La maratón etílica empezó a las 4 de la tarde. Inmediatamente después de tomar el café de la sobremesa en el único bar de Villaluenga de la Vega (Palencia), Dani -de origen rumano- y seis de sus compañeros “de cuadrilla” comenzaron a beber alcohol hasta que seis horas después se retaron a ver “quién bebía más”. En menos de 60 minutos acabaron con una botella entera de whisky. Toda a chupitos hasta que la joven dueña del Teleclub decidió echar al grupo debido a sus estados de embriaguez. Cinco de sus compañeros decidieron seguir la fiesta, pero Dani y su colega de apuesta se quedaron en su casa: en la mañana del pasado domingo ambos fueron encontrados muertos fruto de, todo parece, un coma etílico.
El sábado de Carnaval terminó en tragedia en el número 15 de la calle Damas en Villaluenga de la Vega, una pequeña localidad de poco más de 500 habitantes de Palencia rodeada de hileras de pinos. En la casa en la que vivían un grupo de rumanos -que trabajan por la zona en el sector de la madera-, uno de ellos que no salió de fiesta junto al grupo, Basilio, se encontró a primera de la mañana a dos compañeros muertos en el pasillo de la vivienda.
Fuentes de la Guardia Civil descartan que los dos hombres de 39 años de edad hayan fallecido por inhalación de monóxido de carbono debido a una mala combustión y tampoco los cuerpos presentaban ningún tipo de violencia. Por ello, a falta del resultado de la autopsia, los agentes se centran en la tesis de que Dani y su otro compañero han podido fallecer tras sufrir un coma etílico vinculado a una hipotermia después de haber estado bebiendo toda la tarde el sábado. También apunta hacia esta tesis la Delegación del Gobierno en Castilla y León, tal y como recoge Europa Press.
A primera hora de la mañana cinco patrullas de la Guardia Civil rodeaban el 15 de la calle Damas ante el asombro de los vecinos. Un gran terreno de más de 400 metros cuadrados que hace unos años el dueño dividió en tres para realizar viviendas. Allí, desde hace años vive un grupo de ciudadanos de origen rumano, que según los vecinos, “viven de manera independiente respecto al resto de habitantes”.
Así lo cuenta Tino y su hijo, que tienen una vaquería y aprovechan las últimas horas del domingo para alimentar a sus animales: “No sabemos nada de ellos. Ni sus nombres. Y eso que vivimos en frente, pero no se relacionaban. Sólo uno de ellos vino una vez para que le vendiese leche”.
La dueña y camarera del Teleclub, único lugar de ocio de los habitantes de Villaluenga de la Vega y donde se produjo la trágica apuesta, narra a este diario cómo “la cuadrilla” de trabajadores rumanos eran unos habituales del bar. Al filo del cierre -y mientras barre un suelo repleto de cáscaras de pipas- dice sentirse “sorprendida” por la noticia con la que la localidad se ha despertado este domingo, ya que “eran habituales” las grandes borracheras del grupo. “Era lo normal. Les gustaba mucho beber”, explica.
Dentro de esa “normalidad” comenzaron las cervezas tras un café sobre las 4 de la tarde. Los siete amigos -cinco de ellos durante la noche de este domingo permanecían detenidos por la Guardia Civil- empezaron a beber cervezas para pasarse pronto a las copas, tal y como informa la camarera que les sirvió las consumiciones. “Luego se fueron a Saldaña”, un pueblo más grande situado a unos tres kilómetros de la localidad en la que residían. Así lo confirman varios testigos, que vieron a los siete adultos durante la tarde por varios bares del centro del pueblo.
La fiesta terminó -por el momento- en Saldaña y decidieron volver de nuevo al Teleclub. Según su dueña al filo de las 9 de la noche. Esto mismo lo ha relatado también a la Guardia Civil que le ha tomado declaración. Fue entonces cuando -mientras unos de ellos seguían bebiendo cervezas y otros copas- Dani retó a uno de sus compatriotas a una particular apuesta: saber "quién bebía más".
“No les entendemos porque entre ellos hablan rumano. Pero estaba claro que estaban apostando”, recuerda un cliente del bar que anoche presenció la escena. Se abrió la botella de Ballantines y los dos amigos comenzaron a alternarse turnos de chupitos hasta que terminaron con el casi litro de whisky que contiene la botella. “En menos de una hora”, estima la camarera.
"Nada fuera de lo común"
Ante el estado que ofrecían los dos chicos, la responsable del local decidió dar por terminada la jornada laboral. “Cerramos normalmente a las 12, pero visto cómo estaban les dije que se fueran porque cerrábamos. Y eran las 10 de la noche”, asegura al final de un día en el que ha visto cómo a las puertas de su establecimiento se han agolpado periodistas de televisión para hacer conexiones en directo. “Aquí no viene un periodista nunca. Siempre cuando hay desgracias”, se queja.
Pese al atracón de alcohol, la camarera insiste en dejar claro que en ningún momento los adultos mostraron ninguna actitud violenta. “Nada fuera de lo común. Lo que hacen siempre. Vienen, beben muchísimo y se van”. Y con esas se fueron. Desde el bar hasta la casa -que se encuentra a una distancia de unos 100 metros- donde el grupo decidió separarse. Cinco de ellos querían continuar la fiesta y se trasladaron a esa hora de la noche, de nuevo, a la localidad vecina: Saldaña.
Dani y su colega de apuesta se quedaron en la casa. Allí fallecieron. Sus cuerpos los encontró en la mañana del domingo Basilio, uno de los trabajadores del grupo que más años lleva en España. Avisó a emergencias y hasta allí se trasladaron los agentes de la Guardia Civil que estuvieron registrando la casa, según la versión de varios vecinos consultados, durante más de dos horas. “Después los hemos visto cómo salían los demás con maletas. Se han ido a un hostal”, dicen. Efectivamente, a las puertas del hostal Salse se encontraba aparcada la antigua furgoneta de Correos en la que se movía la cuadrilla para ir a trabajar.
Pero no ellos. A última hora de la noche del domingo de resaca de Carnaval se encontraban detenidos en las dependencias de la Guardia Civil. Según las fuentes consultadas, por negar el auxilio a sus compañeros de casa tras tener conocimiento del estado de embriaguez en el que se encontraban y que les llevó a la muerte.