El zarpazo terrorista que asoló este jueves Barcelona recordó al de otros atentados perpetrados en países vecinos mediante el empleo de vehículos como armas de ataque masivas: Niza, Berlín, Estocolmo, Londres... pero hasta ahora nunca en España. Hasta esta semana, los asesinos no habían logrado sus objetivos en nuestro país gracias a la labor de unos cuerpos policiales admirados a nivel internacional por su lucha contra el terror.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado centran hoy sus esfuerzos en aclarar quién está detrás del atentado de Barcelona de este jueves, si bien los indicios apuntan al yihadismo como principal fuente de investigación. Los antecedentes de la lucha antiterrorista apuntan en este sentido y el Estado Islámico, a través de su agencia afín Amaq, lo reivindicó.
Desde el 2004 se han desencadenado 220 operaciones policiales que han permitido la detención de 723 personas a las que se les acusó de diferentes delitos relacionados con el terrorismo. Los datos del Ministerio del Interior se remontan hasta los atentados del 11-M en 2004: aquellos ataques sacudieron la conciencia colectiva y obligaron a los cuerpos policiales a calibrar su forma de luchar contra los terroristas, engrasada tras medio siglo haciendo frente a ETA.
La proyección de las detenciones
Precisamente el año 2004 fue el más prolijo en la detención de personas relacionadas con el terrorismo yihadista: 131 individuos fueron capturados en 9 operaciones policiales.
Desde entonces, y en los años venideros, las estadísticas reflejan un descenso en el número de detenciones. 92 personas en 2005; 59 en 2006; 51 en 2007; 62 en 2008; 40 en 2009; 12 en 2010; 17 en 2011; 8 en 2012. A pesar de que las cifras van siendo menores, algunas de estas operaciones fueron clave para frenar los envites terroristas sobre suelo español.
Explotar el Metro de Barcelona
En enero de 2008, tras la desarticulación de una célula asentada en Barcelona, se conoció uno de los planes más ambiciosos de los yihadistas: volar el metro de Barcelona en alguna de sus horas punta y perpetrar una masacre. La dificultad logística del plan fue uno de los motivos que frenó los propósitos de los terroristas.
Este intento de atentado no fue el único de gran envergadura que planearon los terroristas. En 2005 se detuvo a los marroquíes Redouan Ben Fraima y Redouan Ahmed Alí, quienes pretendían hundir el ferry que une Ceuta con Algeciras.
En los últimos años, no obstante, la lucha contra el terrorismo yihadista se ha intensificado, haciendo frente a una red cada vez más internacional y que ha encontrado en España uno de sus enclaves para hacerse fuerte. En 2013 se detuvieron a 20 personas; a 36 en 2014; a 75 en 2015; a 69 en 2016; a 51 en lo que llevamos de 2017.
Ceuta, Melilla y Barcelona son los principales focos que han centralizado estas operaciones. Redes sociales y Telegram son algunas de sus vías de radicalización, aunque también disponen de sistemas más sofisticados, como radios vinculadas al Estado Islámico.
"Acción ultratemprana"
El modo en el que actúan los cuerpos policiales españoles son admirados por los países vecinos. En Bruselas, Francia o Reino Unido se encuentran con unos agujeros de seguridad que en nuestro país apenas existen.
La herencia de la lucha contra el terrorismo de ETA mantuvo activa y bien engrasada la maquinaria para hacer frente a estas amenazas. Desde los atentados del 11-M, los cuerpos policiales recalibraron sus sistemas para enfrentarse a un enemigo cambiante.
La "acción ultratemprana" marca desde entonces la política de actuación de los cuerpos policiales: lo más eficaz, de acuerdo a sus parámetros, es detener a los sospechosos en sus primeras fases de radicalización, aunque no se les pueda acusar de tantos delitos.
En cualquier caso, las opiniones de los expertos apuntan a que el yihadismo crecerá en España en los próximos diez años con la segunda generación de inmigrantes.