidado que no se queme el asado.
Theolonious Monk. No te asustes por su nombre tan rimbombante. Se trata, quizá, del gran héroe del género. También el verdadero protagonista de la película, porque Monk y Sebastian son los dos pianistas.
Negro y heroinómano, Monk, es a la historia del jazz lo que el payaso Fofó a los que nacimos en el baby boom. Sus dedos bailaron sobre el piano para acompañar a Miles Davis, John Coltrane, Gillespie o Sonny Rollins y, entre otros hitos, es el autor de uno de los grandes temas del jazz, Round Midnight, título escogido por Clint Eastwood para filmar la biografía de Charlie Parker.
Murió a los 65 años (en el 82, el mismo año que Felipe González subió al poder). Su muerte paso prácticamente desapercibida en España en aquellos días de rosas, chaquetas de pana y abrazos sentidos.
Canción más escuchada en Spotify: Monk´s dream. Take 8.
Charlie Parker 'Bird'. Apodado Bird por su pasión por el pollo, el saxofonista Charles Christopher Parker Jr aparece y mucho en La La Land y no cobra derechos de autor por ello. A Bird se le atribuye la invención del Be Bop uno de los movimientos más revolucionarios del jazz que consiste en romper con la dulzura del swing para hacer de la improvisación descarnada sobre una melodía la protagonista del tema. Si quieres saber lo que es tocar rápido escucha a Bird, pero ojito, prepárate que no es fácil, eh.
Su canción más escuchada en Spotify. All the things you are.
Kenny G. Ya sé que si eres amante del jazz puedes pensar que he tomado demasiado ibuprofeno, pero Kenny G también sale en la película. Toda la cultura musical jazzística de la protagonista se limita a haber escuchado, como te habrá ocurrido a ti en cientos de ocasiones, a este saxofonista y clarinetista que te puede amargar un viaje en ascensor. ¿Qué si existe la claustrofobia musical? Kenny G es la respuesta.
Hagamos justicia, el rey del Muzak (esa música instrumental y empalagosa de Kenneth Bruce Gorelick, es como esos caramelos de café con leche que hacen que se peguen los premolares) presume de tener un record Guinness en su haber (1997): el máximo tiempo tocando una sola nota con un saxofón: 45 minutos y 47 segundos. ¿Te lo imaginas? Más ibuprofeno por favor.
Canción más escuchada en Spotify. Songbird.
Preservation Hall Jazz Band. Es bonito imaginar que todo empezó en el Preservation Hall, en el 726 de St Peter Street en Nueva Orleans, pero no fue así. El jazz nació del dolor. Del dolor de los esclavos en los quilombos, los barracones de las plantaciones. Para el protagonista de La La Land, para su director y guionista Damien Chazelle (su anterior peli fue la historia dolorosa de un baterista en Whiplash), todo nació en Nueva Orleans. Si aún no has ido a la capital del jazz no tardes, pero eso sí, intenta evitar las temporadas más altas de turismo.
Canción más escuchada en Spotify. That´s it.
Chet Baker. Chet Baker no aparece mencionado en la película pero el protagonista es un pianista cuyo sueño es abrir un club de jazz en Los Ángeles. El jazz de la costa oeste lleva el nombre de Chet Baker, de su leyenda, de su adicción a la heroína, de su fotogenia y de su voz. No te pierdas el documental filmado por el fotógrafo Bruce Weber titulado Let´s Get Lost (1988).
Para mí Baker es como Goya a la pintura. Hasta su disco de versiones eléctricas con caja de ritmos me gusta. Si sólo tienes que llevarte un disco a una isla desierta elige Chet Baker sings. No te arrepentiras y dejarás de estar sólo.
Su canción más escuchada en spotify. My Funny Valentine.