El poder sin límites de 12 millones de ciberactivistas: quién está detrás de Change.org
La madre de una fallecida en el Madrid Arena consiguió cambiar la ley de Espectáculos, un estudiante ayudó a paralizar las reválidas de Wert y un bloguero logró que anunciantes retirasen su publicidad de Telecinco. Todos iniciaron una petición de firmas en esta plataforma.
30 abril, 2017 01:52Isabel de la Fuente, madre de Cristina Arce, una de las chicas fallecidas en el Madrid Arena en la fatídica noche de Halloween de 2012 logró cambiar la ley de espectáculos para que los responsables de la tragedia no puedan seguir organizando fiestas.
Detrás, 426.000 firmas en Change.org.
La madre del Cuco, uno de los condenados por la muerte y desaparición de Marta del Castillo, se sentó -talonario de 10.000 euros mediante- ante las cámaras del programa de Telecinco ‘La Noria’. Lo “inmoral” de la entrevista desató un cabreo popular sin precedentes que llevó a los anunciantes a retirar la publicidad del programa.
Detrás, 31.916 firmas en Change.org.
Ñako y María vieron nacer a su hijo el 12 de julio del pasado año. En medio de un calor asfixiante acudieron al Registro Civil de Fuenlabrada para hacer constar que Lobo había nacido, pero se encontraron con la negativa de los funcionarios: ese nombre no podía ser registrado. No quisieron quedarse callados, por lo que una campaña -también aupada por los medios de comunicación- logró que el propio Ministerio de Justicia -a través de un director general- admitiese Lobo como nombre de un recién nacido. El primero en España con ese nombre.
Detrás, 42.935 firmas en Change.org.
Es Change.org el poder de la gente. “Nadie se moviliza tanto como en España”, avanzan desde esta plataforma de ciberactivistas que cuenta ya con más de 12 millones de usuarios activos. Los datos sorprenden: uno de cada tres usuarios de internet en nuestro país es miembro de esta red de denuncia. Pero, ¿cómo Change.org es capaz de obrar estos milagros?, ¿quién está detrás de esta plataforma en la que muy probablemente usted haya firmado alguna vez? ¿cómo se financia este ciberactivismo?
El recién nombrado nuevo director de Change.org España recibe a EL ESPAÑOL en su moderna y amplia sede en pleno corazón de la Gran Vía madrileña. Más de 200 metros de oficinas -en las que trabajan cinco trabajadores y dos becarios- desde las que se puede divisar prácticamente todo el asfalto de esta céntrica arteria urbana. José Antonio Ritoré (Madrid, 1977) relevó en el cargo a la cara visible de este proyecto desde sus inicios, su compañero durante años y responsable de que Change llegase a España hace ahora cinco años: Francisco Polo. Ritoré, periodista madrileño licenciado en la Complutense, se incorporó al equipo como director de campañas hace dos años y ahora toma el timón de Change cuando la red acaba de superar el umbral de los 12 millones de usuarios.
“Change se ha convertido en un elemento que ha cambiado las relaciones de poder en todo el mundo y en especial en España, que es el país con mayor penetración”, avanza el responsable de la plataforma que tiene sus orígenes en 2007 cuando dos estudiantes visionarios de la Universidad de Stanford (California, EEUU) decidieron utilizar internet como lanzadera para generar cambios políticos y sociales. Todo ello después de que el hermano de uno de los universitarios sufriese acoso por ser homosexual. Change.org empieza e extenderse por los Estados Unidos y otros países empiezan a copiar su modelo: un activista con ganas de generar un cambio crea una petición online, se fija una meta numérica de firmas y otros usuarios comienzan a firmar la demanda para intentar lograr el hito.
Nace en la antesala del 15-M
Así, Francisco Polo, crea Actuable en España -la precuela de Change.org- y precisamente, el primer periodista español que lo entrevista debido a este proyecto es Ritoré, el ahora director de Change. Un proyecto pequeño que nace en septiembre de 2010 -la antesala del 15-M, las mareas y demás movimientos sociales que hicieron despertar a la sociedad española de un letargo de manifestaciones prolongado en el tiempo- y en poco tiempo consigue su primer logro.
Antonio VIla-Coro y su marido fueron padres en California a través de la gestación subrogada. Ya hacía años que gracias al matrimonio igualitario aprobado por José Luis Rodríguez Zapatero las parejas homosexuales podían casarse y adoptar hijos, pero mientras que los heterosexuales que recurrían a los vientres de alquiler podían registrar a sus hijos en el consulado -paso indispensable para tener un libro de familia y toda la documentación en regla-, las parejas gays no. Tan sólo fueron necesarias en aquel momento 1.000 firmas para que el ministro de Justicia socialista atendiese esta manifestación en Internet y dictase una orden “para acabar con esa discriminación”. Esta, sumada a otras pequeñas victorias -y una conversación mediante entre Polo y los creadores estadounidenses de la plataforma- hicieron que Actuable mutase y en mayo de 2012 se anunció el nacimiento de Change España.
-¿Cómo se activa toda la maquinaría de Change.org?
-Es una plataforma neutral y abierta. Cualquier persona puede crear una petición -del tema que desee- en tres clics. Lo importante es tener claro a quién quieres dirigir tu petición y qué quieres pedir, cuál es el cambio que quieres promover. Y ese cambio, tal y como le recomendamos a los creadores, cuanto más tangible, concreto y accesible es, mejor.
