¿Cómo puede caer una niña de seis años desde el cuarto piso de su casa y que todas las ventanas estén cerradas y las persianas bajadas?
La tragedia ha conmocionado a la ciudad de Zamora y, especialmente, al barrio de Los Bloques, donde tuvo lugar el suceso. Precisamente que aún no se haya resuelto, que se haya decretado secreto de sumario y que lo esté investigando la Fiscalía de Menores ha generado interés nacional. La primera tesis -que había sido un accidente y que la niña se había caído sola- ha quedado descartada. Pero antes de explicar por qué, rebobinemos hasta el momento en el que comienza todo.
Lunes 30 de enero a las 5:30 de la madrugada. Un hombre de camino al trabajo pasa por la calle Arapiles, a la altura del número 44, y encuentra el cuerpo de una niña en el suelo. Llama a la Policía, que se persona en el lugar de los hechos. Empiezan las investigaciones y rápidamente descubren que la niña vivía en un cuarto piso del edificio, en el que los padres y los hermanos de la cría dormían en el momento en el que le comunican lo ocurrido. Los progenitores comienzan a buscar a la menor en casa y no la encuentran, confirmando la peor de sus pesadillas: su hija pequeña había muerto al caer por la ventana.
Y he aquí las extrañas circunstancias que rodean el caso: en el mismo momento en el que la Policía accede a la vivienda, observan que todas las ventanas exteriores están cerradas y las persianas bajadas.
La menor tenía una hermana de doce años con la que compartía habitación, y un hermano de diez, que dormía en otro cuarto. A la luz de los hechos, los investigadores se centran en la hermana con la que compartía habitación y el caso pasa a manos de la Fiscalía de Menores, quien interroga a la hermana mayor, convirtiéndose en testigo vital. De momento se ha decretado secreto de sumario.
El subdelegado del Gobierno, Jerónimo García Bermejo, aseguraba que la hipótesis de muerte accidental por precipitación "no encaja" con lo ocurrido. "Supuestamente podía haber sido una precipitación, pero se está investigando. La familia se acababa de percatar de la ausencia de la niña cuando nosotros llegamos al lugar. Es extraño que las ventanas estuvieran cerradas porque el supuesto origen de una precipitación no encaja al estar cerradas las ventanas por donde pudiera haberse precipitado", afirmaba García Bermejo.
De ser sonámbula a ser arrojada
Las primeras tesis apuntaban a la posibilidad de que la niña fuese sonámbula y, de manera inconsciente, hubiese levantado la persiana y abierto la ventana hasta caer accidentalmente. Sin embargo, precisamente el hecho de que la ventana, que además era doble, estuviese cerrada y la persiana bajada hace tambalear dicha hipótesis, como también la de un suicidio. En el caso de que se hubiese producido una de estas dos situaciones, algún familiar tendría que haber cerrado la ventana de nuevo, sabiendo o sin saber que el cuerpo de la menor había caído. También se barajaba la posibilidad de que no hubiese caído de la ventana del cuarto en el que dormía junto a su hermana, sino desde el balcón de la habitación contigua. Sin embargo, esta teoría también ha sido descartada por los investigadores por dos motivos: el balcón también estaba cerrado y si se tiene en cuenta el punto exacto en el que apareció el cuerpo, tuvo que caer desde la habitación compartida.
La hipótesis de que haya sido arrojada cobraría fuerza, ya que el proceso cuestiona que la menor cayera sola al vacío.
Después de que el Instituto Anatómico Forense realizase la autopsia, del que apenas se conocen datos por haberse decretado secreto sumarial, recibió una misa multitudinaria en la iglesia parroquial de San Lorenzo y después fue enterrada.