Lorena Enebral Pérez, de 38 años, es la cooperante española de Cruz Roja que este lunes ha sido asesinada en un centro de rehabilitación en Mazar-e-Sharif, al norte de Afganistán. Fisioterapeuta de formación, se trata de una mujer "radiante y alegre", tal y como la describen sus compañeros, apesadumbrados por la tragedia.
"Lorena, con toda su energía y alegría, era el corazón de nuestra oficina en Mazar. Hoy estamos devastados", detalla la jefa de la delegación de la Cruz Roja en Afganistán, Monica Zanarelli, en un comunicado difundido por la organización internacional. A Lorena, añade Zanarelli, se le recuerda como "una fisioterapeuta competente y atenta que prestaba asistencia a los pacientes, especialmente a niños": "Las violentas fluctuaciones de la vida hoy nos parecen particularmente crueles".
El suceso ha tenido lugar en el mismo centro en el que Lorena Enebral, ciudadana española, ejercía como fisioterapeuta. De acuerdo a los primeros informes, un hombre en silla de ruedas, paciente del mismo centro, ha accedido al recinto con un arma de fuego oculta. Las autoridades locales han arrestado también a otro individuo por su implicación en el crimen.
"Los colegas recuerdan a Lorena por su gran sonrisa y su actitud radiante, y como una profesional dedicada a su trabajo y a sus pacientes", insiste Cruz Roja en su comunicado.
La institución destaca las condiciones extremas en las que su personal desempeña su labor al norte de Afganistán: "El ataque de muerte contra Lorena se produce después de aquel que dejó sin vida, en febrero, a seis empleados del CICR [Comité Internacional de la Cruz Roja] en el norte de Afganistán. Otros dos colegas fueron secuestrados en ese ataque. La muerte de Lorena tiene lugar seis días después de la liberación de estos dos colegas, que pasaron casi siete meses en cautiverio, y tres días después de que el conductor de un camión del CICR fuera atacado de muerte en Sudán del Sur".
Una extensa trayectoria como cooperante
El trabajo de Lorena al norte de Afganistán se centraba en brindar apoyo a niños, mujeres y hombres que habían sufrido alguna amputación o arrastraban algún problema físico que les impedía desempeñar su vida cotidiana con normalidad.
"Mi principal motivación es la gestión de proyectos para el desarrollo de servicios de rehabilitación infantil y la igualdad de derechos para niños y niñas con discapacidad", aseguraba Lorena Enebral en su perfil de LinkedIn.
"Considero que la calidad y calidez en el trabajo que realizo son fundamentales y una de mis virtudes más destacadas -insistía la cooperante-. La identificación y tratamiento de pacientes con discapacidades de origen neurológico son mis principales fortalezas".
A lo largo de su trayectoria, Lorena Enebral ha trabajado en escenarios singularmente complejos: en Etiopía, trabajó con tres centros de rehabilitación, principalmente en la región de Amhara; también cubrió diferentes puestos en Tanzania, en el Sáhara y en Malawi, entre otros.
Lorena cumplió su formación en las universidades Alfonso X el Sabio y Rey Juan Carlos, ambas en Madrid, y en el hospital Pedro Aguirre Cerda, en Chile.
El Comité Internacional de la Cruz Roja lamenta profundamente la pérdida de una de sus trabajadoras: "El personal del CICR participó este año en una campaña pública para recordarnos a todos que nuestros empleados son trabajadores humanitarios que solo buscan mejorar la vida de las víctimas de las guerras. Hoy repetimos el mensaje de la campaña: los trabajadores humanitarios #NoSonUnObjetivo", ha señalado en su comunicado.
Una "digna" y "necesaria" labor
Alfonso Dastis, ministro de Exteriores y Cooperación, ha mostrado sus condolencias a familiares y allegados de Lorena Enebral: "Mis condolencias y afecto a la familia de la española asesinada en Afganistán. Realizaba una digna y muy necesaria labor", ha señalado el titular de la cartera en su cuenta personal de Twitter.