-¿Y con cuántas firmas se consiguen los logros?
-Depende del tiempo que tarde el destinatario en reaccionar a la campaña. Hay peticiones que con 500 firmas se convierten en victoria, otras que necesitan 200.000, 500.000 o un millón…
VICTORIAS CON 'POCAS' FIRMAS
A un lado de la balanza -aunque son muchos los casos- encontramos la pequeña historia de Iker, quien a sus cinco años “enamora a todo el mundo que conoce” con su desparpajo. Usa silla de ruedas a su parálisis cerebral, pero nadie de su entorno entendió -como no podía ser de otra forma- que eso era un impedimento para que el pequeño pudiese participar en un concurso online en el que buscaban modelos para desfilar en la Kids Fashion Week de Barcelona. “Queríamos dar a conocer que las marcas no siempre piensan en niños como Iker o en situaciones similares”, reflexiona su madre Beatriz. No sólo participó en el concurso, sino que fue el más votado por el público online.
“Me llaman para comunicarme que no pueden contar con Iker porque participan muchas marcas que buscan otras características diferentes a las de Iker pero que vista su trayectoria y porque el niño les ha encantado han decidido darle un bono para que se compre algo en Privalia.” Un bono. No es eso lo que quería la familia así que decidió abrir una petición en Change.org para que los organizadores se replanteasen su postura y pidieran disculpas. Ni 1.000 firmas. 953 fueron suficientes para que Privalia reculase.
En el otro lado de la orilla del número de firmas para lograr un hito se encuentra la iniciada por Maider Sánchez dirigida al Ministerio de Justicia. Pide repetir el juicio de Marta del Castillo “para que no salgan impunes cuatro de los supuestos implicados en el crimen”. “No es normal, ni lógico, que se juzgue a dos personas por el mismo delito y se den dos resoluciones diferentes. ¿Por qué no juzgaron al Cuco y a Carcaño juntos? ¿Por la edad? ¿Acaso no cometieron el crimen supuestamente Juntos?”, se pregunta la creadora que ya ha conseguido más de un millón y medio de firmas. Y pretende llegar a los tres millones.
Ritoré explica a este medio que una de las frases más escuchadas a lo largo de su etapa en esta empresa es “con Change me he dado cuenta de que nada es imposible”, acompañada, en ocasiones, con el “yo no era consciente de que pudiese llegar tan lejos”. Pese a ser preguntado, prefiere no mojarse y elegir uno de los logros que más le ha marcado durante su trayectoria al frente de la dirección de campañas. Y eso que tiene dónde elegir: más de 600 peticiones se crean a la semana. Más de 2.500 al mes, según los datos aportados por el líder.
PETICIONES QUE LLEGAN AL CONGRESO
Una de las peticiones que se activa y reactiva cada trimestre escolar es la iniciada por Eva Bailén, quien vivió en casa el exceso de deberes de sus hijos. Una carga que le amargaba su día a día. Intentó poner fin a la situación hablando con los profesores de sus pupilos pero encontró el “no” como respuesta. Así que se alzó en armas y declaró la guerra a los deberes. “Es la viva imagen de lo que hemos visto tantas veces: la capacidad de crear grandes debates sociales”, explican desde Change. Y es que este tema -después de celebrarse en España la primera huelga contra estas tareas- se coló en el Congreso de los Diputados a través de una proposición que pedía al Gobierno de Mariano Rajoy la racionalización de los deberes.
La tormenta perfecta es cuando encuentras una petición que está consiguiendo gran apoyo social y que al mismo tiempo los medios de comunicación la están reflejando”, analiza Ritoré cuando es cuestionado por papel que juegan periódicos, radios y televisiones en la cadena de Change.org. Ese fenómeno meteorológico también se ha dado con la petición creada por Inocencio Alarcón, padre de Paula que con tan sólo cinco años y medio falleció a causa de un cáncer.
Los padres de la pequeña fallecida en 2014 tras cuatro años de lucha contra la enfermedad decidieron recoger firmas para que el Gobierno incluyese una nueva casilla en la declaración de la renta. “La investigación contra el cáncer es fundamental pero también es cara, por eso iniciamos esa petición, del mismo modo que se da la opción de marcar la casilla de la Iglesia o Servicios Sociales”, explican los padres. Pues bien, esa petición se ha colado en sede parlamentaria gracias a una moción registrada por el Grupo Mixto por la que insta al Gobierno de Mariano Rajoy a crear la casilla destinada a aportar recursos adicionales a la investigación de distintas enfermedades, como el cáncer, las cardiovasculares o las raras.
-¿Cómo se financia la plataforma?
-Hace unos meses hemos cambiado. Hemos pasado de un modelo de sostenibilidad basado en una publicidad que venía de grandes organizaciones que buscaban simpatizantes para sus campañas a otro que gira hacia uno que da más oportunidades al usuario: programa de socios con servicios exclusivos, peticiones patrocinadas y crowdfunding.
-¿Qué hay de cierto en eso de que Change se financia vendiendo datos de los usuarios registrados?
-Es total y rotundamente falso. Sería ilegal porque está totalmente prohibido usar datos de usuarios y venderlos a terceros.
Desde la sede nacional de Change insisten a este diario que los 12 millones de usuarios son "sólo el principio", que comprueban que cada día "hay más personas que deciden pasar a la acción". Y eso, se traduce en que "más instituciones públicas y empresas" estás dispuestas a dialogar.